Que nadie duerma: Más documental que ficción

Que nadie duerma es un interesante experimento fallido (no les hago esperar más para conocer el veredicto). Antonio Méndez Esparza adapta la noveda de Juan José Mayorga para quitarle básicamente su mayor virtud, el realismo mágico que impregna toda su novela y esa sensación de irrealidad, onírica, que domina la historia de Lucía (Malena Alterio). 
En la película, nuestra protagonista pierde casi de la noche a la mañana el puesto de trabajo, a la vez que se enamora de un enigmático vecino. Él desaparece, también de un día para otro, y ella decide hacerse taxista. Mientras espera que mágicamente su amor coja algún día el taxi en el que recorre las calles, irá conociendo a personajes de todo tipo y pelaje y ella mismo irá cambiando poco a poco para ir convirtiéndose en lo que cree que fascinará a ese vecino, actor de profesión y amante de la ópera.. 
  La trama de Que nadie duerma, en el libro, cuenta con un sin fin de matices que, en su traslado a la pantalla grande, terminan demasiado desdibujados. Las conversaciones y momentos excesivamente alargados, quizás por la inclinación al documental del director y su gusto por el realimo, lastran el ritmo de una película a la que le habría sentado mejor respetar el tono del material original y menos minutos de metraje. 
Aún así, Que nadie duerma cuenta con suficientes elementos como para resultar a ratos interesantes. Cuando la historia se adentra en su segunda mitad y el personaje y la realidad de Lucía comienzan a resquebrajarse, nos sitúan en un contexto cruel, semi fantástico, en el que al fin llega al espectador la sensación de que la realidad puede ser más surrealista que la ficción. Al final, Que nadie duerma termina siendo más reivindicable apuesta por formal, rebosante de personalidad pese a resultar aburrida (sé que parece que me contradigo, pero no), y magníficamente interpretado por Malena Alterio, aunque su personaje no termine de salvar una historia a la que le falta centrarse para saber qué quiera contar más allá de la mera sucesión de encuentros casuales. 
Como creo que ya he dicho alguna vez: ¿La recomendaría a mis padres? No. ¿Me extrañaría que el día de mañana o quizás hoy mismo le surja una cohorte de fanáticos seguidores cinéfilos? Pues tampoco, la verdad. 

    Director: Antonio Méndez Esparza
    País: España (2023)