Una simbiosis perfecta de turismo y gastronomía
Castilla-La Mancha permite disfrutar de 11 restaurantes con Estrella Michelín.
Castilla-La Mancha es sinónimo de riqueza patrimonial y gastronómica. Cuenca, Toledo, Ciudad Real, Albacete y Guadalajara ofrecen experiencias increíbles que dejan un buen sabor de boca. Sus atractivos patrimoniales y naturales se complementan a la perfección con los restaurantes que llevan la marca de Raíz Culinaria, sinónimo de cocina tradicional y auténtica, a las que algunos además suman otro distintivo único: la Estrella Michelín. Los 11 restaurantes que tienen este reconocimiento otorgado por la Guía Michelín son una excusa perfecta para conocer la región.
La primera parada para conocer los dos restaurantes con Estrella de Guadalajara es Sigüenza. La Ciudad del Doncel, el segundo destino más visitado de Castilla-La Mancha, es siempre un acierto. Su catedral, su castillo, sus calles y su Parque de la Alameda esperan para emocionar al visitante.
En Toledo están cuatro restaurantes con este distintivo repartidos entre la capital, Illescas y Talavera de la Reina, por lo que son una buena razón para visitar esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad, los encantos de la cerámica talaverana y la comarca de La Sagra pasando por Illescas.
Albacete es otra de las provincias que bien merece una visita. En su capital, donde podemos ver su famoso Pasaje de Lodares, hay un restaurante con una Estrella Michelín; otro en Casas Ibáñez y uno más en Almansa, que atesora dos Estrellas.
En Ciudad Real, resulta imprescindible visitar la capital, pero donde encontramos los restaurantes más destacados es en Torrenueva y en Torre de Juan Abad, municipio situado en la vieja Comarca del Campo de Montiel, al sur de Ciudad Real y muy próximo a Andalucía, que permite evadirse y disfrutar de unos dias de paz y tranquilidad.
Hasta 11 "Estrellas" gastronómicas
Si el sello Raíz Culinaria ya es sinónimo indiscutible de gastronomía de calidad, hay 11 restaurantes de la región que además cuentan con el reconocimiento de Estrellas Michelín, y que son una invitación perfecta para conocer el entorno en el que se ubican. En la provincia de Albacete destacan tres restaurantes. En Almansa (Albacete) está Maralba, con su chef Fran Martínez, que sabe poner en valor la gastronomía regional y sus productos, aportando a las elaboraciones esos toques de modernidad que las hacen diferentes. Tiene dos estrellas Michelín.
En Casas Ibáñez está Oba, el proyecto más personal y atrevido de sus jóvenes chef Javier Sanz y Juan Sahuquillo, junto a todo el equipo que les acompaña. Está inspirado en el entorno de La Manchuela y en él tienen especial protagonismos los productos de la tierra y los pequeños productores.
En la capital albaceteña está Ababol, de la mano de Juan Monteagudo. Sus recetas de esencia manchega y sus tradiciones se enriquecen con aportaciones francesas y vascas. Sus verduras de secano, la caza y los vinos de la tierra protagonizan una carta y dos menús degustación en continuo cambio que encandilan a crítica y público.
En Toledo, hay cuatro establecimientos con Estrella Michelín. El chef Iván Cerdeño, que regenta el restaurante del mismo nombre en Toledo capital tiene dos reconocimientos. Su cocina, en los que exalta los mejores productos manchegos están hechos desde la memoria y la temporalidad, y en los que no faltan los detalles de autor que desvelan su atracción por las combinaciones de mar y montaña.
Víctor Infantes está al frente de Ancestral en Illescas, localidad donde también se encuentra El Bohío, de Pepe Rodríguez.
En Talavera de la Reina, Carlos Maldonado da vida a Raíces, que provoca con sabores intensos y reinventa las recetas tradicionales de Talavera y de Castilla-La Mancha.
Guadalajara tiene sus estrellas en Sigüenza. Una en el restaurante Molino de Alcuneza, con su chef Samuel Moreno, que reinterpreta la cocina castellana transformando los platos de toda la vida en los de alta cocina con un toque de sofisticación. La segunda estrella Michelín está en el restaurante El Doncel con Enrique Pérez, que ofrece una propuesta gastronómica creativa, personal y única, en la que da valor a productos tan básicos como la sal de interior, los cereales y recursos cinegéticos.
Ciudad Real también tiene dos, ambas en la provincia. Una la atesora Miguel Ángel Expósito en su restaurante Retama, ubicado en la localidad de Torrenueva; y la otra en el restaurante El Coto de Quevedo, de la mano de José Antonio Medina, ubicado en Torre de Juan Abad.