¿Sabías que a 4km/h es el mejor ritmo para percibir los sonidos, olores y observar la naturaleza en todo su esplendor?

31/03/2023 - 14:31 M.Pérez/R.MARTÍN

La primavera nos trae nuevos olores, colores y sonidos a nuestro entorno natural. Nos apetece salir, respirar aire puro y conocer nuevos espacios pero ¿sabemos cómo hacer turismo de naturaleza sostenible? En este reportaje te contamos cómo desde Pelegrina. 

En unos días abren los Centros de Interpretación de nuestros espacios naturales protegidos y nos ponemos las botas de monte para conocer uno de ellos, el Parque Natural del Barranco del Río Dulce, que este año celebra el veinte aniversario de su declaración. Este espacio cuenta con más de 8.000 hectáreas y abarca los términos de Sigüenza, con La Cabrera y Pelegrina como máximos exponentes, Torremocha del Campo, Mirabueno y Algora.

Quedamos con el director del parque Rafael Ruiz, que también dirige el de la Sierra Norte, y el agente medioambiental de la zona, Juan A.P. y nos dirigimos al Centro de Interpretación ubicado en Pelegrina. 

“La mejor forma de acercarnos a nuestros espacios naturales protegidos es visitando primero los centros de interpretación de la naturaleza, donde un equipo de informadores y monitores ambientales nos dicen cuales son los valores naturales que vamos a visitar, además de hacer recomendaciones de cómo podemos acercarnos al Parque Natural y que nuestra visita sea respetuosa con la conservación de ese patrimonio y también de los usos tradicionales, valores etnográficos y culturales que alberga ese territorio”, subraya. 

En la provincia de Guadalajara contamos con tres parques naturales: Sierra Norte, Alto Tajo y el que visitamos, el Barranco del Río Dulce. Todo ellos están dotados con centros de interpretación o de recepción de visitantes. En el de la Sierra Norte contamos con uno en El Cardoso de la Sierra y otro en el Hayedo Tejera Negra y próximamente se construirá uno en Cantalojas. A esto hay que sumar centros de visitantes en el Palacio Ducal de Cogolludo y el Museo del País de la Plata, gestionados por ayuntamientos y colectivos locales. Si nuestro destino es el Alto Tajo, podremos encontrar un CI en Corduente, al lado de Molina de Aragón, otro en Zaorejas, en Orea, y Checa, este último enfocado a la ganadería y vías pecuarias y varias oficinas de recepción. Próximamente abrirá un punto de información al visitante en Riba de Saelices y también otro en el Paisaje Protegido del Río Ungría.

 Adentrándonos en el cañón del río Dulce

En el Parque Natural Barranco del Río Dulce hay dos, uno en Mandayona en el que a través de imágenes vía satélite,  aérea, maquetas y otros recursos expositivos podemos adentrarnos en el río Dulce, el parque, en su fauna, la grande y la pequeña, en la comarca y su paisaje románico o los personajes que han defendido la naturaleza y la educación ambiental de nuestro país, en el que destaca, como no, la figura de Félix Rodríguez de la Fuente. También nos invita a visitar otros paisajes protegidos de la región y, a través del programa Explora tu Espacio organizan visitas para colegios y colectivos. 

“Contamos con una avifauna, rupícola, con una gran población de buitres, alimonches y águila perdicera que anidan por los cortados, halcón peregrino roquero solitario, con bastantes ejemplares”, nos explican.

Su vegetación es rupícola y fluvial, con choperas y saucedas, robledal y sabinar en las zonas más altas. 

En este espacio protegido podemos encontrar la Ruta del GR10 y GR60 del Camino del Cid y un par de rutas por la hoz de Pelegrina. 

El agente Juan A.P. es muy claro en cómo debemos adentrarnos en el espacio protegido. “No debemos salirnos de las rutas que nos marcan, tanto por protección a la naturaleza como por seguridad para los visitantes porque hay gente que se dejan guiar por Wikilok para hacer excursiones por itinerarios sin señalizar que pueden resultar altamente peligrosos”, teniendo en cuenta, en este caso especialmente, la orografía del terreno. 

El director del parque nos habla del ecosistema fluvial del río Dulce. “El parque es un cañón calizo labrado por el río en la paramera alcarreña, es el eje vertebrador del parque natural. En este ecosistema además de saucedas, chopos, espinos, fresnedas, álamos blancos también hay especies de fauna muy importantes, como la nutria, martín pescador, mirlo acuático o la trucha común, que tiene mucha pureza genética”. 

El águila perdicera es una de las especies que se encuentra en peligro de extinción. “Sobre ella hay un programa de conservación que implica el siguiente para evitar molestias en el periodo de reproducción”, puntualiza. 

En este sentido, quiere poner en valor las palabras del agente medioambiental, sobre la necesidad de no hacer recorridos fuera de las rutas señalizadas. “Inconscientemente, pasar un rato debajo de un nido de una especie amenazada o hablar más alto, puede hacer que se pierda la reproducción en esa temporada”, subraya, “pueden llegar a abandonar el nido antes de la eclosión o a los polluelos”, termina Rafael Ruiz.

Rodríguez de la Fuente y el inicio del conservacionismo

En la ruta que iniciamos en Pelegrina llegamos a uno de los lugares más emblemáticos del Parque Natural, la caseta donde el naturalista Felix Rodríguez guardaba todo su material para hacer las filmaciones que compondrían la mítica serie de ‘El Hombre y la Tierra’. “En el corazón de España, en una cárcava del río Dulce en la provincia de Guadalajara…”, así comienza uno de los episodios. Hasta en 80 capítulos aparecen imágenes de este Parque Natural del Barranco del Río Dulce, que se convirtió en un improvisado plató de televisión desde donde pudimos ver el día a día de múltiples especies como el buitre o el lobo ibérico. Allí se rodó aquella impactante imagen de un águila real cazando a un cabritillo. La silueta de un lobo y unos paneles explicativos nos recuerdan la huella que dejó el gran Félix Rodríguez de la Fuente.

Los visitantes también pueden ver la cueva donde estaba la manada de lobos que tantos capítulos ocuparon en su serie. “Hizo una gran labor de divulgador al constatar que esta ‘alimañas’ formaban parte de la biodiversidad de este país. Fue entonces cuando se empezó a proteger al lobo. Hizo cambiar la mentalidad de muchos sobre lobos, zorros, águilas”, comenta el agente medioambiental. Y es que con su trabajo, hizo que la gente tomara conciencia de que la acción del hombre estaba acabando con algunas especies. “Especies que demostró, podían convivir perfectamente en armonía con el resto de la biodiversidad”, recalcan desde el Parque Natural. 


    Félix Rodríguez de la Fuente contrataba a gentes de la comarca para sus trabajos televisivos a pie de campo y le recuerdan con gran cariño. De hecho, levantaron  un mirador en homenaje a su labor conservacionista desde el que se puede admirar la belleza del cañón excavado por el río Dulce y contemplar el vuelo de las rapaces en todo su esplendor.


 

Anímate y ‘conoce tu espacio’

Este programa ofrece actividades en todos los espacios protegidos. En Guadalajara, desde el 16 de abril, hasta el 27 de octubre, se ofrecen rutas guiadas para todos los públicos, de unas tres horas de duración, en el que los guías y monitores ambientales te llevan al centro de interpretación para descubrir el parque natural antes de adentrarte en el bosque.  

El 7 de abril hay una ruta interpretada cicloturista, para bicicletas eléctricas, con salida desde Algora, por el Barranco del Río Dulce. 

El domingo 9 de abril se ha programado una ruta interpretada Los artesones de Ablanque, en el Alto Tajo. Y para el 22 de abril, la ruta interpretada Castillos Fríos, con salida en Orea hacia Alustante. 

Desde la Dirección General de Medio Natural de Castilla-La Mancha se ha puesto en marcha una campaña de sensibilización, Naturalea Castilla-La Mancha, que incide en la forma de acercarnos a conocer nuestros espacios naturales protegidos, “la mejor forma es hacerlo a través de actividades de bajo impacto como el senderismo, la observación de aves, fotografía de naturaleza, recorriendo las sendas oficiales de forma pausada. 


Un dato, a cuatro kilómetros hora es  la mejor forma de conocer un espacio natural para poder percibir los sonidos, el canto de las aves, el murmullo de las aves, observar la fauna, los colores cambiantes de la vegetación, “hay que intentar que nuestra aproximación sea respetuosa con los valores naturales que albergan”, señala el director del parque. Por eso hay que llevar a las mascotas con la correa en estas zonas, más aún si hay ganado o simplemente por respeto a los pobladores de este territorio, humanos o animales. 


Un uso publico intensivo puede poner en riesgo la conservación de los valores ambientales de los parques naturales, especialmente los que tengan riesgos de masificación. Este parque, en la Hoz de Pelegrina, es el que mayor riesgo tiene y gracias a una iniciativa del Gobierno regional, se habilitó un aparcamiento para 110 plazas, estimando un ratio de 1,7 personas por vehículo, unas 300 personas visitarían este espacio al día. “Ha sido dimensionado según un estudio que se hizo con la UAH y que recomendaba que el mayor número de visitantes que coincidieran en la Hoz de Pelegrina fuera ese, 300 personas, y nunca rebasase”, relata Rafa Ruiz. 


En la Sierra Norte puede haber problemas en las Chorreras de Despeñalagua de Valverde de los Arroyos, en el Hayedo Tejera Negra durante el otoño o los Pozos del Aljibe, de Campillo de Ranas o el Puente de San Pedro, en Zaorejas, durante el verano … “tenemos que evitar la masificación en estos puntos naturales”, insiste. “Ahora se van a instalar contadores de visitantes en estos puntos para tener una estimación de cuántos visitantes pasan por cada espacio y un contador de vehículos, que a través de una app nos dirá cuál es la ocupación de cada aparcamiento en cada momento, y si está lleno, pensar en otro destino”, nos avanzan.