Apadrina un Árbol y Naturgy se unen por la defensa y conservación del medio natural de la provincia
Han cerrado un convenio para trabajar en la recuperación de fauna silvestre en Guadalajara.
La compañía energética Naturgy ha establecido un convenio con la Fundación Apadrina un Árbol que consiste en el desarrollo de diversos programas con especies de fauna en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre ubicado en el complejo de Solanillos, en Mazarete, gestionado por la Fundación Apadrina Un Árbol. Las actuaciones cuentan con la coordinación y supervisión de la Consejería de Desarrollo Sostenible de la JCCM, dentro de las medidas compensatorias al medio ambiente que Naturgy aplica por la gestión de parques fotovoltaicos y aerogeneradores.
El director del complejo y del centro de fauna, Gonzalo Carpintero, da a conocer más detalles de los programas del convenio y otros detalles acerca del Centro. En primer lugar, muestra su satisfacción por que en la semana del medio ambiente se haya formalizado este acuerdo de colaboración, por el que gracias a Naturgy se va a permitir avanzar en la mejora y estudio de la fauna de la Provincia.
Las principales actividades que se van a desarrollar en el Centro de Fauna mediante el convenio van a ser con especies de aves, en particular, aves rapaces catalogadas como vulnerables o en peligro de extinción.
Los programas que son objeto del convenio van a consistir en primer lugar, en la cría en cautividad de buitre negro a partir de ejemplares irrecuperables para su reintroducción en el medio natural. Se trata de un proyecto piloto para esta especie en la Provincia de Guadalajara, en caso de obtener resultados positivos, serviría de apoyo al proyecto de reintroducción de la especie que se está llevando a cabo en el Parque Natural del Alto Tajo. Otro programa de características similares es la cría en cautividad de cernícalo primilla, también a partir de ejemplares irrecuperables, que servirá para incorporar las crías que resulten del programa en los primillares que se han construido en la provincia, como el de Tortuera, así como la consolidación y mejora genética de las poblaciones ya existentes en zonas de la Alcarria Alta y otros municipios del entorno. En tercer lugar, se seguirá prestando apoyo al Centro de Recuperación de Guadalajara, para la acogida temporal de los excedentes de ingresos de individuos que no tengan espacio, y sobre todo en las últimas fases de la recuperación de las aves, musculación, mejoría y posterior suelta. La última línea de trabajo es el apoyo a programas de conservación de otras especies amenazadas que se está llevando a cabo en la Provincia, como el programa de alimentación suplementaria de águila perdicera en el Parque Natural del Alto Tajo y otros que se están desarrollando en espacios de interés para las rapaces (ZEPAs, áreas críticas, etc).
El Centro es una instalación moderna, muy preparada para las aves, aunque también con zonas específicas para mamíferos, incluso para reptiles. Se divide en dos áreas contiguas pero separadas: área de hospitalización con clínicas y estancias y otra área de estancia y rehabilitación. Todas las estancias están dotadas de cristales espía para poder visualizar a los animales sin perturbar su recuperación, y disponen de bandejas de alimentación y bebederos que se reponen y vacían desde fuera sin necesidad de acceder al recinto. Está construido en dos fases, la primera se hizo en el año 2010, y la otra en el año 2020 que es cuando se inició la actividad y acogida de animales. Entre medias, hay un periodo de 10 años en los que el centro ha estado sin actividad, “se juntaron diversos factores que dieron lugar a una conjunción de circunstancias, financieras, de competencias, y habilitaciones administrativas, que fueron dilatándose en el tiempo, hasta que por fin en el año 2019 se pudieron solventar todas y comenzar con la preparación del centro para el inicio de su actividad. No fue fácil, pues hubo que reparar y rehabilitar varias zonas y edificaciones, debido al deterioro de esos años sin actividad, hasta que, por fin a finales de 2020, se pudieron empezar a acoger animales. El primer programa fue algo emblemático, ya que consistió en la acogida temporal de un lince ibérico, procedente de los montes de Toledo, como apoyo al programa de recuperación de esta especie que lleva a cabo la Consejería de Desarrollo Sostenible de CLM”, argumenta el director como motivo de su cierre durante una década.
Gonzalo Carpintero explica que la experiencia de estos más de dos años de actividad está “como dicen los docentes, progresando adecuadamente. Empezamos sin grandes alardes ni cantidades de animales, para ir observando como respondían los animales a las instalaciones, viendo la capacidad de mejora y adaptaciones que iban necesitando los alojamientos, y formando al personal.
Actualmente, ha calculado que el centro está a un 50-60 % de su capacidad y posibilidades, más o menos, aunque hay periodos que son punta de entrada de animales, en el que se llegan a ocupar de forma temporal todas las estancias de aves; este periodo suele ser el verano, en el que los animales están más activos, al ser periodos donde las crías empiezan a individualizarse, comienza el periodo de migración…Las expectativas que tiene el centro con este convenio y la colaboración de Naturgy es implementar esa capacidad, y seguir cogiendo experiencia para desarrollar programas más ambiciosos y de mayor envergadura.
Conoce más sobre el Centro
Sen encuentra en una ubicación estratégica, en los aledaños del Alto Tajo, la Alcarria Alta y varias zonas ZEPA del este y sureste provincial, en la que acoger las primeras necesidades de los individuos de fauna silvestre para rehabilitar, evitándoles un desplazamiento estresante de más de 100 km hasta el centro ubicado en Guadalajara capital, y en una zona de características ecológicas óptimas para realizar cría en cautividad de especie. Además, el Centro sirve de soporte y logística para proyectos de seguimiento y control de especies en peligro de extinción, como el águila perdicera, que se llevan a cabo en la zona del Alto Tajo.
Durante sus periodos de existencia, ha habido una progresión en los datos la cual confirma la eficacia del Centro y la necesidad de su existencia y operatividad: Durante el periodo de 2021-2022, hubo un total de 23 individuos en acogida, con unos 1.800 días por individuo totales de estancia, todos fueron aves rapaces y carroñeras: buitre negro, aguiluchos cenizos y laguneros, cernícalos, águila calzada, azor, búho real, ratoneros. Del total de animales acogidos, 14 fueron recuperados y soltados al medio, 4 se destinaron a un programa de cría en cautividad, 3 se destinaron al programa de reintroducción del buitre negro en el Alto Tajo, 1 individuo se derivó al Centro de Guadalajara y 1 quedó como irrecuperable, destinado a programas de educación ambiental. Durante el periodo 2022-2023, ha habido un total de 35 individuos en acogida, con más de 2.600 días por individuo totales de estancia, es decir un aumento del 50 % de intensidad de entradas y acogidas respecto al año anterior. Las especies han sido similares, de los cuales 20 individuos han podido ser recuperados y soltados al medio, 6 destinados a cría en cautividad, 2 individuos a proyectos de reintroducción, 3 en proceso de recuperación, 2 derivados al Centro de Guadalajara y desgraciadamente 2 no han podido recuperarse por la magnitud de las heridas y daños con los que entraron. Además, este último periodo ha supuesto un paso adelante en su capacidad de gestión, ya que el centro de Solanillos tuvo que actuar como punto de acogida temporal de toda la fauna de la provincia, ya que por motivos de zona de restricción de la gripe aviar los animales no pudieron entrar en el Centro de Recuperación de Guadalajara durante algunos meses.