Una biografía de Larra en el bicentenario de su nacimiento
01/10/2010 - 09:45
El libro Larra. Biografía de un hombre desesperado, de Jesús Miranda de Larra, coeditado por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) y la Editorial Aguilar, conmemora el bicentenario del nacimiento de Mariano José de Larra (Madrid, 1809-1837), considerado el padre del periodismo español.
La biografía está basada en una amplia documentación que incluye fotos y apéndices que contienen la genealogía del periodista, un poemario, un ideario con fraseología y algunos manuscritos que se publican por primera vez. Llevaba años investigando sobre Larra y sólo tenía que ordenar mis papeles, declaró su autor, hijo del bisnieto del periodista, en declaraciones a Europa Press.
Conocido como un eminente articulista, Larra trabajó con claridad y vigor en su prosa. En sus textos, combatía la organización del Estado, el absolutismo y el carlismo. Se burlaba de la sociedad, y rechazaba la vida familiar. Era considerado un rebelde, pero en aquella época se necesitaba la rebeldía, destacó Miranda de Larra.
Aportaciones al periodismo
Larra ha representado el romanticismo democrático en acción, puesto que los males de España son el tema central de su obra crítica y satírica. Aportó al periodismo una nueva forma de escritura, que valoraba no sólo la lengua, sino el compromiso social y político, matizó Miranda de Larra. Descontento con el país y con sus hombres, Larra escribió artículos críticos (En este país, El castellano viejo, El día de difuntos de 1836 o Vuelva usted mañana), contra la censura (Lo que no se puede decir no se debe decir), la pena capital (Los barateros o El desafío y la pena de muerte), contra el pretendiente carlista (¿Qué hace en Portugal su majestad?), el carlismo (Nadie pase sin hablar al portero) y contra el uso incorrecto del lenguaje (Por ahora, Cuasi o Las palabras). También cultivó la novela histórica (El doncel de don Enrique el Doliente) y la tragedia (Macías). Su trayectoria no se disocia del contexto histórico en el que vivió. Nacido en 1809, cuando acababa de empezar la Guerra de la Independencia, su vida discurre entre el reinado de Fernando VII (la llamada década ominosa) y parte de la regencia de su mujer, María Cristina, en una España marcada por la intransigencia y la falta de libertad, azotada por una guerra carlista en la que la cuestión dinástica encubre el enfrentamiento entre el liberalismo y la reacción más oscurantista.
Conocido como un eminente articulista, Larra trabajó con claridad y vigor en su prosa. En sus textos, combatía la organización del Estado, el absolutismo y el carlismo. Se burlaba de la sociedad, y rechazaba la vida familiar. Era considerado un rebelde, pero en aquella época se necesitaba la rebeldía, destacó Miranda de Larra.
Aportaciones al periodismo
Larra ha representado el romanticismo democrático en acción, puesto que los males de España son el tema central de su obra crítica y satírica. Aportó al periodismo una nueva forma de escritura, que valoraba no sólo la lengua, sino el compromiso social y político, matizó Miranda de Larra. Descontento con el país y con sus hombres, Larra escribió artículos críticos (En este país, El castellano viejo, El día de difuntos de 1836 o Vuelva usted mañana), contra la censura (Lo que no se puede decir no se debe decir), la pena capital (Los barateros o El desafío y la pena de muerte), contra el pretendiente carlista (¿Qué hace en Portugal su majestad?), el carlismo (Nadie pase sin hablar al portero) y contra el uso incorrecto del lenguaje (Por ahora, Cuasi o Las palabras). También cultivó la novela histórica (El doncel de don Enrique el Doliente) y la tragedia (Macías). Su trayectoria no se disocia del contexto histórico en el que vivió. Nacido en 1809, cuando acababa de empezar la Guerra de la Independencia, su vida discurre entre el reinado de Fernando VII (la llamada década ominosa) y parte de la regencia de su mujer, María Cristina, en una España marcada por la intransigencia y la falta de libertad, azotada por una guerra carlista en la que la cuestión dinástica encubre el enfrentamiento entre el liberalismo y la reacción más oscurantista.