Selas recupera la torre de Santa Bárbara y su imagen
La rehabilitación ha corrido a cargo de la Diputación Provincial y la talla ha sido restaurada por Ángel Bustamante
La pasada semana se ha procedido a la colocación de la imagen de Santa Bárbara, luego de ser convenientemente restaurada por el vecino y amigo Ángel Bustamante Collado; la imagen vuelve a lucir con la prestancia perdida muchísimos lustros atrás, tras haber permanecido a la intemperie durante tiempo inmemorial y desde 1990 protegida por una tapa de aluminio y cristal hasta hace unos meses en que fue retirada como consecuencia de las obras de rehabilitación de la torre. Un acto emotivo y lleno de simbolismo, al que han acudido numerosos vecinos del pueblo de Selas, acompañando a su alcalde Félix Martínez.. Tras le bendición de la imagen por parte del sacerdote oriundo del pueblo D. Alejandro Hernandez y de una sentida plegaria hacia la santa, se ha colocado ésta en su hornacina..
La historia de la imagen se encuentra íntimamente ligada a la existencia de esta torre y antes de otra o restos de aquella al menos desde el siglo XVI de la que únicamente se conserva la hornacina de piedra donde descansaba la imagen.
La torre en su fisonomía actual data de finales del Siglo XIX rehabilitada este año de 2020 gracias al proyecto elaborado y ejecutado por la Excmª Diputación de Guadalajara (Plan Cuatrienal de Desarrollo Rural) sustituyendo a los restos de otra edificación en la que se encontraba la hornacina con la imagen de Santa Bárbara. Sobre el Otero en que se ubica, existió en tiempos de la dominación árabe una atalaya o torre de vigilancia, destruida por el Rey de León Alfonso X en una de las numerosas racias emprendidas entre los años 1039 y 1063. Sobre los restos de la atalaya, se construyó otra edificación en la que en 1158 Doña Sancha Gómez –tenente real de Deza- firmó el documento de donación de bienes para que su hijo Martín, entrara en la Orden del Cister –luego Martín, se convertirá en Prior de Santa María de Huerta, Obispo de Sigüenza y a su muerte, elevado a los altares como San Martín de Finojosa, San Martín de Sotoca o San Sacerdote-. Su cuerpo incorrupto, descansa en el Monasterio de Santa María de Huerta