Las promesas incumplidas en torno al proyecto de la Autovía de la Alcarria

13/08/2025 - 20:33 fcv

La Autovía de la Alcarria nació como una gran promesa para unir Guadalajara y Cuenca con una vía rápida que atravesara el corazón de la comarca, acercando pueblos, reduciendo tiempos de viaje y ofreciendo una alternativa al paso obligado por Madrid.

Sobre el papel, se presentó como una infraestructura estratégica para el transporte de mercancías y el desarrollo económico de la zona, capaz de reforzar la conexión entre el Corredor del Henares y la A-3.

Sin embargo, la realidad ha sido muy distinta. El proyecto acumula años de anuncios sin obras, compromisos incumplidos y plazos que se diluyen. Pese a las inversiones en estudios y planificación, la autovía no ha pasado de los planos y las promesas, dejando en suspenso una mejora de comunicaciones largamente esperada por municipios de las dos provincias y por el tejido económico que depende de una conexión más directa y segura.

El proyecto de la Autovía de la Alcarria, que debería conectar Tarancón (Cuenca) con Guadalajara, sigue sin ejecutarse pese a que el compromiso entre la Junta de Castilla-La Mancha y el Gobierno central se remonta a hace casi dos décadas. La infraestructura, dependiente del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, permanece sin avances materiales, aunque se han producido diversos anuncios y compromisos a lo largo de los años.

Fuente: Autovía de la Alcarria

En abril de 2025, el consejero de Fomento, Nacho Hernando, señaló que el Ejecutivo central tendrá que compensar económicamente a la Junta por no haber construido la autovía, tal y como recogía el acuerdo original. Ese pacto preveía que la Administración autonómica ejecutara la vía Cuenca–Albacete (Autovía del Júcar) y que el Ministerio se encargara de la Autovía de la Alcarria. No se han fijado fechas para licitar ni comenzar las obras.

En enero de 2024, la Junta advirtió de que exigiría la ejecución de la infraestructura y, en caso contrario, reclamaría la devolución de los más de 25 millones de euros invertidos en mantenimiento, estudios y redacción de proyectos. La advertencia no se tradujo en medidas concretas por parte del Ministerio.

El origen del compromiso se remonta a 2005, cuando se firmó un convenio entre el entonces presidente José María Barreda y la ministra Magdalena Álvarez. La Junta asumió la gestión de la carretera N-220 (hoy CM-220) y el Estado se comprometió a construir la Autovía de la Alcarria. Desde entonces, el Gobierno central no ha ejecutado ningún tramo.

En 2009, el proyecto recibió la declaración de impacto ambiental favorable, que permitía iniciar el proceso de licitación. Sin embargo, esa fase nunca llegó a materializarse, y la actuación quedó paralizada.

 

 

Un trazado estratégico para la Alcarria

La autovía está proyectada como una vía de alta capacidad. El trazado partiría del enlace con la A-40 en Tarancón y llegaría a Guadalajara capital, con un recorrido que atraviesa zonas de la Alcarria conquense y guadalajareña.

En la provincia de Guadalajara, la infraestructura afectaría a términos municipales como Almoguera, Pastrana, Yebra, Hueva o Loranca de Tajuña, con conexiones previstas hacia municipios cercanos al Corredor del Henares y a la futura Ronda Este de Guadalajara. En Cuenca, la autovía pasaría por Barajas de Melo, Belinchón y otros municipios del entorno de Tarancón.

Su objetivo sería reducir tiempos de viaje entre Guadalajara y Cuenca, mejorar la seguridad vial en tramos actualmente saturados y ofrecer una alternativa al tráfico que actualmente debe pasar por Madrid para conectar ambas provincias. Además, serviría de enlace para el transporte de mercancías entre el Corredor del Henares y la A-3, potenciando las áreas logísticas intermedias.