Un acto navideño muy ilusionantes para los pequeños: La Cabalgata de los Reyes Magos

Este tradicional acto del fin de la navidad, en Guadalajara se remonta a principios del siglo XX ,cuando los Reyes Magos llegaban a la ciudad montados sobre unos borricos y sobre sus aguaderas portaban los regalos para los niños de la ciudad. En sus visitas nocturnas a los domicilios de la ciudad de Guadalajara eran agasajados con licores, dulces y con los tradicionales villancicos.

   En la mitad del siglo pasado, la cabalgata de los Reyes Magos era organizada por el desaparecido Frente de Juventudes y los miembros del Club Vespa Guadalajara. Curiosamente los miembros del Club Vespa repartían regalos en sus motocicletas a los Guardias Urbanos que intervenían en la regulación del tráfico, para el normal desarrollo de la cabalgata real.

  Los días previos a la llegada de sus Majestades a la ciudad de Guadalajara existía un enorme ajetreo en las jugueterías de la ciudad, situadas a lo largo de la calle Mayor. Era muy famosa la juguetería de la familia Lirón, con amplios escaparates que hacían las delicias de los más pequeños. Éste inolvidable bazar de juguetes y máquinas de escribir cerró sus puertas de manera definitiva a principios de la década de los años ochenta del siglo pasado. La tienda de tejidos de San Bernardino, hoy sustituida por la tienda de creaciones Ortiz, en la llegada de la época navideña, sustituía la ropa de sus escaparates por los más modernos juguetes en los que destacaban las famosas muñecas de Mariquita Pérez. En el principio de la calle de Miguel Fluiters destacaban los juguetes del comercio de la Villa de Madrid, regentado por Juan de Dios Fernández. Curiosamente este comercio sigue abierto en la actualidad, gestionado por su nieta Olga Moratilla Fernández, siendo la tienda más antigua de la ciudad con especialidad en todo lo referente a la mercería. Otra nieta del inolvidable empresario Juan de Dios Fernández regenta una juguetería en la calle Virgen de la Soledad, denominada como “La Juguetera Alcarreña”.   Si hay un acto en Guadalajara que jamás se ha suspendido es la cabalgata de los Reyes Magos y eso que ha habido años en que las condiciones climatológicas eran totalmente adversas. El cinco de enero de 1993, sobre la ciudad de Guadalajara cayó una copiosa nevada que con el frío reinante por la tarde, convirtió a las calles en auténticas pistas de patinaje; el alcalde de Guadalajara de aquella época, José María Bris Gallego, solicitó a todos los participantes un esfuerzo para no acabar con la ilusión de los niños y la cabalgata se celebró, no produciéndose de manera milagrosa ningún incidente.

  A los largo de la historia de las cabalgatas de los Reyes Magos de Oriente: Melchor, Gaspar y Baltasar, han llegado a Guadalajara en burros, caballos, camellos e incluso un año el Rey Baltasar apareció montado sobre un majestuoso elefante, que causó la sensación de los más pequeños. En la actualidad, sus Majestades de Oriente llegan a Guadalajara en unas grandiosas carrozas, acompañados por sus Pajes para el reparto de los regalos. Es sin lugar a dudas la cabalgata de los Reyes Magos, el acto que más público aglutina a lo largo de las calles por las que discurre del casco histórico de la ciudad.