Más de 1.800 efectivos concluyen el ejercicio de emergencias GAMMA Cogolludo 2012

En total han sido 1.857 efectivos civiles y militares, a los que se han sumado voluntarios, los que han participado durante los tres días que ha durado el ejercicio en demostrar la capacidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para hacer frente a una catástrofe de esta magnitud, que, de forma simulada, afectaba a 11 poblaciones con un radio de acción de 30 kilómetros, ya que se ha realizado un despliegue lo más próximo a la realidad. El comandante Javier Marcos, responsable de Comunicación social de la UME, ha confirmado al término del ejercicio, al que han tenido acceso los medios de comunicación, que se habían cumplido “todos los tiempos de respuesta con la precisión que se requería”. El objetivo más importante que pretendía lograr con este ejercicio, como informaba el teniente general y jefe de la UME, Roldán, era que todos los actuantes “pudiéramos llamarnos con el nombre de pila”, es decir, tener una comunicación eficaz y fluida, con confianza, entre los distintos responsables implicados. Roldán dejaba claro que se ha tratado de un ejercicio de emergencias y no de un simulacro, ya que desde el pasado lunes se han ido inyectando incidencias para comprobar la capacidad de resistencia ante la presión de actuar y tomar decisiones en una situación de estas características, aunque muchas de estas han pasado desapercibidas para la ciudadanía. De hecho, la jornada del lunes se dedicó fundamentalmente a la transmisión de información y coordinación, y fue el martes cuando militares, Cruz Roja, Protección Civil, Guardia Civil y Policía Nacional, entre otros muchos, comenzaron a actuar en los distintos escenarios planteados. El despliegue de emergencia ha alterado la vida de una decena de localidades, aunque ha sido en Cogolludo donde ha estado el centro de operaciones, que esta mañana han visitado los ministros de Defensa e Interior, Pedro Morenés y Jorge Fernández, respectivamente, y la presidenta de Castilla-La Mancha, Mª Dolores de Cospedal, como máximos responsables de esta operación, entre otros.