Una campaña a destiempo
En todo caso unas elecciones han de ser motivo de alegría porque significan una oportunidad de elegir. Hay candidatos por Guadalajara que defenderán los postulados de sus formaciones, buscando con su trayectoria o experiencia, convencernos de cual de las dos opciones, pues solo hay dos, es mejor.
El presidente del Gobierno ha decidido celebrar elecciones en el momento más caluroso del año, cuando unos ocho o diez millones de personas están desplazadas de su lugar de votación, en pleno puente festivo- por el patrón de la nación el día 25- en varias comunidades y cuando la cabeza de todo el mundo está en las deseadas vacaciones. Nunca un proceso electoral vino tan a desmano. Sánchez, tras el ‘bofetón electoral’ del 28 de mayo, fue consciente de que agotar la legislatura habría creado un cisma interno en su gobierno de coalición y en su partido, que le habría intentado relevar de la candidatura en busca de un perfil con más opciones de presentar batalla. Intentará que le den los números con los que han sido sus socios de investidura con el argumento del miedo a la derecha más extrema, esa que según él nos llevará a la España en blanco y negro, al retroceso.
En todo caso unas elecciones han de ser motivo de alegría porque significan una oportunidad de elegir. Habrá diputados y senadores por Guadalajara que defenderán los postulados de sus formaciones, buscando con su tirón, credibilidad, trayectoria o experiencia, convencernos de cual de las dos opciones, pues solo hay dos, es mejor. O más de lo mismo o un gobierno nuevo, también de coalición y con actores muy distintos a los actuales.
Anoche fue la pegada de carteles y el pistoletazo a una nueva campaña electoral. Vendrán ahora los debates, las entrevistas, los mítines, los encuentros con la ciudadanía… y estaremos ahí para contarlo con la máxima seriedad, detalle y responsabilidad porque como siempre es muy importante el resultado para el futuro próximo de nuestra nación. Qué el verano no nos confunda.