Una familia de Sigüenza lamenta la entrega forzosa de una menor a su padre, denunciado por maltrato
Un juzgado de Arenys de Mar (Barcelona) ordena el traslado de una menor de cuatro años con su padre biológico, pese a las denuncias por violencia de género de la madre fallecida y la negativa de la niña a mantener contacto.
L.C.L, de cuatro años, ha sido criada en Sigüenza por su entorno materno desde que su madre perdió la vida en un atropello en 2023. La menor no tenía relación con su progenitor, D.A S., quien no la reconoció legalmente hasta después del fallecimiento de la madre. A pesar de ello, el Juzgado de Primera Instancia número 7 de Arenys de Mar ha dictado una resolución que impone su entrega a este hombre antes del próximo 31 de julio, dentro de un régimen de visitas progresivo supervisado por los servicios sociales.
La familia materna, representada por su tía, Sara Cabra, denuncia una decisión judicial “incomprensible e injusta” que, asegura, pone en entredicho el bienestar de la menor. “Mi hermana –la difunta madre de la pequeña- denunció por malos tratos a este individuo. Llegó a tener una orden de alejamiento. ¿Cómo vamos a permitir que se entregue a una niña de cuatro años a alguien que jamás se preocupó por ella y que ahora ni siquiera la llama?”, expresa Cabra en conversación con Nueva Alcarria.
Según la documentación a la que ha tenido acceso este medio, la jueza P.B.V. ordenó el traslado de la niña a Cataluña, lugar de residencia del padre, como parte de un proceso de ejecución de sentencia. El auto judicial determina que las visitas se realicen en el punto de encuentro de Guadalajara y que el progenitor puede comunicarse con la menor por vía telefónica. Sin embargo, la familia asegura que el hombre no ha llamado en ningún momento desde que obtuvo este derecho, y que en varias ocasiones no se presentó a los encuentros fijados.
El asunto se agrava por los antecedentes de violencia machista. La madre de la menor presentó varias denuncias contra su pareja por agresiones. En una de ellas, registrada por los Mossos d’Esquadra en abril de 2022, relató insultos, vigilancia constante, consumo habitual de alcohol y estupefacientes por parte del denunciado, así como actitudes amenazantes. Las órdenes de protección y los partes de lesiones constan en el historial de la fallecida.
La niña vive actualmente con su abuelo y su hermano mayor —que ha asumido su guarda de hecho— y sus tías, en un ambiente familiar que, según los informes de los servicios sociales de Castilla-La Mancha, resulta “plenamente integrado y estable”. La menor acude al colegio en Sigüenza, donde se encuentra adaptada y arropada por sus parientes más cercanos. “Arrancarla de su entorno, de su casa, de su escuela, para entregarla a un extraño al que teme, es condenarla a un daño irreparable”, lamenta su tía.
Los familiares temen ahora que la ejecución de la sentencia se lleve a cabo de forma inmediata, lo que implicaría el desarraigo total de la menor en pleno periodo estival. Las autoridades judiciales no han respondido por ahora a la petición de suspensión del traslado. La familia solicita a la opinión pública y a las instituciones una revisión urgente del expediente.