Mirando a la cara


Nadie duda de los hechos positivos logrados por el gobierno de Jose María Aznar, así como de las políticas de futuro que ejecutó.

Nadie duda de los hechos positivos logrados por el gobierno de Jose María Aznar, así como de las políticas de futuro que ejecutó, algunas de las cuales se siguen disfrutando hoy en día, aunque otras fueron eliminadas por Zapatero en un alarde de faraonismo sin criterio, pero no es menos cierto que uno es esclavo de sus aciertos y sus errores, por eso me sorprenden las palabras de Aznar referidas a la derechita cobarde, que nadie le puede mirar a la cara y aguantarle la mirada, le voy a contar lo que le dirían mis ojos.

Aún recuerdo, a groso modo y sin entrar a buscar nada que no se conozca, como, después de ganar las elecciones por primera vez, el clamor de la sociedad era que desclasificara los papeles del CSID sobre el GAL, y el señor Aznar y su gobierno, valientemente, se negaron a desclasificar unos documentos que hasta los propios jueces les reclamaban para la instrucción del juicio. Fue la primera traición a sus votantes.

Como no recordar la frase cómplice con el pancatalanismo: “en círculos reducidos hablo catalán…”, sin duda demostró una gran valentía, por no decir una bajada de pantalones ante Pujol. Era un alarde de valentía ante el pujolismo a costa del resto de españoles.

Si entramos en sus ocho años de gobierno, y pensamos en la cúpula de funcionarios  del Ministerio del Interior, cuyos máximos responsables siguieron siendo los que puso al frente el gobierno socialista de Felipe González, Villarejo incluido, y que al final de la segunda legislatura fueron los que gestionaron el mayor atentado terrorista de la historia de España (con el resultado de todos conocido) con Rafael Vera como la persona a la que se informaba antes que al propio gobierno, podemos apreciar su valentía para sanear las llamadas “cloacas del estado”. Si hasta el ministro de defensa de su primera legislatura fue Eduardo Serra, un alto cargo del gobierno socialista saliente, despreciando así a cualquiera de los afiliados del P.P.

Otro momento cumbre fue cuando nombró digitalmente a Mariano el inane para su sucesión, sin duda arrepentido de su promesa de dejar el gobierno a los 8 años de gobierno, pensó en dejar un sucesor dúctil y maleable, alguien a quién poder influir tras las bambalinas del poder, pero entonces, la mula que pensaba que era mansa, salió mula falsa, se encabritó dando coces a todo el mundo, y con el tiempo, destrozando todo el ideario del Partido Popular y la propia estructura del  mismo, laminando incluso al propio Aznar, que ha sido incapaz de decir nada en estos 15 años de presidencia del partido que ha ostentado Marianico el inútil. Jose María Aznar, en aras de la valentía, nunca ha hecho ningún comentario directo a las políticas antiespañolas que ha aplicado el Partido Popular

Cambiar el voto de un partido a otro demuestra un esfuerzo personal para diferenciar los hechos de unos con respecto a otros, y cuando un partido aglutina un ideario y consigue que gran cantidad de personas avalen esas ideas, que uno mismo las han despreciado, lo mejor que se puede hacer es pensar en lo que se ha hecho mal, y no en el desafío hacia el otro, que solo muestra un descontento social y una esperanza de hacer política para los españoles, y no para las regiones.

La responsabilidad de un político nos solo se mide por su acción, también por su omisión, y en este caso, viendo sus actos, a la cara y a los ojos, por acción y por omisión, señor Aznar: ha sido un cobarde en ciertos actos. Hay que tener en cuenta que a día de hoy está en plena  actualidad política, si hubiera seguido escondido, como durante el gobierno de Rajoy no se habrían recordado estas pinceladas, pero salir a los medios sacando pecho de valentía, sin apuntar nada en el debe de su gestión, me parece cuando menos prepotente y soberbio  en vez de humilde, y responsable de sus actos. Señor Aznar hubo aspectos de su gobierno que denotaron una derechita cobarde a la hora de tomar decisiones, que, sin duda, dieron pie a que se acuñara el termino conocido de  “maricomplejines”.