Miles de niños reciben con los brazos abiertos a los Reyes Magos
Sueña el cohete. Los niños se entusiasman. Carbón (dulce); caramelos (sin gluten); lujo asiático, con los personajes de Disney llegando a bordo de flamantes descapotables clásicos... Todo está ya listo para que la felicidad se cristalice en forma de regalos porque Sus Majestades ya están aquí. Su cara rebosa de felicidad. Sus bolsillos, de dulces, totalmente tiznados.
Ellos, con sus padres, no se han quedado en su casa. Han salido masivamente a las calles de la capital para contemplar las 17 comparsas y cerca de 300 figurantes acompañan a los Reyes Magos de Oriente por el recorrido tradicional, desde la calle Madrid, Plaza de España, Calle Miguel Fluiters, Calle Mayor y Fernández Iparraguirre, hasta Santo Domingo.
Los peques, y algunos ya no tanto, bien abrigados con gorros, guantes, bufandas y orejeras, en su mayoría de lana, que son los que más abrigan cuando el tiempo es seco, han lanzado a la comitiva real sus deseos y, los más rezagados, depositado su carta en los coches de Correos que se han trasladado con este objetivo. Todos admirando una gran explosión de luz y color, en esta ocasión con un tinte más tradicional que el año pasado en el que han regresado los animales, ya que seis caballos forman parte de la celebración, junto con los cofres de oro, incienso y mirra que ofrecen al Niño Jesús y la estrella de Belén.
Abre la comitiva la estrella de Belén, con luz propia, que es la que guía a los Reyes Magos, con un aspecto entre lo paranormal y lo vanguardista, además de una batucada, ballet, hinchables gigantes, faquires, etc. con una temática basada en la fantasía, la magia, la luz, y el color.
Dentro de la cabalgata hay también un pequeño homenaje a los 100 años de Disney. Sus personajes saludan a los presentes cuyos rostros reflejan su felicidad. Carteros y bomberos ayudan a los Reyes Magos en su trabajo; los carteros recogiendo las cartas que todos los niños les envían, y los bomberos ayudándoles a acceder a esas ventanas y azoteas más difíciles. En ellos han depositado sus esperanzas. La esperanza de que les lleven a sus hogares sus consolas de videojuegos, muñecas, balones, cada vez más los piden las niñas, tablets, etc. También les han solicitado que les ayuden a sacar buenas notas.
Para la alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, es su primera Cabalgata como regidora capitalina. Para ella "lo más importante es que los reyes repartan salud, amor y bienestar".
El orden de la comitiva es el siguiente: comparsa flores hinchables, de colores, con luces led cambiando el color; 100 Años Disney, tres coches clásicos descapotables con Mickey y Minnie, Pluto y Goofy, Pato Donald y Daisy; cinco figuras hinchables de más de cuatro metros de altura; ballet 100 años Disney, con sus trajes de aspecto metálico; comparsa carboneros que reparten carbón dulce entre los niños y niñas, de mano en mano, sin lanzarlos; los villancicos de la Agrupacion del Santisimo Cristo del Amor y la Paz; seis pajes montados a caballo; ballet con cofres; comparsa del Rey Melchor; carroza con el rey Melchor y sus pajes reales; Ballet Alas Isis; comparsa Rey Gaspar; carroza y sus pajes reales; comparsa arabe (con pirotecnia fría); comparsa rey Baltasar; carroza con el rey Baltasar y sus pajes reales; bomberos de Guadalajara, Protección Civi, Policía Local y Policía Nacional, que conectaron al primer golpe de vista con los chiquillos a quienes saludaron.
Una vez en San Ginés, los Reyes Magos descienden de sus carrozas para adorar al Niño Jesús en el Belén Viviente sobre el escenario instalado junto a San Ginés.
Tras la adoración reciben las llaves de la ciudad y lanzan su mensaje para todos los niños de Guadalajara, antes de que se vayan a dormir rápido, pues enseguida ellos empezarán a repartir sus regalos por todas las casas.
Vallas antivuelco de seguridad en el recorrido
La Policía Local de Guadalajara, con los servicios habituales de Protección Civil, servicios sanitarios y personal de la organización del evento, velan por la seguridad de la celebración de esta mágica noche.
Este año hay una seguridad extra que es la colocación de tres kilómetros de vallas antivuelco, en la parte más complicada del recorrido, por la seguridad de los niños con las ruedas de los vehículos de esta cabalgata, en la se reparten 1.500 kilos de caramelos “sin gluten”.