“Las matemáticas no son difíciles, solo necesitas práctica y jugar con ellas”
Sonia Pérez Díaz, la primera Catedrática de Matemáticas de la Universidad de Alcalá habla sobre su trayectoria y su trabajo en Nueva Alcarria.
Sonia Pérez Díaz es la primera mujer Catedrática de Matemáticas de la Universidad de Alcalá. Descendiente de Atanzón, confiesa que siente “pasión” por su trabajo, pero precisa que no eligió estudiar matemáticas cuando tenía dos años, como algunos pueden pensar, sino que ha ido tomando “pequeñas decisiones” que le han llevado hasta donde está hoy y a “amar las matemáticas y mi trabajo”. Conoce bien el poder y la magia de las matemáticas y así trata de transmitirlas a sus alumnos. En 2022 también recibió el Award for International Scientific Cooperation of the Chinese Academy of Sciences –fue también la primera mujer que lo recibió– por sus desarrollos especializados en el campo de la Geometría Algebraica que, tras años de investigaciones, dieron sus frutos y se pudieron aplicar sus resultados por ingenieros en el mundo del diseño de la automoción, robótica o industria. Pérez explica en esta entrevista, como lo hizo en la conferencia El poder de las matemáticas, cómo ha sido su camino hasta llegar donde está hoy y habla de una forma diferente de las matemáticas.
Pregunta: Es la primera mujer Catedrática de Matemáticas de la Universidad de Alcalá. ¿Cómo ha sido el camino?
Respuesta: Me hice profesora titular en 2007, pero no pude ser catedrática hasta 2022. En general, es algo que tarda porque te piden muchos artículos y muchas estancias. Lo logré en julio, pero hay compañeros (hombres) que han estado menos tiempo que yo y lo han logrado antes. Aquí es donde yo me quejo del famoso techo de cristal. Yo lo pedí antes pero no me lo dieron porque valoran los 10 últimos años en los que tienes que tener un número de proyectos, y en el momento en el que tengas hijos… Durante los meses de la baja de maternidad hay un aplazamiento, te lo convalidan, pero como yo les decía cuando reclamé, ¿qué pasa que al quinto mes la niña ya es autónoma? Tu nivel se ralentiza y volver a subir al carro cuesta, entonces me ha llevado más tiempo. Yo solicité ser catedrática en 2019. Primero hay que pedirlo al Ministerio de Educación, a la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), y ellos son los que evalúan tu currículum y te dicen si estás acreditada para ser catedrática; y luego pasas una oposición, pero lo difícil es que te digan que estás acreditada porque hay unas reglas y hay que cumplirlas. Yo reclamé muchísimo, pero ¿cuál es la solución?. Quizá las reglas deberían estar hechas de otra manera, quizá no se debería de medir con los 10 últimos años, porque puedes haber tenido una baja por maternidad o por una enfermedad. Hay tantas cosas que hacer que creo que al final haría falta como una mesa de trabajo de gente que ha pasado por esto para resolverlo. Yo lo he pasado fatal y he estado a punto de tirar la toalla varias veces.
P: Al echar la vista atrás, ¿ha merecido la pena?
R: Me duele decirlo porque parezco una egoísta, pero a mí esto todavía no me sale rentable. Dentro de unos años, cuando sea más mayor y diga qué trabajo más cómodo tengo, lo debería decir, pero todavía la balanza no me sale positiva. He pasado por muchos problemas de salud, de nervios, lo he pasado muy mal porque soy muy responsable y muy cabezota y eso al final te lo llevas. Lo pagas tú y tu familia. Al final el que tú no te encuentres bien lo pagan ellos. Si yo miro todo lo que me he perdido... recuerdo que leí la tesis dos días después de que se muriera mi abuela, entonces te preguntas si podría haber estado más tiempo con ella; o con mi pequeña, porque en los últimos años he invertido mucho tiempo en conseguir los méritos que necesitaba para cubrir ese año que estuve de baja y que me faltaba. Ella tiene siete años y puede que en los últimos tres me haya perdido muchas cosas. Ahora es el momento de parar un poquito. Estoy con mi investigación y mi docencia. En gestión no me estoy metiendo, tal vez llegará algún día, pero ese no es el momento, ahora es el momento de parar un poquito.
P: En 2022 también fue la primera mujer en recibir el ‘Award for International Scientific Cooperation of the Chinese Academy of Sciences’. ¿Se podría decir que ha sido uno de los años más importantes de su carrera?
R: Este año, sin duda, ha sido el año donde he conseguido mi gran objetivo, mi sueño, ese que tantos desvelos me ha ocasionado. Siempre será el año más importante de mi carrera, en el que alcancé la cima de la montaña, un año que nunca olvidaré.
P: Y metiéndonos un poco en su materia ¿para qué sirven las matemáticas?
R: Es verdad que los ordenadores son muy importantes, pero sin un matemático detrás, por mucho que sepa el ordenador y sepa programar, por ejemplo, no sería posible hacer una botella de agua. El premio que me dieron el año pasado en China fue precisamente por transmitir esas ecuaciones que hacen posible crear una botella de agua. Cómo se las das a un informático o diseñador gráfico, las meten en el ordenador y modelan una botella de agua, si la quieren más grande, más pequeña, más estirada, más ancha… y a partir de ahí se imprime y se hacen cosas con ella. Siempre hay un matemático detrás, y eso es lo que yo llamo el poder de las matemáticas.
P: ¿La fama que tienen de difíciles es inmerecida?
R: Depende de cómo se planteen. No son más difíciles que otras cosas. Creo que la base de todo está en cómo se enseñan. Yo no soy deportista pero me gusta cuidarme. No puedo correr como Usain Bolt, pero me gusta andar rápido, correr un poco, montar en bici… por qué no les damos esa oportunidad a las matemáticas. Yo no digo que seamos todos matemáticos, pero vamos a darles una oportunidad. ¿Hasta qué punto son difíciles?... Sí es verdad que uno está más predispuesto para unas cosas que para otras. No son difíciles, solo necesitas práctica y estar motivada para practicarlas y jugar con ellas. Hay una predisposición de los alumnos de que las matemáticas son difíciles. Se llama la indefensión aprendida, y es que de alguna manera las matemáticas nos dan miedo antes de empezar. Esto viene también de cómo se enseñan las matemáticas y la culpa la tenemos los profesores. Hay que enseñar a jugar con las matemáticas.
P: ¿Por qué son tan importantes?
R: Insisto en lo que dice un compañero, Eduardo Saenz de Cabezón, que advierte que las matemáticas nos hacen libres. Y yo eso lo entiendo en el sentido de que somos fácilmente manipulables y no pensamos un poco. Un compañero me pregunta qué he sacado en la encuesta de valoración de los alumnos. Yo le digo que un 9,5 y él dice que un 10. Pero hay que tener en cuenta cuántos alumnos han hecho la encuesta. Porque en la mía han contestado el 75 por ciento, que son entre 70 y 80 alumnos, y en la suya han respondido tres. Entonces no se interpreta igual. En el día a día nos pasa casi lo mismo. Y esto nos puede pasar cuando empiecen a publicar las encuestas electorales. Yo quiero saber en qué condiciones han hecho esas encuestas, y todo eso nos lo dan las matemáticas. Entonces cuando mi compañero nos dice que las matemáticas nos hacen personas críticas y ciudadanos libres,va en ese sentido de decir a ver no me manipules, permítime que piense, que esas encuestas las has hecho en una calle y en un momento determinado, entonces no me sirve. Son ese tipo de cosas.
P: ¿Cree que se deberían enseñar de otra forma?
R: Soy una fiel defensora de que en los cursos pequeños hay que motivar a los alumnos para no perderles. También me pasa a mí con mis alumnos. Mis compañeros tienen un montón de guías para no perder alumnos, como lo llamo yo. Me parece esencial plantear las matemáticas bien, para motivar y no perder alumnos.
P: ¿Qué opina de los nuevos métodos que hay para enseñar las matemáticas?
R: Han salido muchos métodos, pero creo que es fruto de la búsqueda de cómo enseñar para no perderles. Creo que todos los métodos son relativamente buenos y digo relativamente porque en esa búsqueda por mejorar lo hacemos más complicado. Yo he visto algunos métodos que, personalmente, no los implantaría, porque son más complicados para el alumno. Algunos buscan agilidad mental. Yo no tengo agilidad mental para hacer cuentas, pero soy muy buena matemática, así que no necesariamente las matemáticas implican mucha agilidad mental. Hay métodos que me parecen más complicados. Cualquier método puede ser bueno siempre que se haga con una motivación y sin un estrés de transmitirles la dificultad. Eso no me parece bien y no me gusta. Las matemáticas pueden ser muy fáciles. Yo huyo de los esquemas de un método u otro. A mí me gusta hacer las matemáticas lo más simples posible dentro de mis posibilidades y sobre todo aplicadas. Más que de los métodos, soy partidaria de encontrarles un significado.