Marchamalo revive con emoción la llegada de su Gallardo a la localidad 82 años después

30/04/2022 - 17:05 M.Pérez

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha acompañado a los vecinos en esta celebración, así como numerosas autoridades provinciales y regionales. 

La localidad gallarda vivía este sábado uno de sus días más importantes de estas fiestas patronales, que están a punto de comenzar. La pandemia impidió hace dos años que el pueblo celebrara el 80 aniversario de la llegada de la actual imagen al municipio y ha sido hoy cuando, por fin, se ha podido llevar a cabo. En el punto donde atestiguan que 'asaltaron' el camión que transportaba al Cristo de la Esperanza para subirlo a hombros hasta la iglesia espera El Gallardo, en su carroza de flores, con el verde como color predominante y su faldilla color de esperanza a sus files, que poco después de las 11.30 horas habían partido en procesión desde la Plaza Mayor.

Los estandartes de la Hermandad del Cristo de la Esperanza, la Virgen de la Soledad y el Cristo Yacente, de Marchamalo abrían el cortejo, seguidos de numerosos estandartes de hermandades y cofradías de pueblos de la provincia, que han querido estar presente en la cita. Rafael Esteban, alcalde del municipio y toda la Corporación Municipal, ejercieron de anfitriones ante la subdelegada del Gobierno en Guadalajara, Mercedes Gómez; el presidente de las Cortes, Pablo Bellido; los consejeros José Luis Escudero y Bárba García; el delgado de la Junta en Guadalajara, Eusebio Robles; el senador José Luis González Lamola y otros dirigentes del PP, entre otras autoridades presentes que arropaban a los marchamaleros. Emocionante fue la reverencia de cada uno de ellos al patrón gallardo y la narración que el cronista oficial, Juan Enrique Ablanque, en la que contextualizó el acto.

"Fue en el siglo XVI cuanto una temible plaga de langosta asolaba la Campiña y el valle del Henares. La aldea de Marchamalo convocó al concejo en  los pórticos a campana tañida. Aterrados por la catástrofe que suponía la destrucción de las cosechas y la falta de pan, el hambre y las enfermedades, los marchamaleros decidieron convocar la ayuda de SAnta Mónica, patrona desde el siglo XIV, que libró a Guadalajara y sus aldeas de otras enfermedades pero la plaga no desaparecía (...) Alguien recordó que en un lugar de la sacristía había una imagen de un Cristo Crucificado, recién tallado, cubieto con un lienzo. Los marchamaleros decidieron poner sobre esa imagen su última esperanza. La sacaron en procesión, llevándole en andas por el camino de Las Fuentes, en el paraje conocido como Prado Hermoso, que da nombre a nuestro pueblo, le invocaron con devoción para que cesara el avance de las langosta. Algo milagroso sucedió se detuvo. Un fuerte viento les hizo cambiar de dirección. Los campos se salvaron del desastre. Alborzados y emocionados, los marchamaleros regresaban a la iglesia por la Vereda de Cantalobos y fue entonces, cuando uno de los ancianos del lugar exclamó "Mirad a nuestro Cristo de la Esperanza, qué gallardo viene a hombros de su pueblo". Desde ese día, los marchamaleros le siguen admirando con fervor y agradecimiento por haberles librado de las 'langostas' que les ha mandado la vida. 

Esta vez no fue a hombros de su pueblo, pero sí en su carroza, empujada por sus fieles, como fue acercándose a los pórticos de la iglesia, en un camino lleno de imágenes y flores que le recordaban. La Plaza Mayor se convertían en templo al aire libre y donde esperaba el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, para sumarse a la celebración eucarística, como así lo hizo también el vicario de la Dióceis, Agustín Bujeda. El varítono lírico marchamalero Javier Recio, entonó el himno del Santo Cristo de la Esperanza a su llegada al lugar entre un gran aplauso de los asistentes. 

Desde este sábado, el Santo Cristo de la Esperanza, El Gallardo, es Alcalde Perpétuo de Marchamalo, cargo que simbolizaba en la eucaristía, un bastón de mando de cerámica de Talavera, regalo que el Ayuntamiento de Talavera de la Reina ha hecho al patrón en recuerdo de esta conmemoración. 

Después de la misa, se degustaron los típicos bollos de la fiesta y la tradicional limonada.