Redes sociales: mucho más que una plataforma


Debemos tener en cuenta que existen ciertos riesgos como el ciberacoso, que incluyen actuaciones de chantaje, vejaciones e insultos de niños a otros niños.

omunicarnos, algo esencial para los humanos que somos tan sociables, tan necesitados del otro, de los otros. 

Ahora contamos con las redes sociales y esto supone un cambio esencial incluso en la forma de ostentar el poder, dejando en gran medida, de ser tan vertical, para compartirse de manera horizontal.

Se democratiza la sociedad y sin embargo siendo que todo el mundo puede acceder a un vasto conocimiento, a una rica integración, percibimos la transmisión de los peores instintos, del odio y la utilización por seres depravados, pederastas, etc.

Según el Estudio sobre Redes Sociales realizado en 2021 por IAB Spain y Elogia , el 85% de los españoles de 16 a 70 años utiliza las redes sociales. El tiempo medio que pasan en redes sociales es de 81 minutos al día.  La franja de edad con más usuarios es la de 25 a 40 años, seguida por la de 41 a 54 y la de los jóvenes de 16 a 24 (17%). 

La red social más usada sigue siendo WhatsApp, seguida de Facebook, YouTube e Instagram. Y las redes nuevas que más crecen son Telegram, Twitch y Tik Tok. 

Desde el INJUVE nos dicen, que las redes sociales online son para los y las jóvenes un espacio en el que todo puede ser mirado y todo puede ser mostrado; esto supone una fuerte satisfacción simbólica para ellos/as. En estos espacios interactivos los y las jóvenes asumen prácticas en las que quieren ver y ser vistos.

Pero también son un mundo en gran medida desconocido, es por ello que no hay conciencia social para demandar límites. Los niños están indefensos, y los padres, superados. Internet es una tienda, y tiene como objetivo vender. 

Es importante por parte de los padres y educadores tener en cuenta la edad mínima que se requiere para tener acceso a una de estas plataformas, porque son muchos los menores que las usan con el consentimiento de sus padres sin tener la edad correspondiente. 

Con consentimiento paterno expreso, los menores pueden tener cuenta propia desde los 13 años. Ahora bien, las redes sociales solo piden la fecha de nacimiento para crear una cuenta, por lo que se puede mentir en el año de nacimiento y menores de 13 años abrirse una cuenta en cualquier plataforma. 

Debemos tener en cuenta que existen ciertos riesgos como el ciberacoso, que incluyen actuaciones de chantaje, vejaciones e insultos de niños a otros niños a través de internet, o publicación de imágenes comprometedoras. Puede llegar a ser tan traumático o más que el acoso escolar, ya que internet amplía su incidencia debido al anonimato e inmediatez con que se realiza, así como el gran alcance que tiene.

Desde el INCIBE, nos aconsejan que nos apoyemos en las herramientas de control parental en el aprendizaje digital de los menores. Limitan el alcance de los dispositivos cuando nuestros hijos se conectan a internet. 

En las plataformas de redes sociales se pueden configurar las herramientas de control parental. Así como en otros proveedores de contenido. 

España es el país europeo con más adicción adolescente a la red, el 21’3% la padecen. A la Generación Millennial les es fácil comunicarse a través de una pantalla. Algunos sienten dificultades, inseguridades cuando han de desenvolverse y relacionarse con el mundo real. 

La búsqueda permanente de la aprobación de los demás, de subir contenido para “coleccionar” likes y tener cuantos más mejor, les lleva a los adolescentes a asumir riesgos innecesarios, incluso a veces con graves consecuencias. 

Otra cuestión importante es el acoso entre iguales que se realiza básicamente a través de internet en las redes sociales, con actuaciones de chantaje, vejaciones e insultos de niños a otros niños. Incluso llegando a ignorar a la víctima, aislándola. Al difundirse, multiplica el sufrimiento de la “víctima”.

Ya que internet amplía su incidencia debido al anonimato e inmediatez con que se realiza, así como el gran alcance que tiene. Debido a la dificultad de eliminación de la información, puede perdurar el acoso aun después de que el agresor decida parar el acoso.

Debiéramos supervisar el contenido que nuestros hijos cuelgan en sus perfiles de redes sociales y al que acceden, generando con él una relación de confianza para que ante una situación de riesgo lo cuente de manera inmediata y así poder actuar.

En la vida real marcamos pautas para advertir de los peligros, hemos de hacerlo también en la red.