“Necesitaba crear el espectáculo que, como espectador, quería ver y no encontraba”

10/04/2016 - 15:06 Sofía González

Sergio Cano es el director musical de 'Score',  una iniciativa cultural emprendida por ciudadanos de Guadalajara para el público que ama la música.

El Orfeón Joaquín Turina lleva al Teatro Buero Vallejo de Guadalajara la segunda parte de Score:: Lo invisible del séptimo arte, iniciativa cultural emprendida por ciudadanos de Guadalajara para el público que ama la música, el teatro y la danza. Su director musical, Sergio Cano, repasa la historia del Orfeón y el camino que le ha traído hasta este espectáculo, una de las citas más importantes que tendrán este año. El estreno tendrá lugar el día 23 de abril a las 19.00 horas y habrá una segunda puesta en escena el día 24 de abril a las 17.00.

    ¿Por qué deciden formar el Orfeón Joaquín Turina?
    En el año 2008 era profesor de Lenguaje musical y Piano en una escuela de música de Guadalajara. Siempre me planteé como un reto hacer del Solfeo, tan  temido por los alumnos,  una asignatura fácil y atractiva. En la parte de entonación, sustituí los fastidiosos ejercicios por partituras de coro arregladas por mi de la película Los chicos del coro y similares. Capté rápidamente la atención de mis alumnos, corrió la voz y pronto me vi usando este método en todos los niveles. Fue un paso lógico hacer un coro a dos y tres voces con mis alumnos, siendo ellos mismos los que llamaron a amigos y familiares aficionados a la música para integrarlos en el grupo. Dado el éxito de la iniciativa, tuve la necesidad de seleccionarlos, organizando ensayos para llevar con orden un repertorio atractivo. Fue así como, nació el Orfeón Joaquín Turina.
    ¿Cómo nació la idea de este espectáculo?
    Desde pequeño siempre me fascinó el cine. La fuerza de sus historias y cómo una buena banda sonora puede hacer de una buena película una obra de arte. Yo estudio todas las partituras que caen en mis manos. La gran música sinfónica y coral, hoy día, se hace por y para el cine. Veo su belleza y la comparo con otras del mismo autor. Veo cómo evolucionan, cómo enriquecen su orquestación, cómo se vuelven más originales aún si cabe, pero siempre conservando su esencia. Veo qué recursos utilizan los grandes compositores  y arreglo sus partituras, adaptándolas al coro y orquesta de los que dispongo. Este proyecto empezó en el año 2010 y este episodio II lo acabamos en septiembre de 2015. Viendo el ingente material que tenía en los cajones pensé en hacer un espectáculo musical dividido en una trilogía de conciertos al que titulamos Score: Lo invisible del séptimo arte que, por vez primera, reunía partituras muy concretas para coro, solistas y orquesta, que huía de las típicas suites orquestales de cine, sustituyéndolas por los momentos musicales más sorprendentes del cine actual. Necesitaba crear el espectáculo que, como espectador, quería ver y no encontraba en ningún teatro.
    ¿Cómo surgió la idea de unirlo todo: cine, instrumentos musicales, voces y baile?
    Pues surgió, como todas las ideas geniales (risas), de una tormenta de ideas. Siempre pensé en la idea de hacer música desde un punto de vista original, siguiendo la estela de los grandes musicales de Broadway. En una reunión con mi equipo creativo puse sobre la mesa la idea de un espectáculo fresco y dinámico, que sorprendiese y emocionase. Entonces Julio Prego, actor y dramaturgo, y Esther Vindel, bailarina, empresaria y coreógrafa, tomaron la idea original y la desarrollamos hasta terminar en lo que es hoy Score II.
    ¿Ha sido complicado sincronizar canto adulto, infantil, baile e instrumentos en un mismo espacio?
    Complicadísimo. Nosotros veníamos de ensayar dos días a la semana, hora y media, cosa que hasta el inicio de la trilogía nos había bastado. Ya el episodio I nos exigió hacer algunos ensayos extras y la creación de una orquesta joven que nos acompañará en los ensayos de los viernes, la Turina Symphony Orchestra, formada por alumnos de conservatorios y bandas de música de la provincia. Además, debido a las características del repertorio, tuve que crear también una sección infantil de voces blancas, los Turina Children Voices. Por vez primera, tres formaciones distintas trabajan en un mismo repertorio y espacio. Pasamos de ocupar un aula a tres de manera simultánea y, por lo exigente del repertorio, contamos con la ayuda de Chema Sales como profesor de Técnica Vocal y de Belén Martínez, musicóloga y pianista del Orfeón, que se encarga del entrenamiento de los niños. Yo coordino los ensayos generales, en los que todos coincidimos. Por otro lado, nos hemos encontrado con la limitación física de las aulas a la hora de preparar  las coreografías, por lo que ha habido que organizar ensayos en el estudio de danza de Esther Vindel. Hemos pasado de dos días de ensayo a tres semanales más clases de técnica vocal, coreografía y orquesta. La respuesta del coro ha sido excelente y su compromiso e ilusión han crecido exponencialmente cuando más lo he necesitado. La complejidad del proyecto salta a la vista.
    ¿Por qué han decidido donar lo recaudado con las entradas a la Cruz Roja  y su programa contra la exclusión escolar?
    Somos una asociación sin ánimo de lucro. Todos los ingresos que hemos obtenido los hemos invertido en la orquesta que nos acompaña en los conciertos o en obras sociales. En esta ocasión nos pareció muy atractivo el proyecto de Cruz Roja y por eso nos pusimos en contacto con ellos. Nos gusta fomentar la música y devolverle a la sociedad la ayuda que nos proporciona.
    ¿Por qué recomienda la función?
    Es una oportunidad única para escuchar partituras inéditas en directo. Algunas de ellas se estrenan por primera vez en España. Maestros sinfónicos y premiados en Asia como Naoki Sato y Joe Hisaishi ponen el toque exótico  con las más épicas bandas del anime japonés. Partituras de musicales de Broadway llegan con originales coreografías llevadas a cabo por bailarines profesionales. Escuchamos en primicia una banda sonora de un videojuego de culto. Y, por último, están las bandas sonoras más premiadas de Hollywood, que ponen música a historias increíbles y fascinantes como las del universo de Tim Burton o Disney. Todo ello acompañado de una original puesta en escena.
    ¿Estaba dentro de las expectativas que se agotaran las entradas para la primera función a un mes del estreno?
    En cierto modo sí, porque veníamos de llenar teatros con el primer episodio y siempre nos hacían la misma crítica, “ la función ha estado genial, pero mucha gente se ha quedado fuera. ¿Cuándo lo vais a hacer en un teatro grande? (Más risas)”.
    Entonces, ¿debería darse prisa la gente a la hora de comprar las entradas para la función del 24 de abril?
    Mi consejo para el espectador es que, si le gusta el cine, la danza, el teatro y la música de gran formato sinfónico-coral, no se lo piense dos veces. Las partituras que van a escuchar son únicas, verdaderas rarezas en el circuito actual, que seguramente escuchen en vivo una única vez en sus vidas. ¿Y sabe qué? ¡Las entradas están volando!