Tocar los números

27/11/2017 - 13:13 Marta Martínez

El Colegio Cardenal Mendoza de Guadalajara es pionero en enseñar matemáticas con el método Singapur, un sistema que encabeza los resultados de los informes internacionales sobre Matemáticas. Se basa en el razonamiento lógico y la resolución de problemas.

Suena el timbre en el Colegio Cardenal Mendoza de la capital. Las mesas se llenan de piezas de formas, tamaños y colores diversos; cuadraditos multicolores que encajan formando series, rectángulos azules, pirámides rojas, una báscula muy particular... Parece un juego de construcción. Pero no. Por extraño que parezca, estamos en clase de matemáticas de primero de Primaria. Los niños utilizan todo este material para aprender los números, su valor, a sumar, restar, las decenas, las unidades… Se puede decir que “tocan los números”.  
    Es el método Singapur, una nueva forma de enseñar matemáticas que se sigue en numerosos países y que a España llegó el curso pasado. Se caracteriza por ir de lo concreto a lo abstracto. “Para que las cosas se entiendan, los niños tienen que pasar por tres fases: una primera manipulativa; los niños tienen que tocar, jugar, contar cosas con los dedos, hacer montones de garbanzos… Una segunda fase visual, pictórica, dibujar las cantidades, unidades, decenas etc., y en la tercera fase empezamos con la simbología matemática que todos conocemos”, explica Pedro Ramos, profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Alcalá de Henares y la persona que colaboró con el colegio para introducir este nuevo sistema.
    El Cardenal Mendoza es el primer colegio de Guadalajara en aplicar la metodología Singapur y uno de los pioneros en toda España. Comenzó el curso pasado con primero de Primaria, por lo que ahora lo aplica en primero y segundo. Este curso, 2017/2018, se han sumado otros tres centros en la provincia: La Paloma, de Azuqueca; Nuestra Señora de la Soledad, de Fontanar, y el Centro Rural Agrupado de Iriépal. Todos ellos trabajan con Polygon Education, una pequeña editorial que ha traducido los materiales originales de Marshall Cavendish.
    El Cardenal Mendoza se decantó por el método Singapur porque “llevábamos tiempo observando que las matemáticas nos fallaban, especialmente en cuanto a resolución de problemas. Habíamos tomado otras medidas y habíamos conseguido algunas mejoras, y en ese proceso de búsqueda en el que estábamos me encontré con este método, pero en España no había nada”, explica la directora del centro, Lidia Telechea González. A partir de ahí, Telechea contactó con Pedro Ramos, que en esos momentos estaba colaborando con Polygon para traer este método a España. Hubo que esperar, pero cuando el material estuvo listo, el Cardenal Mendoza lo tenía claro.

Historias de restas y sumas
“Todo lo trabajamos desde los problemas. Ellos se inventan un problema –historias de restas y sumas’– y a partir de ahí, lo manipulamos, lo dibujamos y luego llegamos al final, a la cuenta. Todos los contenidos se experimentan y se tocan”. Así resume Telechea, que además de directora fue de las primeras profesoras en ponerlo en práctica, cómo se aplica en clase.

Alumnos más motivados
En cuanto a los resultados, no tiene dudas del avance que supone: “Los alumnos están más motivados, tienen ganas de aprender y participan mucho. Siempre hay niños que, uses el método que uses, tienen más dificultades, pero hemos notado que hay menos niños descolgados, la mayoría están tirando, a su ritmo, pero no se están quedando descolgados. También vemos que hay cosas que las aprenden antes y mucho mejor, no se les olvida porque aprenden desde la práctica, lo experimentan antes de memorizar nada”.

Reto para el profesorado
Para el profesorado supone un reto. Primero porque tiene que reciclarse y formarse en esta nueva metodología pero, lo más difícil, es el necesario cambio de actitud y de enfoque. “Ha sido complicado. El método es fácil de llevar para el profesorado, pero lo difícil es el cambio de mentalidad. Ahora es el niño el que tiene que hablar y contar cómo lo ha hecho y por qué, hay que ir despacio, tienes que acostumbrarte a trabajar con otra dinámica de clase..., no se trata de estar callados y hacer los ejercicios”, indica Telechea.
    También se traslada este cambio de mentalidad a los padres, a los que se les ha impartido algún taller para que conozcan cómo se trabaja en clase y poder ayudar a sus hijos en casa. En general, “los padres lo han acogido bien; creo que están contentos”, asegura la directora del Cardenal Mendoza.

“A los alumnos se les anima a pensar y razonar”

El método Singapur, que se sitúa a la cabeza en las listas de los informes TIMSS y PISA en lo que a resultados en el área de Matemáticas se refiere, cambia la forma de enseñar esta asignatura. A los alumnos se les  anima a pensar y razonar, intentando llegar al mismo sitio por distintos caminos, sin repetir ni memorizar una única vía, como se suele hacer en la enseñanza tradicional. La comprensión de los conceptos, el razonamiento y la resolución de problemas son objetivos fundamentales de esta forma de aprendizaje.
“Se trata de explicar matemáticas para que los niños entiendan matemáticas. Creo que en España cometemos tres errores básicamente: seguimos con la idea de que hacer matemáticas es hacer cuentas, sobre todo en Primaria, que los niños aprendan a sumar, restar, multiplicar y dividir y ponerles horas a hacer eso, pensando que cuanto más grandes sean las operaciones mejor, y los niños se aburren; como no entienden esas cosas, las tienen que memorizar, aprenden los procedimientos sin entenderlos, de memoria”, explica Pedro Ramos, profesor titular de la Facultad de Educación de la Universidad de Alcalá.
Todavía es pronto para hablar de resultados concretos, pero las primeras impresiones son muy positivas. “Los profesores nos comentan que los niños entienden mucho mejor lo que están haciendo, que les gustan mucho más las matemáticas”.
La clave del éxito, según los expertos, está en la fórmula empleada. A principios de la década de los años ochenta, ante los bajos resultados de sus alumnos en las comparativas internacionales, el Ministerio de Educación de Singapur ideó un nuevo sistema matemático, basado en las recomendaciones de especialistas internacionales en aprendizaje, como el psicólogo estadounidense Jerome Bruner, el británico Richard Skemp, el ruso Lev Vygotsky y el húngaro Zoltan Deines. El siguiente paso es que esto se extienda.