Restos forestales de la Sierra de Ayllón se convierten en biomasa en Lozoyuela

21/09/2010 - 19:50 Emma Jaraba

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La producción de biomasa a partir de maderas y leñas procedentes de aprovechamientos o trabajos forestales en la Sierra de Ayllón que afecta a las provincias de Madrid, Guadalajara y Segovia es el proyecto en el que trabaja la Asociación Nacional de Empresas Forestales (Asemfo) mediante el proyecto denominado ‘La energía de nuestros abuelos’. El objetivo de esta iniciativa es el fomento, producción, aprovechamiento, uso y autogestión de la biomasa forestal como fuente energética autónoma en comarcas rurales. .
Asemfo promueve esta iniciativa que se prolongará hasta 2012
Guadalajara está integrada en un proyecto que promueve la Asociación Nacional de Empresas Forestales (Asemfo) en colaboración con la Dirección General de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y que se presentó bajo la denominación La energía de nuestros antepasados. Este proyecto liderado por Asemfo, según detalla su gerente Arancha López de Sancho, cuenta con la colaboración de la empresa Montaraz Kts S.L y Serpyme S.L. Esta iniciativa es un programa piloto para el fomento, producción, aprovechamiento, uso y autogestión de la biomasa forestal como fuente energética autónoma en comarcas rurales. El proyecto, que se prolongará hasta 2012, se encuentra en su fase inicial de adecuación de la planta, instalación de la maquinaria y adquisición de la madera, según explica la gerente de esta asociación. La planta de elaboración de astillas se localiza finalmente en el término municipal de Lozoyuela, en la Comunidad de Madrid y pretende abarcar la zona sur de Segovia y la occidental de Guadalajara. En total la superficie afectada es de 124.000 hectáreas y comprende un total de 41 municipios, con una población de 11.159 habitantes. “La zona encuadrada en el ámbito de actuación presenta los rasgos propios de las zonas rurales en la actualidad, más destacados aún por contener poblaciones de montaña: elevada tasa de dependencia, alto grado de envejecimiento y un preocupante coeficiente de sustitución”, explica López. En la planta de Lozoyuela se tratan “maderas y leñas procedentes de aprovechamientos o trabajos forestales de mantenimiento de las masas en el ámbito territorial del proyecto, que se obtienen mediante la compra a maderistas y a empresas de aprovechamientos forestales o bien mediante subastas o concursos de aprovechamientos en montes públicos”, detalla la gerente. El producto a comercializar serán astillas, que se obtienen, después de la trituración y tratamiento de la madera en la planta. La astilla procedente de los aprovechamientos forestales es totalmente natural y no contiene ningún tipo de aditivo, constituyendo un biocombustible limpio de cara a la emisión de gases contaminantes. La Asociación Nacional de Empresas Forestales agrupa a empresas privadas cuya actividad está centrada en la ejecución de proyectos, obras y servicios para la conservación, protección y mejora del medio natural. Además de defender el sector forestal y del medio natural desde la perspectiva, punto de vista y medios de la empresa privada para conseguir un medio natural ordenado y contribuir al desarrollo de una política forestal y una planificación en el sector a largo plazo. Actualmente, la apuesta por la biomasa como energía es un área en la que se está insistiendo desde distintos ámbitos. Desde Asemfo, su gerente, Arancha López de Sancho, explica que “utilizar la biomasa forestal primaria, en comparación con cualquier combustible fósil, genera más empleo, aumenta la recaudación en cotizaciones y tributaria, disminuye el déficit exterior y puede suministrar energía al cliente final a precios inferiores”. Además, la biomasa se considera una fuente de energía limpia por su papel en la gestión forestal sostenible, en la lucha contra el cambio climático, su menor impacto ambiental, y su contribución a la mejora de la competitividad, empleo y desarrollo local. El aprovechamiento de los restos forestales como materia prima de la producción de astillas como fuente energética es también un incentivo al contribuir a la limpieza de los montes como medida preventiva contra los incendios forestales.