Tradición y modernidad en la Casa Palacio Ramírez de Arellano

13/11/2021 - 19:56 Mónica Tovar Atance

Los platos de Las Llaves están elaborados con productos de la región como el queso; de la provincia, como el cordero; y de la localidad, como las verduras. Además de que son de temporada. De hecho, los espárragos solo se ofrecen cuando están disponibles en los huertos marchamaleros. 


Sus platos clásicos son la crema de colmenillas, cuando hay en la Sierra de Guadalajara; y también, en esta época, hay boletus confitados, también procedentes de la Sierra. Otro  ejemplo de su cocina de temporada y local es su lomo de ciervo con hierbas de la Alcarria acompañado de una crema de calabaza. 
La carta de postres es también muy sugerente. Haciendo gala de esos productos de temporada, ahora tienen tarta de castañas, y también queso con membrillo. Las manzanas caramelizadas con nata y salsa de caramelo son un clásico, y destaca también el hojaldre con crema inglesa, nata y salsa de frambuesa. 


“Es la tradición unida con cierta modernidad, pero basándonos en recetas de toda la vida. Dando una vuelta en la presentación y en técnicas y basándonos siempre en una cocina tradicional hecha con sus fondos de carne y de pescado”, resume María González Prats, propietaria de Las Llaves junto a su marido, Roberto Rodríguez Barros, que es uno de los cocineros. 
Estos atractivos platos se acompañan también de buenos caldos. Los más solicitados son los de Finca Río Negro, de Cogolludo. Tienen vinos de otras marcas del resto de la región, pero ahora triunfan los de Río Negro. 
Y todo ello en un lugar único como es la Casa Palacio Ramírez de Arellano, del siglo XVI, ubicada en pleno centro de Marchamalo, en su plaza Mayor. 
El Restaurante Las Llaves cumplirá el próximo mes de febrero 24 años en Marchamalo. En este tiempo ha ido creciendo y sumando reconocimientos. Tiene 1 Sol de la Guía Repsol, y ha sido galardonado con el Premio a la Empresa Turística del Año, por parte de CEOE-Cepyme, que ha sido una “gran sorpresa”, como señala María González, después de una época difícil motivada por la pandemia.

 

Turismo cercano

Acudir al restaurante Las Llaves de Marchamalo, ubicado en la Casa Palacio Ramírez de Arellano, en plena plaza de Mayor, es una invitación también a visitar la zona. Marchamalo se encuentra en la Campiña guadalajareña, a pocos kilómetros de la capital alcareña y de otros pueblos próximos como Yunquera de Henares o Humanes. 
En Marchamalo destaca su iglesia de la Santa Cruz del siglo XVI, la ermita de la Soledad (siglo XVII) y la propia Casa Palacio Ramírez de Arellano, también del siglo XVI. En la localidad gallarda también merece una visita la Casona de Zúñiga y Valdés, la Picota, la plaza de la Cruz, el Canal del Henares, el puente de San Miguel y el Banco de la Paciencia.   

GUADALAJARA: en la capital se puede visitar el Palacio del Infantado, el Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo, el Convento de la Piedad, el Palacio de la Cotilla, el Torreón de Álvar Fáñez o la Cripta del Fuerte de San Francisco. La ciudad también ofrece amplias zonas verdes donde disfrutar de esta época otoñal.  

CAMPIÑA: desde Marchamalo se puede iniciar una ruta por la Campiña, según una propuesta elaborada por la Diputación de Guadalajara, para disfrutar de las vegas del río Henares y del Jarama. La primera parada de esta ruta es Fontanar en la que se puede visitar su Casa-Cartuja; le sigue Yunquera, con su iglesia y su palacio de los Mendoza y los alrededores de la ermita de la Virgen de la Granja; la ruta puede seguir por Humanes, Puebla de Beleña, Matarrubia, Casa de Uceda, Cubillo de Uceda y Uceda, Mesones, El Casar, Galápagos y Torrejón del Rey.