Un grupo de republicanos trata de agredir a dos consejeros
01/10/2010 - 09:45
Un grupo personas que se encontraba apostado a las puertas del Hospital Infanta Cristina de Parla ha intentado agredir al consejero de Presidencia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, y al consejero de Sanidad, Juan José Güemes, cuando intentaban entrar al recinto para visitar las instalaciones antes de su puesta en funcionamiento.
La vicepresidenta del Gobierno señaló que el Gobierno ha hecho, hace y hará una condena sin paliativos y radical de cualquier tipo de comportamiento violento.
Miembros de un grupúsculo denominado Unión Cívica Republicana insultaron e intentaron golpear a los consejeros de Presidencia y de Sanidad de la Comunidad de Madrid cuando entraban al hospital de la localidad de Parla. Juan José Güemes, responsable de Sanidad, llegó incluso a ser zarandeado y de no mediar la intervención de guardaespaldas y policías locales la agresión se hubiera consumado.
Los agresores estaban apostados a la entrada del hospital y algunos llevaban banderas republicanas. Antes de la llegada de los consejeros, los exaltados profirieron gritos en defensa de la sanidad pública y al ver a Güemes y Francisco Granados rodearon a los consejeros. La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, que llegó poco después, al ver el tumulto entró en el centro sanitario por la puerta de atrás. Los tres fueron al hospital para comprobar sus instalaciones antes de inaugurarlo.
Granados, secretario general del PP de Madrid, responsabilizó de los incidentes al alcalde Parla y secretario general del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez. He recibido lo que nos había preparado el alcalde de Parla, una dosis de talante, una dosis de tensión, buen rollo, tolerancia y dramatismo, se quejó el consejero de Sanidad.
El Ayuntamiento había solicitado al Gobierno de la Comunidad de Madrid que pospusiera la inauguración del hospital en plena campaña electoral por considerar que se trataba de un acto de proselitismo para las elecciones del 9 de marzo. El Ejecutivo regional desestimó la petición.
Condena
El Gobierno condenó sin paliativos las agresiones sufridas en los últimos días por candidatos y dirigentes del PP y de Unión, Progreso y Democracia. La vicepresidenta primera señaló que son unas acciones totalitarias y antidemocráticas, pero también consideró que no es admisible ni tolerable responsabilizar al Ejecutivo de esos incidentes, como ha hecho Mariano Rajoy y otros responsables del partido opositor.
María Teresa Fernández de la Vega rompió el silencio gubernamental ante los intentos de agresión que han sufrido en recintos universitarios la presidenta del PP vasco, María San Gil, la cabeza de lista de este partido por Barcelona, Dolors Nadal, la líder de Unión, Progreso y Democracia, Rosa Díez, y este mismo viernes los consejeros de la Comunidad de Madrid, los populares Francisco Granados y Juan José Güemes. La portavoz señaló tras la reunión del Consejo de Ministros que el Gobierno ha hecho, hace y hará una condena sin paliativos y radical de cualquier tipo de comportamiento violento.
La vicepresidenta consideró que se trata de conductas totalitarias y antidemocráticas, aunque afortunadamente son obra de grupos radicales minoritarios, lo que no significa que no tenga importancia. Pero junto a esta condena, Fernández de la Vega se quejó de que se responsabilice al Ejecutivo por estos actos. No es admisible ni tolerable -dijo- querer imputar estas conductas al Gobierno cuando está condenando y protegiendo a los ciudadanos con todos los medios posibles. La portavoz gubernamental, en cambio, evitó comentar las palabras de Felipe González, quien comentó que también sufrió incidentes violentos en un aula cuando era presidente del Gobierno y no lloró.
Crispación
Los populares arremetieron contra el Gobierno tras las agresiones porque consideraron que los comentarios de Rodríguez Zapatero sobre la conveniencia de tensar y dramatizar la campaña fomentan las actitudes violentas de grupos ultras contra ellos. El jefe del Ejecutivo indicó que esa estrategia demuestra que el que busca la crispación es el que imputa al presidente del Gobierno que su política alimenta esas actitudes que detestamos.
La vicepresidenta aprovechó además su comparecencia para pedir responsabilidad a todos los partidos para que esta campaña electoral transcurra con la mayor normalidad. Apuntó que los mítines y actos políticos que preceden a unos comicios tienen que ser una fiesta democrática en la que se deben debatir ideas, y hacerlo de forma respetuosa es trascendental. Fernández de la Vega insistió en su mensaje de que este cruce de propuestas es el mejor antídoto contra la demagogia y el oportunismo. La número dos del Ejecutivo también hizo un llamamiento a los ciudadanos para que haya una gran participación en las elecciones, y confió en que así será de acuerdo al alto nivel de audiencia que tuvo el debate en televisión entre Pedro Solbes y Manuel Pizarro.
Miembros de un grupúsculo denominado Unión Cívica Republicana insultaron e intentaron golpear a los consejeros de Presidencia y de Sanidad de la Comunidad de Madrid cuando entraban al hospital de la localidad de Parla. Juan José Güemes, responsable de Sanidad, llegó incluso a ser zarandeado y de no mediar la intervención de guardaespaldas y policías locales la agresión se hubiera consumado.
Los agresores estaban apostados a la entrada del hospital y algunos llevaban banderas republicanas. Antes de la llegada de los consejeros, los exaltados profirieron gritos en defensa de la sanidad pública y al ver a Güemes y Francisco Granados rodearon a los consejeros. La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, que llegó poco después, al ver el tumulto entró en el centro sanitario por la puerta de atrás. Los tres fueron al hospital para comprobar sus instalaciones antes de inaugurarlo.
Granados, secretario general del PP de Madrid, responsabilizó de los incidentes al alcalde Parla y secretario general del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez. He recibido lo que nos había preparado el alcalde de Parla, una dosis de talante, una dosis de tensión, buen rollo, tolerancia y dramatismo, se quejó el consejero de Sanidad.
El Ayuntamiento había solicitado al Gobierno de la Comunidad de Madrid que pospusiera la inauguración del hospital en plena campaña electoral por considerar que se trataba de un acto de proselitismo para las elecciones del 9 de marzo. El Ejecutivo regional desestimó la petición.
Condena
El Gobierno condenó sin paliativos las agresiones sufridas en los últimos días por candidatos y dirigentes del PP y de Unión, Progreso y Democracia. La vicepresidenta primera señaló que son unas acciones totalitarias y antidemocráticas, pero también consideró que no es admisible ni tolerable responsabilizar al Ejecutivo de esos incidentes, como ha hecho Mariano Rajoy y otros responsables del partido opositor.
María Teresa Fernández de la Vega rompió el silencio gubernamental ante los intentos de agresión que han sufrido en recintos universitarios la presidenta del PP vasco, María San Gil, la cabeza de lista de este partido por Barcelona, Dolors Nadal, la líder de Unión, Progreso y Democracia, Rosa Díez, y este mismo viernes los consejeros de la Comunidad de Madrid, los populares Francisco Granados y Juan José Güemes. La portavoz señaló tras la reunión del Consejo de Ministros que el Gobierno ha hecho, hace y hará una condena sin paliativos y radical de cualquier tipo de comportamiento violento.
La vicepresidenta consideró que se trata de conductas totalitarias y antidemocráticas, aunque afortunadamente son obra de grupos radicales minoritarios, lo que no significa que no tenga importancia. Pero junto a esta condena, Fernández de la Vega se quejó de que se responsabilice al Ejecutivo por estos actos. No es admisible ni tolerable -dijo- querer imputar estas conductas al Gobierno cuando está condenando y protegiendo a los ciudadanos con todos los medios posibles. La portavoz gubernamental, en cambio, evitó comentar las palabras de Felipe González, quien comentó que también sufrió incidentes violentos en un aula cuando era presidente del Gobierno y no lloró.
Crispación
Los populares arremetieron contra el Gobierno tras las agresiones porque consideraron que los comentarios de Rodríguez Zapatero sobre la conveniencia de tensar y dramatizar la campaña fomentan las actitudes violentas de grupos ultras contra ellos. El jefe del Ejecutivo indicó que esa estrategia demuestra que el que busca la crispación es el que imputa al presidente del Gobierno que su política alimenta esas actitudes que detestamos.
La vicepresidenta aprovechó además su comparecencia para pedir responsabilidad a todos los partidos para que esta campaña electoral transcurra con la mayor normalidad. Apuntó que los mítines y actos políticos que preceden a unos comicios tienen que ser una fiesta democrática en la que se deben debatir ideas, y hacerlo de forma respetuosa es trascendental. Fernández de la Vega insistió en su mensaje de que este cruce de propuestas es el mejor antídoto contra la demagogia y el oportunismo. La número dos del Ejecutivo también hizo un llamamiento a los ciudadanos para que haya una gran participación en las elecciones, y confió en que así será de acuerdo al alto nivel de audiencia que tuvo el debate en televisión entre Pedro Solbes y Manuel Pizarro.