Marchamalo recupera con fuerza sus Gallardos del Año

En total han sido ocho premiados agrupados en cinco premios. El primero, a la Guardia Civil, con cerca de 150 años de presencia en Marchamalo desde que el Gobierno del General Prim decidió el 1 de enero de 1870 instalar un puesto de la Guardia Civil en esta localidad. En 1902, el entonces alcalde Fernando Ayuso Sánchez, puso a su disposición una casa cuartel –el actual centro social- y fue a finales de los años 50 del siglo pasado cuando el alcalde Andrés Margalet, les construyó el actual edificio, en la plaza de María Martínez Junquera. En la localidad, como ha recordado el cronista oficial de Marchamalo esta mañana, Juan Enrique Ablanque, fijaron su residencia muchos guardias, procedentes de otros lugares, cuando les llegó el momento de la jubilación, allí nacieron sus hijos y sus nietos, de la misma forma que muchos marchamaleros se han integrado en el Cuerpo. Su vinculación ha quedado plasmada también en el nombre de algunas calles. El regidor Fernando Olalla les dedicó una en los primeros años de la Democracia, y Juan Armando Monge, siendo alcalde, quiso homenajear de la misma forma a Juna Antonio García González, hijo, nieto y hermano del Cuerpo que fue víctima de un atentado de ETA en 1982, en Burguete (Navarra), su primer destino. “En memoria de todo ello, y como homenaje y agradecimiento a su abnegada labor al servicio de los ciudadanos”, según refirió el cronista, el alcalde, Rafael Esteban, acompañado por la concejala de Cultura, Conchi Monge, le entregó el Gallardo del Año a Juan Sánchez Poveda, teniente de la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara.

El segundo galardón fue para los panaderos de Marchamalo, referencias indiscutibles en el sector que se convirtieron en protagonistas de dichos populares como “Pan de Marchamalo y vino de Yunquera hasta que me muera”. De los siete hornos que hubo en su momento, hoy se conservan dos, totalmente modernizados. Por conservar esta tradición “para mayor gloria de Marchamalo”, según ha expuesto Ablanque, el Ayuntamiento ha distinguido a los actuales panaderos y los descendientes de otros que se dedicaron tradicionalmente a este oficio. Con gran emoción han subido a recoger el premio Gabriel Poudereux, Ángel y Javier Ortega, Pilar del Castillo y Luis Calvo.

El tercer Gallardo de la mañana ha sido para la Familia Romero de Lucas, responsable de la llegada del cine y el baile a la localidad. Sus descendientes, Lidia Oñoro y Alfredo y Luis Romero, han recogido con gran emotividad este premio tan cargado de recuerdos que apenas dejaron pronunciar algunas palabras de agradecimiento.

El cuarto premio fue para Ángel de Lucas Molina, músico y compositor que junto a su padre ha puesto música y letra a la historia de Marchamalo. Muestra de esta larga trayectoria es el pasodoble Con Gallardía, que él mismo ha compuesto y que ha sonado esta mañana por primera vez en el Ateneo Arriaca para deleite de todos.

El quinto y último Gallardo del Año ha ido a las manos de Javier Recio Oñoro, tenor solista y coral de relevante trayectoria profesional en nuestro país y fuera de ellas. Nació en Guadalajara, pero considera a Marchamalo, su pueblo. Fue en este mismo Ateneo Arriaca donde ha recibido este galardón donde grabó su primer disco, y espera hacer lo mismo con el segundo. “Me siento profundamente marchamalero y muy orgulloso de mi gente”, ha dicho esta mañana, tras agradecer la entrega de este reconocimiento.

Una foto de familia de todos los premiados con los miembros de la Corporación Municipal ha puesto el punto y final a esta gala, en la que los asistentes pudieron deleitarse también con la música de la Banda de Música Municipal que interpretó cinco temas al inicio del acto, bajo la batuta de su director Gonzalo de la Guía.