Seis de cada diez drogadictos son violentos con sus parejas
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
Aproximadamente seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas. La conducta violenta más habitual es no tener en cuenta sus necesidades, deseos e intereses y la menos frecuente obligar a abortar en contra de su voluntad.
Más de la mitad de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto tiene consecuencias importantes para ellas, no están dispuestos a dejar la relación, ni a que ellas los abandonen. Para lograrlo, utilizan las estrategias que sean necesarias.
Estas son algunas de las conclusiones de un estudio realizado en el Departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada (UGR) que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia de género -tanto física como psicológica- ejercida hacia la mujer en las relaciones de pareja por la población drogodependiente y las tipologías más desarrolladas, así como las variables que aparecen asociadas a ella.
El estudio ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4 por ciento de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, siendo la conducta violenta menos desarrollada la de la he obligado a abortar contra su deseo (6,5 por ciento) y la más desarrollada (72,4 por ciento) no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses. Además, el 63,5 por ciento de los encuestados quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día, como sus horarios, o con quién habla. La tasa de violencia física oscila entre el 6,5 y el 21 por ciento, mientras que la violencia psicológica oscila entre el 7,3 y el 72,4 por ciento, informó la UGR.
Asimismo, en este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa, el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico o el aislamiento social, entre otras.
La autora trabajó con 153 hombres que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en Comunidades Terapéuticas andaluzas, con edades comprendidas entre 20 y 65 años.