Más de 5.000 raciones de paella para combatir los trastornos de conducta alimentaria
Miles de personas se han dado cita en San Roque en la paella solidaria de peñas que organiza y patrocina la Diputación en beneficio de la Asociación para la Defensa de Enfermos de Anorexia y Bulimia Alcarreña (ADABAL). FOTOS: RAFAEL MARTÍN SOLANO.
“Queremos agradecer a la Diputación de Guadalajara y al Ayuntamiento deGuadalajara por haber contado con nosotros en esta edición y ayudarnos a seguir trabajando con las personas y familias que sufren trastornos de conductas alimentarias”, ha valorado Pilar Vargas, presidenta de ADABAL.
El parque estaba a rebosar. Por un lado de personas que, tras esperar desde las 10.00 de la mañana, ya habían logrado su ración hacia las 14.30 horas. Por otro, aquellas que, estoicamente, guardaron hasta dos horas de cola –era literalmente kilométrica- para conseguir su ansiado plato, ya pasadas las 15.30 horas. Otro buen montón de guadalajareños prefirió no esperar y traerse su picnic, su mesa y sus sillas y disfrutar así del apacible día, muy llevadero bajo la sombra de los árboles.
El ambiente era el esperado, pero no por ello digno de resaltar. Familias, con sus hijos, amigos, novietes, novietas y peñistas comían sentados cada uno su ración mientras comentaban los avatares de las fiestas, si el plato era más o menos suculento o los planes para la próxima noche o próximos días. Los más mayores, con su nietos, disfrutaban a su manera, con la vista puesta en su digna y motivadora responsabilidad de que no le pasara nada al niño que tenían a cargo, mientras los más activos bromeaban entre ellos aprovechando la chispa que les daba el agua fresquita de la fuente o, quién sabe, el líquido procedente de alguna cerveza de más.
“Es un gusto ver rebosar este parque en una jornada en al que demás estamos ayudando a visibilizar el problema de los trastornos de conducta alimenticia que todavía sigue siendo un tema tabú en la sociedad”, ha comentado el vicepresidente primero de la Diputación de Guadalajara, Rubén García.
El panorama solidario –todo aquél que quiso pudo echar una mano- era el siguiente: los miembros de la asociación se encargaban de vender los tickets, mientras voluntarios de La Caixa ayudaban a entregar la bolsa con una cuchara, el pan, una botella de agua y un yogurt, a la par que, entre otros, miembros de las peñas, Policía Local, Ayuntamiento y Diputación provincial repartían los platos de paella.
Entre tanto, los representantes municipales, con el alcalde, Alberto Rojo, y el teniente de alcalde, Rafael Pérez Borda, a la cabeza, estaban pendientes del transcurso de la cita, así como el vicepresidente de Diputación, Rubén García, y, por qué no, disfrutando, como vecinos que son, de esta actividad solidaria a la que contribuyeron con su granito de arena.
Rojo se ha referido como “una actividad muy importante y de mucho cariño que congrega a muchísimas personas con la alegría que se está expresando en las calles. Pero lo más importante es el fin social de esta cita, que ayuda a que tengamos asociaciones potentes y fuertes para seguir luchando contra este tipo de problemáticas”.
Al finalizar la actividad los presentes se fueron con el estómago lleno; con las necesidades corporales y lúdicas cubiertas y con algo mucho más importante: la satisfacción de haber contribuido a una causa que afecta a miles de familias españolas. Por cada grano de arroz servido se logró dar un pequeño gran paso para combatir la anorexia y a bulimia entre los enfermos afectados.