Tomás Rufo abrocha la feria de La Antigua por la puerta grande
El diestro de Pepino paseo dos orejas; Castella y Aguado se fueron de vacío
Tomas Rufo fue el gran protagonista de la tarde que sirvió para clausurar la feria taurina. Dos orejas, una a cada uno de su lote, le sirvieron para salir en volandas por la puerta grande Iván Fandiño.
No fue fácil el primero de Zalduendo que acusó la puerta de toriles durante toda la lidia. Sebastián Castella no intentó, sobre todo por el pitón derecho, con un imposible primero, que siguió aquerenciado en el mismo portón de chiqueros. Lo mató de media estocada y fue silenciado.
Al segundo de la tarde, primero del lote de Pablo Aguado le faltó de todo: raza, transmisión, nobleza… Aguado lo intentó por ambos pitones en los mismos medios del ruedo, pero se dio de bruces contra un muro. Un muro que, además, tuvo de todo menos cosas buenas. Aguado escuchó dos avisos y fue silenciado.
Se desmonteraron Andrés Revuelta y Fernando Sánchez tras parear al tercero. Un toro bien hecho al que Rufo saludó con mucha torería con el capote. Ya en la muleta, en animal fue pronto y tuvo recorrido y nobleza. Se gustó el toledano en algunos pasajes de la faena, que cogió intensidad en el tendido. Estocada certera y oreja, tras fuerte petición de la segunda.
El cuarto que correspondió en suerte a Castella lo recibió con un ramillete de verónicas y una media de mucho gusto y empaque. En banderillas destacó la labor de José Chacón en la brega y Alberto Zayas y Rafael Viotti poniendo los palos.
En la muleta el toro fue colaborador y con prontitud en cada cite. El galo, en este si, estuvo más a gusto y cómodo que en el primero de su lote.
Muletazos largos y con mucha reunión dejando pasajes que desataron los oles de los tendidos.
El de Zalduendo fue bueno y le exprimió con una faena basada en el pitón derecho. Menos acertado anduvo con los aceros, donde se atascó, escuchó un aviso y el francés fue ovacionado.
Aguado se topó con un quinto espeso. En algunos momentos bruto. Noble pero sin emplearse en la muleta del sevillano, Aguado basó la faena en el pitón derecho, por donde embistió a media altura. La impecable labor del sevillano fue silenciada.
Rufo salió buscando el triunfo desde el inicio en el recibo con el capote. Rodilla en tierra, tres verónicas y un media le sirvieron para que subiera la temporada en los tendidos.
La impecable labor de la cuadrilla volvió a brillar en el tercio de banderillas: Fernando Sánchez y Sergio Blasco se desmonteraron tras parear. Andrés Revuelta bregó de manera impoluta.
La compacta y firme faena con la muleta le sirvió para pasear una oreja de mucho mérito. Dejo series de muletazos muy reunidos y de trazo largo. Muy hondos.
Una faena de poso y creatividad que remató con una estocada en todo lo alto. Oreja y puerta grande.