Un empate que sabe a poco
El Balonmano Guadalajara logró un valioso empate en Aranda, aunque se quedó con la miel en los labios, ya que hizo méritos suficientes para conseguir la victoria ante un Villa de Aranda muy fallón y que solo reaccionó cuando tenía el partido prácticamente perdido. Los de César Montes siempre estuvieron por delante en el marcador, dominando el choque hasta por seis goles de diferencia (19-25 en el minuto 35).
Los alcarreños salieron muy enchufados y, fruto de su efectividad en ataque, llevaron el marcador hasta el 0-4 con goles fáciles de Chiuffa, Márquez y Levente. Eso obligó a Jacobo Cuétara a pedir su primer tiempo muerto. El primer tanto local se hizo esperar hasta el minuto cinco, cuando Moyano lograba batir por primera vez a Jota Hombrados. Pero el Balonmano Guadalajara siguió martilleando la portería de Javi Santanta, con una fluidez de balón notable, que acababa con pases medidos a Alex Silva en el pivote, quien no perdonaba desde los seis metros. En el minuto 16 se produjo una jugada importante del encuentro, la lesión de Chema Márquez, uno de los mejores del cuadro visitante, que ya no volvería en todo el partido. El Villa de Aranda no funcionaba en defensa y los locales cambiaron varias veces de táctica, pasando del 6-0 al 5-1, pero no lograron evitar la sangría en la retaguardia. Sin embargo, Oswaldo y Javi Muñoz evitaban, en ataque, que el partido quedase pronto sentenciado. Aun así, los visitantes se fueron mandando al vestuario (17-21).
La segunda parte fue muy extraña, puesto que Guadalajara aumentó su ventaja de inicio con seis goles a su favor frente a un Villa de Aranda perdido en la pista en ese arranque de segunda mitad. Pero, inexplicablemente, los visitantes se ofuscaron entonces en ataque y, durante doce minutos, estuvieron sin batir al brasileño Rangel, uno de los artífices de la remontada. Poco a poco, y con un Príncipe de Asturias entregado a la causa, los locales fueron descontando goles con Bicho y Oswaldo como grandes protagonistas. La defensa arandina se hizo interminable para un Balonmano Guadalajara que se jugó el partido en los últimos minutos. El Villa de Aranda empató a cinco minutos del final y, en el último, ambos llegaron con opciones de victoria. Oswaldo estrelló un balón en el poste tras rebotar en la pierna de Hombrados y, en el último ataque, Silva se jugó un lanzamiento de nueve metros que detuvo Rangel, acabando así el partido con reparto de puntos, fruto del empate a treinta con el que se cerró el choque. Un empate que sabe a poco a los alcarreños.