Una cocina auténtica, tradicional, natural y de temporada en Asador Pocholo

Asador Pocholo abrió sus puertas en 1999 en Torija. El iniciador y alma mater fue Miguel Ángel García, más conocido como Pocholo, con sus hijas al frente. Desde entonces ha ido creciendo y adaptándose a las nuevas necesidades, sobre todo, en esta época de pandemia, en el que a la restauración de sala que ofrecen en su establecimiento de la calle Mesones, número 5, de Torija, han sumado el servicio de catering.

La comida que ofrecen en su carta es típica castellana. La especialidad es el cabrito lechal que hace Pocholo, y a eso se suma la comida típica castellana como las migas, la sopa castellana y “mucho producto de kilómetro cero”, dice Susana García, ya que tienen su propio huerto, y todas las verduras y hortalizas del verano son de su propia cosecha. En definitiva, cocina tradicional, aunque en alguna ocasión hacen algún guiño, tipo sugerencia. Así que no es de extrañar que durante el verano el plato estrella haya sido la ensalada de tomate del huerto con cabrito.  

Estas elaboraciones siguen la receta tradicional que inició su padre, que en su juventud estudió restauración, y su asadurilla, su bonito con tomate y su cabrito elaborado en el horno de leña de su conocida finca de Torija se hicieron muy famosas. Así que cuando sus hijas tenían que empezar a buscar trabajo, decidió facilitárselo abriendo este restaurante.

Los postres de Asador Pocholo también son muy famosos, en cuya elaboración siguen también la tradición y como no podía ser de otra manera la utilización de productos de temporada. Así, solo hacen puches en Los Santos, torrijas en Semana Santa o migas de lavanda en verano, adaptándose a la estacionalidad de los alimentos. Así que en esta época de otoño es habitual que en sus elaboraciones haya setas, boletus, níscalos, setas de cardo... y siempre manteniendo la pureza del alimento. Sus elaboraciones son 100 por cien artesanas, y en ellas el aceite de oliva virgen extra es imprescindible. 

Si importante es su comida, también lo es el vino con el que la acompañan,  de ahí que en su bodega no falte uno de los más reconocidos, también de la provincia: el caldo de la Finca Río Negro, de Cogolludo.

Turismo cercano

Asador Pocholo se encuentra en Torija, uno de los pueblos alcarreños por excelencia, junto a la A-2, y en el que se encuentra uno de sus castillos más conocidos.

Esta fortaleza situada frente al Ayuntamiento debe ser una visita obligada pues en él se encuentra el Centro de Interpretación Turística de la Provincia de Guadalajara (Citug) que abre las puertas a conocer turísticamente el resto de la provincia. Pero no solo eso, en su interior, en la parte más alta de la Torre del Homenaje, desde 1995, está ubicado el museo del libro ‘Viaje a la Alcarria’ del Nobel Camilo José Cela.

BRIHUEGA: Uno de los municipos vecinos de Torija es Brihuega. Otra localidad que atesora una gran historia y monumentos en sus calles y que está lleno de rincones muy singulares y especiales. En él destaca el Castillo de la Piedra Bermeja, el entorno del prado de Santa María,  el Museo de Historia, los jardines de la Real Fábrica de Paños, aunque ahora no son visitables por las obras o la plaza de la iglesia de San Miguel, entre otros muchos puntos de interés de esta localidad considerada como el Jardín de la Alcarria.

GUADALAJARA: A pocos kilómetros de Torija está también la capital de la provincia, donde hay múltiples monumentos dignos de visitar como el Palacio del Infantado, el Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo, el Convento de la Piedad, el Palacio de la Cotilla con su salón chino o el Torreón de Álvar Fáñez, así como decenas de restaurantes en los que se ofrece una rica gastronomía para disfrutar de un viaje inolvidable en esta ciudad.