La ciencia también tiene nombre de mujer
Tres científicas alcarreñas destacan la importancia de celebrar el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
Guadalajara tiene muchos nombres propios de mujer que han conseguido, con estudio, constancia y esfuerzo, hacerse un hueco en la ciencia y en la investigación. Entre ellas destacan Laura García Bermejo, Sonia Pérez Díaz y Verónica Miguel Herranz, que en el último año han sido merecedoras de diferentes reconocimientos, que están pisando fuerte en sus respectivos ámbitos y que con motivo del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se celebró el pasado día 11, han querido compartir su opinión sobre la importancia de esta jornada, del trabajo científico y de cómo afrontan su futuro profesional, que es muy prometedor.
Laura García: “La investigación merece la pena”
Laura García Bermejo es natural deGuadalajara. Es doctora en Genética y Biología Celular por la Universidad de Alcalá y actualmente es la directora del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria, dedicado a la investigación biomédica de excelencia. Ha sido la primera mujer en dirigir este instituto.
García Bermejo tiene claro que el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia “es importante para concienciar a la sociedad; y que la propias niñas y mujeres tomen conciencia de que la ciencia y la investigación es una actividad apasionante que no entiende de género o sexo, sino que entiende de talento, de compromiso y de pasión por descubrir y ampliar conocimiento”. Cree que debe ser “una celebración y una reivindicación con hechos todos los días”.
Sobre si el camino para la mujer es más difícil, dice que algunos caminos, no solo la ciencia, son más complicados para la mujer, por razones de mucha índole, pero afirma que “para una buena y convencida científica, la dificultad del camino nunca puede ser un impedimento. En cualquier caso, una sociedad avanzada debe revisar por qué hoy me tienes que hacer esta pregunta. Hoy deberíamos hablar de los logros científicos”.
Respecto a si las administraciones deberían apoyar proyectos emprendidos por mujeres, considera que “deberían asegurar un tratamiento equitativo y la promoción del talento independientemente de quien los emprenda, analizar las razones de por qué debemos todavía adoptar medidas correctoras a situaciones que implican a mujeres por su condición femenina”.
Laura García fue la pregonera de la Navidad y recibirá próximamente uno de los Premios Fundación Siglo Futuro a los Valores Humanos y Culturales. Agradecida e ilusionada, señala que “más allá de un reconocimiento personal, es un reconocimiento a los grandes profesionales de este país que trabajan muy seriamente, comprometidos con sus responsabilidades y más en concreto, a los investigadores que dedican mucha de su vida a generar conocimiento y transformar esta sociedad... siempre que nos dejan”.
La directora del Instituto Ramón y Cajal resume su carrera profesional como “un maravilloso paseo por la vida”. “Mi desarrollo profesional es parte de mi vida, he desarrollado vida y profesión en paralelo“. Se define como una “vampira” de conocimiento y de afectos. “La ciencia y la investigación han colmado y siguen colmando sin duda mi apetito intelectual y las células, a su manera, también transmiten afectos, como el violinista que establece una relación especial con su violín. He sido y sigo siendo muy feliz en la investigación”.
Y sobre cómo afronta el futuro, lo explica así: “Afrontando el presente, de forma sencilla como hacen las células, 24 horas a 24 horas y con el foco en las funciones importantes. Tratando de convencer, eso sí, a los jóvenes talentos, que la investigación merece mucho la pena”.
Sonia Pérez: “Soy completamente feliz”
Sonia Pérez Díaz, vinculada con Atanzón, es profesora titular de Matemáticas de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) y en mayo de 2021 se le concedió el Award for International Scientific Cooperation of the Chinese Academy of Sciences por sus desarrollos especializados en el campo de la Geometría Algebraica. Será en unas semanas cuando pueda recoger, al fin, físicamente, este galardón en Pekín –junto al profesor Liyong Shen–, ya que con la pandemia no ha sido posible, y además comenzar un nuevo proyecto con el grupo de investigación que tiene allí.
Ha sido la primera mujer matemática en tener este reconocimiento. “Para mí ha resultado una gran satisfacción personal porque es el fruto de muchos sacrificios personales, muchas renuncias y muchas frustraciones que no son fáciles de gestionar. Ha llegado en un momento difícil para mí y es por ello que le doy un valor que va mas allá de lo meramente académico o profesional. Este premio es, sin duda, un impulso para seguir luchando por mis sueños”.
Antes de empezar esta nueva etapa, Sonia Pérez ha destacado la importancia de celebrar el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. “Es una manera de tener una mayor representatividad, un mayor peso en la sociedad que a base de mucho trabajo y visualización están consiguiendo que poco a poco la mujer vaya siendo esencial en la ciencia y la niña vaya creyendo en sus posibilidades de desarrollo en este ámbito”.
Cree que las celebraciones de este día ayudan a dar visibilidad y estimular a aquellas niñas que quieran ser científicas, aunque, advierte que “el problema es que quizás debería haber más aún y más variadas para que de una vez por todas termine de calar totalmente en las niñas”.
Pérez cree, desde su experiencia personal, que el camino para las mujeres es “tremendamente complicado”. “Ahora bien, también debo decir que la sociedad es cada vez mas consciente de las dificultades con las que nos encontramos, y se están tomando medidas que empiezan a ser efectivas. Aún así, queda mucho camino por recorrer y muchas cosas que mejorar”.
Es difícil resumir la trayectoria profesional de Sonia Pérez en unas pocas palabras, pero de manera simplificada, ella misma la condensa diciendo que “soy completamente feliz con mi trabajo, mi docencia y mi investigación. Disfruto de todo lo que la ciencia me aporta día a día y lo transmito con verdadera pasión”. Sin embargo, advierte que el precio que ha pagado por ello ha sido “muy muy alto, en todos los sentidos”.
Y respecto al futuro, esta científica matemática lo tiene claro: “Quiero seguir teniendo la energía, la vitalidad y la pasión para transmitir a todas las niñas, niños, mujeres y hombres, lo bonito que es investigar y aunque muchas veces es tremendamente difícil y duro, es importantísimo realizarte en aquello que te gusta”.
Verónica Miguel: “La carrera científica es muy competitiva”
Verónica Miguel Herranz es de Corduente. Es licenciada en Biotecnología; hizo un doctorado en Biomedicina Molecular en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Madrid; ha realizado cuatro estancias formativas en diferentes universidades de EEUU y actualmente trabaja como investigadora en la ciudad alemana de Aquisgrán, donde investiga los cambios metabólicos que sufre el riñón durante el desarrollo de la enfermedad renal crónica. En 2021, con motivo del 8 de Marzo, el Gobierno de Castilla-La Mancha premió a Verónica Miguel como ‘Mujer Imprescindible’. Un reconocimiento por el que se siente muy agradecida e ilusionada, especialmente por su repercusión social, pues afirma que ayudó a visibilizar el perfil de la mujer científica.
De ahí que insista en la importancia de celebrar días como el de la Mujer y la Niña en la Ciencia. “Es importante recordar el papel tan importante de la ciencia en la sociedad y en este caso, los descubrimientos llevados a cabo a lo largo de la historia por mujeres, que han estado muy olvidados”. Añade que iniciativas como estas “ayudan a visibilizar la brecha de género en esta profesión, los obstáculos responsables de esta desigualdad y contribuyen a crear referentes para las siguientes generaciones”.
A su juicio, no se trata de forzar a las niñas a estudiar una carrera científica, sino de darla a conocer y hacerles saber que pueden cursarla, que tienen las mismas capacidades que sus compañeros de clase y, por supuesto, que no se trata de profesiones exclusivas para hombres”.
Sobre las dificultades añadidas por el hecho de ser mujer, Verónica Miguel advierte que la carrera científica “es ya de por sí muy competitiva y las estadísticas muestran que es más difícil progresar en el caso de ser mujer, por tener que enfrentarse a sesgos de género a la hora de conciliar la vida laboral y familiar, conseguir financiación, publicar un trabajo científico…”. Respecto al papel de las administraciones, señala que en los últimos años se ha empezado a hacer un esfuerzo “importante” para minimizar este hecho, como la flexibilización de los requisitos de las convocatorias para financiar proyectos de investigación o que mejoran la conciliación laboral, “pero creo que deben hacerse políticas activas de integración de las mujeres en los puestos de decisión, en las conferencias y en la vida científica”.
Verónica Miguel tiene claro que en el futuro le gustaría desarrollar su carrera científica en España liderando su propio grupo de investigación.