Pobres castellanos

05/07/2025 - 11:24 Antonio Yagüe

Un serio estudio en la Castilla vecina sobre en qué se nos va el dinero, extrapolable a la nuestra, revela que se gasta más en carne que en ropa y más en Internet que en fruta. Además, la vivienda se come un tercio del presupuesto de los hogares.

Aunque cada familia tiene sus prioridades y hábitos de gasto, el transporte es otro capítulo importante. No el público en nuestra comarca, sin tren y autobuses sin paradas. Sí el privado con 300 kilómetros para una cita hospitalaria en Guadalajara y casi el doble para burocracias mayores en Toledo.

Cambia, todo cambia... Un mozo de mi pueblo de cuando Franco contaba que estuvo segando esparcetas durante un mes para comprarse una gabardina. Y otro, todo un verano de pinche en Calatayud para una bici.

  También se ha disparatado la partida destinada a comunicación. Las conferencias, telegramas y envíos postales eran calderilla comparado con la descomunal factura digital de ahora.

La vivienda, hoy casi imposible para los jóvenes, sólo era llevadera dentro de la miseria en los pueblos. Si se aspiraba a un piso en capitales, la entrada exigía vender un hatajo de  cien cabezas.

  La fruta (peras, manzanas, uvas…), hoy en escalada imparable, no dañaba tanto las desvalidas carteras. Era más asequible, había huertos y se intercambiaba por leña o grano con pueblos del Mesa.

  Los hoy castellanoleoneses y castellanomanchegueses ya estábamos a la cola de España en riqueza y gasto público por persona. Siempre muy por detrás de Madrid, Cataluña, País Vasco, Navarra y otras conas industriales/ricas.

Tiempo atrás también se saqueaban arcas públicas con trapicheos, mordidas, vendedoras de placer… Hoy, para más inri con el voto de  diputados psocialistas, los gobernantes y sus socios secesionistas erosionan la Constitución, nos roban la igualdad y exprimen al Estado llevándolo hacia un modelo asimétrico insostenible.