
Manolo: “No han sido sinceros a la hora de decirme que no cuentan conmigo”
El Club Deportivo Guadalajara ya ha comenzado a planificar su plantilla de cara al próximo curso. En esa plantilla no estará Manolo Delgado, uno de los capitanes del Dépor y cuyo contrato no se vio renovado al término de esta campaña tras tres temporadas vistiendo la elástica morada.
Una no continuidad que, para el portero, ha pillado totalmente de sorpresa ya que creía que desde el club iban a contar con él. En su palmarés quedan tres ascensos: uno con el Villarrubia y dos con el Deportivo Guadalajara en dos etapas diferentes, un recuerdo que será difícil de borrar para el guardameta.
Manolo vivía su segunda etapa en el Pedro Escartín. La primera fue en el curso 2006/2007, cuando el Dépor logró el ascenso por primera vez en su historia a Segunda B en Las Palmas. Ahora, se despide del club tras conseguir la promoción a Segunda RFEF. Manolo define las tres temporadas que ha estado en Guadalajara como “muy bonitas”: “Veníamos de casi descender. Era complicado levantarlo pero, a base de trabajo, juego y resultados hemos conseguido arreglarlo y meternos en una categoría superior”, afirma.
La 2021/2022 fue muy exigente, pero muy motivante para un Manolo al que una inoportuna lesión apartó de la titularidad: “Yo encuentro la motivación con muy poco. Internamente, me sentía muy bien, feliz y con confianza hasta que tuve la lesión en Ciudad Real. Me fastidió estar tres meses sin volver porque estaba a un gran nivel, pero el equipo en aquel momento estaba genial. Estaba tranquilo porque lo teníamos en la mano y lo acabamos consiguiendo”, declaraba el portero.
A partir de aquel fatídico día, Álex Herrero se asentó en la portería del Guadalajara y Manolo perdió protagonismo. No obstante, su relación con él y con Javi Corral -tercer portero- siguió siendo magnífica: “Nuestra relación ha sido inmejorable, formamos un ‘miniequipo’ dentro del equipo. Los entrenadores de porteros que hemos tenido aquí en Guadalajara han sido una pasada y la competencia, muy sana. Cuando ha jugado Álex, he intentado ayudarle siempre en todo lo que he podido, también a Javi Corral”.
Precisamente, Manolo cree que en ellos estaba la fórmula del éxito que ha tenido el Guadalajara en cuanto a encajar tan pocos goles: “Creo que tal y como hemos trabajado entre todos, con los entrenadores de porteros, es como se tienen que hacer las cosas. Eso hasta que Gonzalo Ónega decidió que el que escogía quién iba a jugar bajo los palos era él. Decía que no tenía idea de porteros, que decidía el entrenador de porteros y al final el que acabó escogiendo era él”, relataba contrariado Manolo.
Final agridulce
El ya exjugador del Guadalajara se encuentra disgustado por la forma en la que ha salido, ya que, según él, “la decisión la han tomado dos personas”. El arquero apunta al técnico, Gonzalo Ónega, y al director deportivo Paco Gallardo: “No estoy decepcionado con el club, porque la propiedad encabezada por Néstor y también Ávila me han dado su apoyo. Los que no quieren que siga son el entrenador y el director deportivo. Por eso me fastidia más, porque son solo –que yo sepa– dos personas las que no quieren que siga”, incide.
En ese contexto, la despedida es para él especialmente dolorosa porque afirma sentirse a un gran nivel: “Creo que estoy en el mejor momento de mi carrera. Los números y las estadísticas están ahí. He progresado mucho en estas tres temporadas en Guadalajara, creí en el proyecto cuando me decían que estaba loco y ahora no han sido sinceros a la hora de decirme que no cuentan conmigo”.
Para Manolo, tener que abandonar ahora Guadalajara es un duro revés por lo que se ha conseguido desde que él está y la ilusión que tiene la gente por ver despertar al equipo que tanto ha sufrido en los últimos tiempos: “Esto estaba frío y hemos conseguido que la gente vuelva a tener sentimiento hacia el club. Yo no pensaba que iba a volver a Guadalajara. Solo con hablar con Carlos Ávila y Acciari quedé convencido. Me vine a un equipo en el que nadie confiaba, en una situación muy comprometida y después de ascender con el Villarrubia. No me equivoqué. Ahora me duele más porque es mi tercera temporada, me eligieron de primeras capitán en la primera temporada incluso habiendo gente que había renovado de temporadas anteriores. Me he sentido en casa, como si fuese de esta ciudad y me duele mucho porque yo quería estar aquí hasta que el club lo decidiera. Confiaba en las personas y en el proyecto y al final me tengo que ir así”.