Las áreas despobladas también cuentan con grandes mentes
La investigadora Verónica Miguel Herranz, hija de Corduente, es Doctora en Biotecnología y cuenta con un Master en Biomedicina
En reiteradas ocasiones se relaciona a los habitantes de las áreas rurales con personas de poca capacidad intelectual, pero eso no es más que un tópico.
Hija de Corduentano y de Torremochana, Verónica Miguel destaca en áreas de investigación nuevas como es la Biotecnología, que trata sobre el conocimiento de los mecanismos moleculares de las personas, para intentar buscar aplicaciones de los mismos para mejorar la calidad de vida. La investigadora ha finalizado un proyecto junto a la Universidad de Harvard, sobre la enfermedad renal.
Miguel trabajó en un laboratorio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en un proyecto sobre enfermedades renales, para conocer el papel que tiene el metabolismo en la enfermedad renal, además también ha investigado con las Universidades de Pennsylvania, Yale y Alabama.
Su regreso a España es debido al contrato que la une al Centro de Biología Molecular del Severo Ochoa, perteneciente al CSIC que ha conseguido, pero de corta duración. La investigadora vive a caballo entre España y Estados Unidos donde la financiación para la investigación es más elevada.
Aquella muchacha curiosa y observadora que corría por las calles, plazas y campos de la pequeña localidad del alto Tajo, y donde sus padres Fernando y Mari Carmen gozaban con sus alborozos, hoy es un referente dentro de los nuevos campos de la medicina y las empresas farmacéuticas, que apuestan de manera decidida por estos jóvenes talentos.