Los ‘créditos’ de carbono, clave para prevenir los incendios en el Alto Tajo

23/10/2025 - 18:16 FCV

El Gobierno regional ha trasladado a la Comisión Europea una solicitud que, de ver luz, será de crucial importancia para la sostenibilidad del Alto Tajo, una comarca que se ha convertido en una de las piezas clave de la nueva estrategia climática y económica que impulsa la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Se trata de obtener el apoyo técnico de la Unión Europea para que la prevención de incendios forestales sea reconocida y valorizada económicamente como una herramienta esencial de captura de carbono.

Esta iniciativa, liderada por la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, persigue un doble objetivo: proteger el monte y, al mismo tiempo, generar riqueza local.

Un proyecto piloto europeo de “carbonocultura”

La propuesta de la Junta se centra en desarrollar la carbonocultura y la selvicultura preventiva, en línea con el nuevo reglamento europeo sobre absorciones de carbono. El propósito es crear un sistema voluntario de certificación que permita cuantificar el carbono “no emitido a la atmósfera” gracias a los trabajos de gestión forestal que evitan grandes incendios.

La consejera Gómez ha ofrecido el territorio de Castilla-La Mancha, y de manera concreta las zonas de la Serranía de Cuenca y el Alto Tajo, como espacio para un proyecto piloto europeo. Si se logra establecer una fórmula de cálculo y certificación, cada hectárea “salvada” de las llamas mediante la inversión pública en prevención podría generar créditos de carbono, abriendo así una nueva vía de financiación para el medio rural.

Tres razones que lo hacen clave para el Alto Tajo

1. Motor económico sostenible.
Reconocer el valor del carbono evitado transformaría los actuales trabajos de prevención de incendios (como desbroces o clareos) en una inversión con retorno, capaz de crear empleo cualificado y estable en la comarca.

2. Bosques más sanos y resilientes.
Una mayor inversión y gestión forestal activa no solo reduce el riesgo de incendios, sino que impulsa la creación de bosques activos y resilientes, más capaces de retener carbono, mantener la biodiversidad y garantizar la pervivencia del ecosistema, siguiendo los principios de la bioeconomía circular.

3. Refuerzo de las iniciativas locales.
La estrategia regional se suma a proyectos ya en marcha en el Alto Tajo, muchos cofinanciados con fondos europeos como LIFE o NextGenerationEU, y vinculados a la innovación rural:

  • Bosque Innova, con proyectos en localidades como El Recuenco, que transforman la biomasa residual del monte en productos sostenibles como biochar, resinas o hongos, generando empleo y emprendimiento verde.
  • Wood4Life, un proyecto LIFE liderado por la Junta que mide el carbono almacenado en productos de madera duraderos y fomenta su uso en la construcción, dentro de una cadena de valor forestal en la que el Alto Tajo tiene un papel destacado.

La fuerza de la alianza y los fondos europeos

Durante su presentación en Bruselas, la Junta recordó que Castilla-La Mancha es la comunidad que más invierte en gestión forestal por habitante en España, y que ha creado la innovadora Alianza por los Servicios de los Ecosistemas, destinada a valorar y financiar estos servicios naturales.

La propuesta ante la Comisión Europea no solo persigue dar continuidad a programas como el LIFE, sino también validar un modelo regional que demuestra que la protección de la naturaleza, la economía circular y la lucha contra la despoblación pueden avanzar de forma conjunta.

El Alto Tajo, con 3,8 millones de hectáreas forestales y más de 82 millones de toneladas de CO₂ retenidas, es, en palabras de la consejera Mercedes Gómez, el mejor ejemplo de que “los servicios ecosistémicos deben ser reconocidos como motor económico”. Si la Unión Europea respalda esta metodología, la gestión de los montes de Guadalajara podría convertirse en un referente continental, capaz de financiar su propia conservación y asegurar el futuro de sus pueblos.

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