‘Naturalea’ el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, un refugio natural con miles de hectáreas por descubrir

11/12/2020 - 10:55 Redacción

 Disfruta del paisaje secular de la Dehesa del Valle de Alcudia; observa la fauna amenazada de especial interés, desde el lince ibérico al águila imperial, descubre unas pinturas rupestres de relevancia internacional y sueña con un cielo con certificado Startligth.

PUBLIRREPORTAJE FOTOGRAFÍAS: ©Turismo Castilla-La Mancha / David Blázquez

 

El Valle de Alcudia y Sierra Madrona ofrecen al visitante la posibilidad de disfrutar de miles de hectáreas de puro y poco intervenido bosque mediterráneo, con los robledales más extensos y mejor conservados del sur peninsular. En ellos encontramos  los seculares paisajes de la dehesa del valle de Alcudia con su mar de encinas sobre excepcionales pastizales; la mejor representación de la gran fauna amenazada de la región; pinturas rupestres de excepcional valor cultural y el mejor cielo estrellado. Todos estos tesoros encontrarán quienes visiten este poco conocido y tranquilo parque natural.

Tendrán, además, la oportunidad de pasear por bosques de árboles centenarios, de conocer antiguas ventas cervantinas y presenciar algunas de las escasas manifestaciones volcánicas peninsulares: Los Castillejos Volcánicos de la Bienvenida, la Laguna Volcánica de La Alberquilla y el volcán de Alhorín.

Y también es casi obligatorio conocer especialmente su excepcional patrimonio arqueológico, apreciando su arte rupestre de relevancia mundial.

 

 

Paraiso de la observación
El parque es un paraíso para los aficionados a la observación de fauna, pudiendo ver una de las mayores colonias reproductoras del mundo de buitre negro; una población de más de 10 parejas de águila imperial; la más amenazada aun águila perdicera; la esquiva cigüeña negra y el felino más amenazado del mundo, el lince ibérico.

Quien lleve sus prismáticos o telescopio en invierno, podrá observar grandes escuadras de grullas surcando los cielos, alimentándose en las dehesas del parque y descansando en sus dormideros hasta el mes de marzo.

Y no menos recomendable es la visita en primavera y otoño, cuando se pueden recoger además setas y escuchar la espectacular berrea del ciervo en infinidad de lugares.

 

 

También se pueden explorar sus rutas de senderismo, ideales para explorar diferentes paisajes, especialmente en primavera y otoño, y para paseos en bicicleta. En ellas se pueden apreciar, además de sus valores naturales, su patrimonio arqueológico (desde el neolítico, ibero y romanos...), su patrimonio en Arte rupestre esquemático (sobresaliente a nivel mundial) su Patrimonio cultural (Pueblos y costumbres, Iglesias, artesonados...), su patrimonio Minero cultural y su patrimonio de la trashumancia (Red de vías pecuarias, ventas, historia).

Destaca además por tener la consideración de parque astronómico con certificación starligth, que reconoce la excelente calidad de su cielo, y por representar un ejemplo de protección y conservación. Gracias a ello, es posible disfrutar realizando el llamado “turismo de estrellas” contemplando el firmamento como parte del patrimonio natural, paisajístico, cultural o científico.

Eso sí, antes de realizar la visita es recomendable consultar el programa de actividades ‘Vive tu espacio’, por si se quiere participar en alguna actividad gratuita organizada por el parque, o bien contactar con las empresas de turismo en la naturaleza de la zona, que ayudarán al visitante a descubrir, valorar y disfrutar este espacio en su máxima magnitud.

 

 

Destino starlight: el mejor lugar para conectar con el universo

Ocho municipios de la zona se han adherido a la iniciativa Starlight: Almodóvar del Campo, Fuencaliente, Mestanza, Cabezarrubias del Puerto, Hinojosa de Calatrava, Brazatortas, Solana del Pino y San Lorenzo de Calatrava.

La certificación de la Fundación Starlight acredita aquellos espacios que poseen una excelente calidad de cielo y que representan un ejemplo de protección y conservación. Reconoce escenarios que incorporan la observación del firmamento como parte de su patrimonio natural, paisajístico, cultural o científico y fomentan, a su vez, el “Turismo de las Estrellas”.

Esta certificación se reserva para lugares que han aprobado una exhaustiva auditoría astronómica sobre la calidad del cielo y los medios para garantizar su protección. La excelencia del cielo viene determinada por estos cuatro parámetros:

- Disponer de cielos oscuros poco afectados por la contaminación lumínica.
- Condiciones atmosféricas que permitan alcanzar en la observación del firmamento un alto grado de nitidez.
- Que la atmósfera disponga de una transparencia adecuada.
- Un porcentaje adecuado de noches despejadas a lo largo del año.

A esto se une otra evaluación turística y de compromiso de destino: los municipios incluidos deben acreditar las adecuadas infraestructuras y actividades relacionadas con la oferta turística (el alojamiento, los medios de observación disponibles al servicio de los visitantes, la formación del personal encargado de la interpretación astronómica, etc.) y su integración en la naturaleza nocturna. Así que la certificación como Destino Turístico Starlight permite, por primera vez, aunar la ciencia y el turismo, basando en la astronomía y la visión del firmamento esta nueva forma de viajar.