Martínez Arroyo recuerda la importancia fundamental de Agricultura y Ganadería para mantener población

Durante las jornadas, se llevaron a cabo varias mesas redondas sobre distintos puntos, desde el futuro de la agricultura, el emprendimiento, la investigación y el desarrollo o el papel de la mujer en el medio rural, además de una entrevista al consejero de al consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo. En su conversación con el escritor Sergio del Molino, autor de La España Vacía y comisario del congreso, Arroyo recalcó que la agricultura, la ganadería y la industria agroalimentaria “son imprescindibles”, ya que suponen el 15 por ciento de la riqueza que se genera en Castilla-La Mancha. “Donde no existe ese sector potente, con futuro y sostenible tenemos el problema de despoblación”, sin que ello suponga abandonar el resto de sectores. 

Arroyo considera importante que se seduzca al medio urbano desde el rural para justificar la necesidad del apoyo económico a quienes viven en los pueblos. “Hay que invertir más y mejor” y tener en cuenta a los propios agentes que viven en el medio rural, como los Grupos de Desarrollo Rural.

Precisamente, el presidente de la Red Castellano-Manchega de Desarrollo Rural (Recamder), Jesús Ortega, fue otro de los invitados al congreso. Él también invitó a hablar en positivo del medio rural: “debemos vender lo que tenemos en el medio rural, nuestra calidad de vida, la naturaleza...”. Además, recordó el congreso realizado hace casi un año por Recamder y Nueva Alcarria, en el que “traímos aquí a 600 personas del medio rural para que dijeran qué había que hacer”. El resultado fue el Manifiesto de Sigüenza, del que destacó algunos puntos. 

El primero es introducir cambios en la ley del suelo. “Es imposible tener la misma normativa en un pueblecito que en Madrid. Para tener una empresa en el medio rural no puede ser que te pidan un polígono industrial con un 10 por ciento de zona verde, cuando todo aquí es zona verde”. 

También reclamó una discriminación fiscal positiva, ya que tampoco la prestación de servicios es igual a la de las ciudades. Y por último, pidió cambio en la financiación autonómica. “Un municipio de 1.000 habitantes recibe un 30 por ciento menos de dinero por habitante de lo que percibe Madrid, y eso que el coste de mantenimiento de los servicios en un pueblo es mucho mayor”.

El comisionado para el Reto Demográfico de Castilla La Mancha, Jesús Alique, habló en la mesa sobre nuevas tecnologías y empresa, incidiendo en la apuesta que ha hecho el gobierno autonómico por la banda ancha. Gracias al acuerdo alcanzado con las diputaciones, se invertirán 120 millones a lo largo de los próximos cuatro años para llevar la banda ancha a todos los municipios de menos de 200 habitantes de la región, que son precisamente aquellos a los que las operadores no tienen obligación de llevar esta conexión. 

En la mesa sobre agricultura,  Julián Morcillo, UPA C-LM. pido a agricultores y ganaderos que reivindiquen su propia profesión, ya que son empresas que no se deslocalizan y que resultan muy necesarias, sobre todo por el constante crecimiento de población. Y ante eso, denunció las condiciones en las que desarrollan su trabajo, con precio de hace 30 años y exigencias impuestas por la UE. “A nosotros se nos exige mucho, pero se importa de lugares que no tienen las mismas exigencias”.  

Y  como es lógico, el Congreso contó con una carácter reivindicativo. Así, se lamentó la escasa presencia de representantes de las administraciones más allá de los discursos institucionales. Y Emilio Barco, escritor y agricultor, autor de Donde viven los caracoles reclamó “equipos de desbrozadotes de la burocracia”, la mentando que  “a los municipios nos tratan como a niños pequeños. El Ayuntamiento de mi pueblo con 600 habitantes tiene en bancos casi un millón de euros y no nos los podemos gastar por la Estabilidad Presupuestaria. No podemos reformar las escuelas o invertir en tuberías”. 

Por último, Lucía Camón, de la Red Pueblos en Arte, que está consiguiendo repoblar algunas localdiades, reivindicó la importancia de la acción. “Nuestro objetivo nunca fue traer gente, si no hacer cosas. Y cuando la gente ve que pasan cosas, quieren venir”. Además, recordó que la elección del lugar de residencia puede depender de las propias etapas vitales.  “A mi con 20 años no me apetecía estar en el pueblo, pero luego tengo una hija y lo que no me apetece es estar en Madrid”. Lo que sí hay, lamentó, “es una desconexión entre la gente y las administraciones”.