Más de la mitad de las madres dejan la lactancia a los seis meses
El Regazo de Madre ha celebrado su Semana de la Lactancia haciendo hincapié en los beneficios de la leche materna para los recién nacidos
En los hospitales públicos, el 80 por ciento de las madres que dan a luz salen amamantando a sus hijos, a los tres meses el porcentaje baja al 50 % y a los seis tan solo es el 30 % las que siguen con la lactancia materna. Así lo confirmó el martes la enfermera y matrona Asun Las Heras, poco antes del inicio de la la primera de las actividades que El Regazo de Madre celebró con motivo de la Semana de la Lactancia Materna con el lema: Construyendo alianzas para proteger la lactancia materna, por el bien común, sin conflictos de interés.
Las Heras decía que el objetivo de esta actividad era “difundir la presencia, existencia, utilidad y el papel” de la lactancia materna, pues, añadía, que en el momento actual la maternidad se asocia a un biberón o a un chupete “y no es lo natural”, aseguraba. “El primer alimento idóneo para el bebé por sus características biológicas y nutricionales es la leche de su madre”. Ella, al igual que su compañera matrona del Hospital de Guadalajara, Rosa Zaragoza, recordaron cómo desde los años 40 y 50 fue descendiendo el número de mujeres que daban el pecho a sus hijos debido a la incorporación de la mujer al trabajo, el hecho de dar a luz en el hospital y el marketing de la industria de la alimentación y la comercialización de la leche de fórmula.
Fue precisamente en los años 50 cuando un grupo de madres fueron escuchadas por un grupo de pediatras y a su vez por Unicef en la que manifestaron que la lactancia materna se estaba quedando en un segundo plano “y sin embargo es más salud que otra cosa, así que había que promocionarla”. Unicef y OMS impulsaron la iniciativa Amigos de la infancia en los hospitales para que favorecieran la lactancia. También se empezaron a promocionar los grupos de madres, como la Liga de la leche, que nació en California. Además Unicef creó el grupo de trabajo WABA, para dar a conocer y normalizar la lactancia.
Las Heras recuerda que la lactancia materna tiene beneficios a corto, medio y largo plazo. “La leche materna, con todas las células vivas que tiene, las inmunoglobulinas y flora bacteriana buena, impacta en el intestino del bebé y se genera un estímulo del sistema inmunológico que no va tener el niño que beba leche artificial, por lo que su sistema inmune es mucho más fuerte frente a catarros o diarreas”. Este beneficio se produce a corto plazo, pero a medio “está demostrado que el riesgo de tener miopía elevada, problemas de fonación, articulación de la boca, o en los dientes, son más frecuentes en los niños que han tomado leche artificial. El niño que mama mueve mucho la mandíbula desde pequeño. Es un entrenamiento que el niño que está con el biberón no hace”, explica. A largo plazo, cuando el niño que se ha alimentado con teta se hace mayor tiene menos riesgo de padecer hipertensión o diabetes.
En esta Semana de la Lactancia Materna, la enfermera de Pediatría Charo Sánchez-Escalonilla, dio la clave de porqué comienza la lactancia materna. Aseguró que la razón va más allá de conocer las ventajas, el motivo, insistió, es el “enamoramiento”. Con un lenguaje cercano y muy próximo, Sánchez-Escalonilla dejó claro que “proteger la lactancia materna está en nuestras manos”, pero también puso en evidencia la falta de formación que ha existido sobre ella, pues ni aparece en los libros de texto, ni tampoco en la formación de los profesionales sanitarios, al menos, hace años.
Otra de las claves de la lactancia materna es el papel de los padres, que fue abordado por el psicólogo Santiago Moreno en la jornada de ayer. “Para una madre que empieza con la lactancia, la actitud y las palabras del padre son muy importantes y pueden ser, a su pesar, motivo de abandono”, decía Asun Las Heras.