Nico García: “Para ganarnos van a tener que sudar sangre”
La marcha de Dani Santamaría ha dejado un vacío importante en el Balonmano Guadalajara, y especialmente en la portería. Para ocupar ese vacío llegó el año pasado Nico García, un joven portero que a base de buenas intervenciones y carisma se ha ido ganando poco a poco a la afición del David Santamaría
Ahora, afronta con ilusión una temporada en ASOBAL en la que compartirá portería con el danés Tobías Lantz, sobre el que dice que “es el típico portero que gusta ver porque es técnico y alto, va a ayudarnos mucho y yo intentaré aprender de él”, y sobre el resto de fichajes asegura que “Piotr y Kuba son dos jugadores jóvenes de mucha calidad, y a Poveda lo estoy viendo bien en los entrenamientos”. Precisamente sobre los entrenamientos de pretemporada comenta que “son duros, pero es lo que toca, tenemos mucha ilusión y creo y espero que el equipo va a dar muchas alegrías”.
Nico afronta su segunda temporada en Guadalajara, una ciudad que define como “muy cómoda” y en la que “estuve bien desde el primer momento, tengo ganas de estar dos años más aquí”. Y hablando de la temporada pasada, el asturiano se pone “un notable” ya que cree que “hice buenas actuaciones, ayudé al equipo y estuve por encima de mis expectativas, pero siempre hay cosas que mejorar y ahora en ASOBAL tengo una buena oportunidad para mejorar esos aspectos en los que no estuve tan fino”. Estos aspectos son “el psicológico y la constancia, tengo que gestionar mejor cuando me meten varios goles seguidos o cuando me meten un gol que debería haber parado, o cuando hago tres paradas seguidas pero luego hay cinco lanzamientos que no toco”.
El Balonmano Guadalajara viene de una campaña llena de victorias, algo que no se repetirá esta temporada, por eso Nico advierte de que “hay que hacer un cambio de chip. En ASOBAL hay plantillas con mucho potencial y tenemos que plantarles caras. Hay que cambiar de ganar muchos partidos a partidos que para ganarlos hay que dar nuestra mejor versión y que el otro equipo no esté fino. Va a ser mucho más complicado”. Pese a ello, advierte de que no quieren ser la ‘cenicienta’ de la competición, “el objetivo principal es que, sea el campo que sea, tenemos que ir a intentar puntuar, y si el otro equipo nos quiere ganar va a tener que sudar sangre. No queremos ser un equipo transición, que la gente piense que nos van a ganar de 10 y a otra cosa, queremos ser un equipo que pongamos las cosas complicadas a los rivales”.
Sobre los rivales directos que cree que se jugarán la permanencia con los morados, Nico dice que “Aranda porque es el otro recién ascendido, también diría Cangas aunque con el fichaje de Rubén Río ha dado un salto de calidad enorme, y luego siempre hay algún equipo que no tiene una buena temporada, como pasó con Cuenca el año pasado”.
Inicios
Nico García, de Gijón, estaba destinado a jugar a balonmano aunque estuvo cerca de no hacerlo, “vengo de una familia de balonmaneros, mis padres y mi tío jugaban a balonmano. Yo jugaba a fútbol en Mareo, la escuela de fútbol del Sporting de Gijón, pero tuve que elegir. En ese momento les dije a mis padres que quería fútbol, pero ellos me dijeron que donde destacaba era en balonmano y que sería más sencillo crecer” y cuenta como anécdota que “era lateral izquierdo hasta infantiles. De hecho, en la primera concentración con la selección asturiana de balonmano no sabía si iba de portero o de lateral izquierdo, porque jugaba de las dos cosas”.
La profesión de portero en balonmano es arriesgada. Reciben lanzamientos muy potentes a no mucha distancia, pero Nico no tiene miedo, “llevo desde alevines en ese tipo de acciones, y estamos acostumbrados a que un tío con cara de loco quiera fusilarnos. Si hay acciones en las que sabes que te pueden dar, pero sabes que tienes que ponerte. Para nosotros no es algo meritorio porque estamos acostumbrados”, y explica además que un portero de balonmano se guía por la intuición y por el estudio de los rivales, “creo que un portero tiene que estudiar al rival, a mi me gusta, veo los cortes que nos pasan los entrenadores y el partido anterior. Creo que cada jugador va a ser propenso a tirar a su sitio de confianza, pero también está la parte técnica de cada portero y la intuición. Es mucho tiempo pero no se hace duro porque jugar a balonmano es mi pasión”.