
Soto del Relax
Hay cárceles, como Alcatraz en EE.UU, cuya fama traspasan fronteras y continentes. En España lleva camino, según los medios internacionales, la de Soto del Real, también conocida como del Relax, por sus excelentes instalaciones y especialización en presos preventivos ilustres o VIP.
Entre ellos, Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE.
Cubrí su pomposa inauguración en 1995 presidida por el ‘superministro’ (Interior y Justicia) Juan Alberto Belloch. Y años antes, la rebelión de vecinos contra el emplazamiento decidido por el Gobierno de Felipe González.
Todavía era un éxito de taquilla Todos a la cárcel, donde el genial cineasta Berlanga hizo un retrato grotesco de la corrupción política preconstitucional y de “la panda -decían las crónicas- de nuevos dirigentes, empresarios, caraduras, sinvergüenzas y chapuceros que perpetúan la picaresca de siempre”.
Por Soto del Real, llamado Chozas hasta el cambio de nombre tras referéndum franquista con ayuda del arzobispo Morcillo, han pasado etarras, yihadistas y una lista interminable de internos de ‘cuello blanco’: Mario Conde, Rato, Bárcenas, Blesa, Díez Ferrán, Ángel María Villar, Aldama…
En sus excelentes instalaciones soñaron con la libertad peces gordos que tuvieron el mundo en sus manos. Y con la independencia de Cataluña los Jordis (Sànchez y Cuixart), además del líder de ERC, Junqueras.
Abruma el caché neoburgués de visitantes por corrupción como los exaltos cargos de CiU Lluís Prenafeta y Macià Alavedra (caso Pretoria), y Jordi Pujol Ferrusola.
Es también una cárcel muy “popular” por los abundantes pupilos del partido de Feijóo: el expresidente madrileño Ignacio González, el exconsejero Alberto López-Viejo, los exalcaldes de Pozuelo y Majadahonda Jesús Sepúlveda y Guillermo Ortega, los empresarios Francisco Correa, Pablo Crespo, Álvaro Pérez El Bigotes…
Tiene las puertas abiertas, dicen, para acoger centenares de presidiarios eminentes y arrogantes. La tenemos a un paso como quien dice de Guadalajara ¿Quién será el próximo?