LignoBioLife: pioneros en convertir residuos agrícolas y forestales en bioproductos

Una de las enseñanzas que deberíamos extraer durante este tiempo de aislamiento domiciliario tiene que ver, sin duda, con la importancia vital de nuestro entorno natural y con el urgente e imprescindible cambio de mentalidad para respetar, proteger y ensalzar todo lo relacionado con la Naturaleza y dejar de dar la espalda al medio ambiente.

En esta línea, podemos encuadrar un proyecto que dará afortunadamente mucho que hablar y que, a grandes rasgos, tiene entre sus objetivos convertir residuos lignocelulósicos (es decir, residuos agrícolas y forestales derivados de materia seca vegetal o biomasa) en bioproductos, como un herbicida natural o vinagre de madera (que sustituya al desgracidamente famoso y letal glifosato), un biofertilizante (biochar) para mejorar las propiedades de los suelos y un material de asfalto (biobetún) para emplear en calles, caminos y carreteras.

Esta genial iniciativa lleva por nombre LignoBioLife y detrás está la Fundación General de la Universidad de Alcalá de Henares (FGUA) en colaboración con varios socios, entre otros tres grupos de desarrollo rural: en nuestra provincia, Adasur, además de otros dos en Portugal: Douro y Dueceira.

Bioproductos que funcionan
Este proyecto, que nació en 2018 y con vigencia hasta 2022, se enmarca dentro de la iniciativa europea LIFE y cuenta con más de 1.300.000 euros de presupuesto. Como nos cuenta su director, Juan Luis Aguirre (doctor en Biología y que dirige también la Cátedra de Medio Ambiente de la UAH), “nuestra misión principal es demostrar que estos bioproductos funcionan y conseguir que la iniciativa privada se implique (ya hay empresas interesadas dentro y fuera de España) y se puedan instalar biorefinerías que aporten desarrollo a las zonas rurales y además sirvan para mejorar el medio ambiente. Creemos que es muy atractivo desde el punto de vista empresarial y para ayudar a frenar el cambio climático”.

Uno de esos lugares elegidos es la comarca de la Alcarria Sur de Guadalajara, donde se ubican dos de las parcelas piloto, con cultivos de vid y olivo. Allí, ya han llegado a acuerdos con agricultores y colectivos como la Cooperativa Santa María Magdalena y la Denominación de Origen D.O. Mondéjar para el desarrollo del proyecto.

Precisamente por ser una zona donde muchos de los cultivos están en ecológico y por su cercanía, se eligió Adasur y a su comarca. “Nos encontramos con la grata situación -señala Aguirre- de que bastantes agricultores apenas usan herbicidas y esto ayuda a que entiendan mejor alternativas como la que nosotros estamos planteando”.

La situación del estado de alarma ha paralizado de momento estos trabajos, que serán reanudados en cuanto las condiciones lo permitan y se pueda seguir con la fase de campo donde se demostrará su eficacia real sobre el terreno.
 
En Adasur, fieles aliados
Consciente de la amplia envergadura de este proyecto, el doctor Juan Luis Aguirre reconoce que hay voces reacias a la aparición en el mercado de alternativas a auténticos venenos como el glifosato. “Las reticencias suelen venir de la parte más técnica y comercial que rodea a la agricultura. Porque por parte de instituciones y entidades públicas y de los propios agricultores están deseando que proyectos como LignoBioLife triunfen y podamos ayudar entre todos a frenar el deterioro del campo y del medioambiente”.

Colectivos afines como es Adasur están participando con enorme entusiasmo en este proyecto, siendo los encargados de coordinar las acciones con sus socios así como de la recogida y suministro de los residuos agrícolas. Si las expectativas se cumplen, podríamos asistir en poco tiempo a la creación de biorefinerías en los lugares donde se está actuando, como es el caso de esta comarca.

LignoBioLife: una conjunción de desarrollos económico, social y medioambiental en forma de propuesta de negocio viable, rentable y creadora de empleo e incluso también como filosofía de vida ¿Alguien da más?