Un monolito en Valdeluz cobija las cápsulas del tiempo con los dibujos que pintaron los niños durante el confinamiento
El proyecto ‘Los colores de tu sonrisa’ del Ayuntamiento de Yebes sirvió para motivar y promover las habilidades artísticas de los jóvenes de 3 a 16 años en un escenario tan insólito como aquel encierro por culpa del COVID-19
‘Bajo este monolito están enterradas las dos cápsulas del tiempo, que contienen los dibujos que en la primavera de 2020 pintaron decenas de niños y niñas de Yebes y Valdeluz durante el confinamiento decretado por la pandemia de COVID. El proyecto ‘Los colores de tu sonrisa’ de las concejalías de Infancia y Juventud repartió más de 700 packs con materiales de dibujo y pintura para que nuestros pequeños plasmaran los mejores momentos que pasaron durante aquel encierro en sus hogares’. Es parte del texto que se puede leer en la placa instalada a los pies del sencillo monumento que se ha erigido en la Plaza de la Encina de Valdeluz. Bajo el título ‘En homenaje a la generación del confinamiento’, rememora aquellos meses de infausto recuerdo. Las alas que coronan el monolito representan la libertad coartada mientras permanecían aislados en sus hogares y, al mismo tiempo, la liberad recobrada gracias al comportamiento y la actitud ejemplares que demostraron los jóvenes.
‘Los colores de tu sonrisa’ fue un proyecto educativo, didáctico y pedagógico que el Ayuntamiento de Yebes emprendió durante el confinamiento para incentivar y promover la creatividad y las habilidades artísticas de los jóvenes de este municipio en un escenario tan insólito y anómalo como el encierro a cal y canto que vivieron en aquellas semanas. Que se hizo realidad a finales de abril de 2020 con el reparto puerta a puerta de 750 packs con materiales de dibujo y pintura para los niños y niñas de tres a 16 años de Yebes y Valdeluz. Cada kit estaba compuesto de pinturas, rotuladores, acuarelas, plastilinas, lápices de colores y un bloc de papel de dibujo, aunque muchos de los participantes en este proyecto utilizaron otros materiales que tenían en sus hogares para plasmar sus dibujos. ‘El material enterrado bajo este memorial esconde el recuerdo plástico y expresivo de una generación de jóvenes de nuestro municipio durante una dura y difícil etapa que alteró su día a día y que han dejado atrás’, escenificó Miguel Cócera, alcalde de Yebes, durante el acto de inauguración del monumento.
El gesto emblemático de sepultar los dibujos que se pintaron durante la cuarentena del COVID-19 en dos cápsulas del tiempo tiene mucho de sacrificio y superación, de olvidar y distraer las vivencias de aquellos días como si de una pesadilla se hubiera tratado, de un mal recuerdo que pasó de largo sin dejar ningún rastro. ‘Algún día estas cápsulas del tiempo podrían ser desenterrada y servir de testimonio gráfico para la posteridad y, de esa forma, entender lo que sintieron nuestros jóvenes, a los que durante un tiempo se les obligó a comportarse como adultos’, explica Blanca Arrasate, concejal de Infancia. ‘En recuerdo de este triste episodio que le cambió la cara al mundo y en homenaje a la ‘generación del confinamiento’, que en aquellos meses hizo frente a un periodo complicado que marcó sus vidas, este monumento erigido por el Ayuntamiento contiene la memoria gráfica y colectiva que nuestros jóvenes pintaron en aquellos infausto días’, reza la placa en un segundo párrafo.
La inauguración del monolito en homenaje a la generación del confinamiento estuvo protagonizada por algunos de los niños y niñas que integran el Consejo Local de la Infancia y Juventud de Yebes, principal órgano de participación del proyecto ‘Yebes, Ciudad Amiga de la Infancia’, reconocimiento que Unicef y la FEMP otorgaron a este municipio en el verano de 2021. Sara, Roi, Alba, Noa y Patricia recordaron en su arenga lo aprendido en aquellos meses de encierro, como que las enfermedades no saben de fronteras y que los gérmenes pueden recorrer miles de kilómetros de distancia sin que nos demos cuenta. O la importancia de ser libres, ir a donde queremos y movernos sin límites, o de tener una sanidad pública tan eficaz y unos profesionales tan preparados como los nuestros, como nuestros médicos y enfermeras. O que la investigación y la ciencia pueden devolvernos la esperanza con las vacunas logradas en un tiempo récord. O que la vida es el bien más preciado que tenemos y que el tiempo no está para perderlo, sino para ganarlo, o que a pesar de las mascarillas que les obligamos a llevar nunca perdieron la sonrisa.
El acto estuvo amenizado por el dúo T’anAcustico, mientras que la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del colegio público ‘Jocelyn Bell’ invitó a los asistentes a compartir un tentempié.