Luis García Marcos celebra sus 100 años de vida dedicados a Molina de Aragón
En un emotivo acto y manteniendo escrupulosamente las normas sanitarias, el centro social Santa María del Conde de Molina de Aragón ha sido el lugar donde el propio alcalde de la localidad, Francisco J. Montes, acompañado del Diputado Provincial David Pascual y la Concejala Pili Muñoz, han felicitado al homenajeado en representación de la población de la ciudad que tanto le valora
Su hijo, Chema García Molina, ha dedicado unas palabras para recordar de una manera breve, un esbozo bibliográfico sobre su vida.
“Luis García Marcos (Segovia, 1920) cumplirá 100 años, el próximo 25 de agosto de 2020.
La mayor parte de los molineses le llama “Don Luis”. Se trata, en este caso, de un apelativo de cariño y respeto. Muchas personas saben a quién nos referimos si preguntamos en Molina por Don Luis, “el del INP o el de los subsidios”; que con veintipocos años dejó su Segovia natal para hacerse un molinés de “pro”.
En el año 1933 ingresó por oposición en la extinta Caja de Previsión Social de Castilla la Vieja (Retiro Obrero) en la Delegación de Segovia. Tras pasar por la agencia del INP (Instituto Nacional de Previsión) de Cuéllar, en 1944 fue destinado a Molina de Aragón donde continuó su trayectoria profesional alcanzando el puesto de Jefe de la Agencia Comarcal de la Seguridad Social de la capital del Señorío. Sus más de 50 años de abnegada dedicación a la Administración fueron reconocidos con las medallas de Oro y Plata de la Previsión al Mérito en el Trabajo.
Entre su raigambre molinesa se siente muy orgulloso por habérsele concedido en su día la Medalla de Plata de Cruz Roja Española por los servicios prestados como Secretario de la Asamblea Comarcal de Molina.
También lleva a gala el ser en la actualidad el socio más antiguo de la Asociación Cultural “Casino de la Amistad”, ininterrumpidamente desde el año 1944, llegando a desempeñar el cargo de Secretario durante algunas décadas.
Gran observador de la realidad molinesa, no ha escatimado energías en señalar –cuando no en reivindicar- públicamente aquellas causas que le parecen justas y nobles. Amante –siempre-, de escribir, recopilar, clasificar y divulgar documentación y artículos referidos a Molina. Con la honesta pretensión de que la Memoria de Molina y de los molineses no quede en el olvido.
Señalar todos y cada uno de los asuntos perseguidos por Luis sería prolijo y se excedería de la finalidad de estas líneas.
Tan sólo, y a modo de ejemplo, cabe destacar con más detalle uno de ellos:
- “La calle con el nombre de Molina de Aragón que debía de tener Madrid”. Ya desde el año 1997, Luis se preocupó por averiguar qué pasó con la calle de Molina de Aragón que había en Madrid pero que con la reestructuración urbanística del Distrito de Chamartín desapareció. Sobre este asunto, dirigió una carta al -entonces- alcalde de Madrid, Sr. Álvarez del Manzano. Carta que sirvió para que el propio alcalde, en respuesta
personal a la petición de Luis, reconociera el nombre histórico de Molina y sus méritos para que en un futuro Madrid volviera a contar con dicha calle.
En la actualidad, y no habiendo pasado mucho tiempo de aquello, una calle del distrito de Moncloa-Aravaca lleva el nombre de “Molina de Aragón”.
Luis es una persona que se entrega a Molina y a sus gentes con gran generosidad y entusiasmo.
Casado con la molinesa Da Encarnación Molina Santamaría durante 73 años, la cual siempre estuvo a su lado, también en las propuestas expresadas. Han tenido 3 hijos, 4 nietos y 1 bisnieto.
Encarna falleció, recientemente, en abril de 2020 a los 98 años.
Luis y Encarna, Encarna y Luis, han tenido la fortuna de sumar entre los dos casi doscientos años. Algo encomiable y digno de resaltar, más aún en estos tiempos de covid-19, tan difíciles de sobrellevar.
Tiempos difíciles, en particular, para las personas mayores, de las que por su trayectoria vital se suele decir que lo han visto y vivido todo (Luis y Encarna, la guerra civil, entre otros). Esta resiliencia, que expresa la capacidad para sobreponerse a situaciones extremas, viene a demostrar que las personas mayores no son precisamente las vulnerables sino que la verdadera vulnerabilidad hay que achacársela al propio Sistema por no tratarlas y cuidarlas como se merecen.
En conclusión, muchos son –pues- los años que cumple Luis, y como los mayores son gente que tiene todas las edades de la vida, es el momento de pararse en una de esas edades, los cien, y hacer un reconocimiento público.
Molina puede sentirse orgullosa de tener un conciudadano que cumple 100 años.”