Luis Franco habla sobre la relación entre la ciencia y los valores humanos

11/02/2016 - 20:52 Javier Pastrana


Más de un centenar de personas acudieron esta nocher a la Sala Tragaluz del Buero Vallejo para asistir a la conferencias que impartió Luis Franco Vera, doctor en Ciencias Químicas, catedrático de la Universidad de Valencia y miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas. Vera explicó la relación existente entre la ciencia y los valores humanos, desde la creatividad al arte pasando por el sentido del humor y la honestidad. Características todas que garantizan que la ciencia este al servicio de la humanidad.
La sala Tragaluz del Auditorio Buero Vallejo ha acogido la conferencia titulada Ciencia y valores humanos, que corrió a cargo de Luis Franco Vera, doctor en Ciencias Químicas, catedrático de la Universidad de Valencia y académico de la Real Academia de las Ciencias Exactas. Según explicó, con esta ponencia pretende dar continuidad a las que ya impartía su mentor, el presidente de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Ángel Martín Municio. “Tenía siempre un gran interés por que no se separa la ciencia de la cultura tradicional. A él le dolía mucho la separación entre el mundo de la ciencia y el de las letras”. Por eso, en el acto organizado por la Fundación Siglo Futuro, Franco Vera puso de manifiesto cómo los científicos “tenemos que llenar nuestra actividad de valores humanos, con los que enriquecemos nuestra actividad científica”.En este sentido recuerda la figura de personajes como Albert Einstein. “Quizás sea el exponente más claro. A parte de que tocara el violín, estaba siempre muy despierto ante lo que pudiera ser creativo. Iba con la mente abierta a descubrir cosas”.
El catedrático también habló de la competitividad y la colaboración en la ciencia, “que a mi modo de ver es también una forma de generar valores humanos”. En este caso, contó anécdotas vividas en primera persona, casos de científicos que gracias a sus investigaciones terminaban encontrando nexos de unión personales por encima de sus diferencias.
Otro campo que no esquivó fue el del humor: “La actividad científica se ve favorecida por el buen humor” .Ejemplo de ello es la elección de los nombres de algunos genes “que hacen más fácil que el discurso pueda llegar a la gente y hacer menos árduo el aprendizaje de la ciencia”. Como ejemplo, citó el de una planta “que no tiene especial interés desde el punto de vista agrícola, pero sí en las investigaciones, en las que se descubrió la mutación de un gen que dejaba la parte superior de la planta desnuda”. Aquello fue razón suficiente para bautizarlo como gen topless. “También se descubrió un componente que tenía una gran capacidad para saltar de una parte a otra de las cromosomas y lo llamaron Jordan”.
Aunque desde el punto de vista ético la ciencia es neutra, “sí es importante la honradez del científico, que va mucho más allá de evitar el fraude en las investigaciones”.
Por eso también se refirió a ejemplos concretos de personas “que he tenido el gusto de tratar y que han demostrado que decir siempre la verdad en los resultados de una investigación es siempre beneficioso. La ciencia debe ponerse al servicio del hombre para ser realmente positiva”, terminó asegurando Luis Franco Vera.