Unos 21.000 alumnos y 25 profesores han ‘pisado’ la Escuela de Foklore en sus 40 años de vida
La Escuela de Folklore comenzaba su andadura el 6 de marzo de 1984. Por entonces los jóvenes emigraban en busca de trabajo desde los pueblos a las grandes urbes. En estas circunstancias la Diputación de Guadalajara detectaba que este hecho suponía un enorme problema para el mantenimiento de la cultura, usos y costumbres tradicionales y se ponía manos a la obra creando la Escuela de Folklore.
Casi medio siglo después, según explica la diputada delegada de Cultura de Diputación, Rosa María García Ruiz, su objetivo sigue siendo el mismo:: “la recuperación, la conservación, la enseñanza y la difusión de la cultura tradicional de nuestra provincia, que conforma un espíritu que, 40 años más tarde, sigue más vivo que nunca”.
El director de la Escuela de Folklore, Miguel Ángel Martínez Auñón, muestra una carraca en el aula de carpintería.
En la actualidad hay 14 profesores que imparten clases en la Escuela Provincial de Folklore de Diputación provincial:
- Área de Artesanía: Alfarería (Luis Alberto Larriba), Carpintería Tradicional (David Serrano), Cestería (Berta Bugallo), Encaje de Bolillos (Esther Ródenas), Indumentaria Tradicional y Labores Tradicionales (Leticia Martínez), Restauración Etnográfica (Ana Belén Alcalde), Técnicas Decorativas (Mª Jesús Sánchez).
En las estanterías de la escuela se exponen viejos recuerdos.
- Área de Música y Baile: Baile tradicional (Sara Moratilla), Acordeón (Jesús de Diego); Dulzaina (Antonio Trijueque); Tambor (José Carlos Esteban); Canto y púa (Antonio Carmona), María Teresa Becerra (Danza) y Violín (Eduardo del Castillo).
Forman parte de los 25 maestros y más de 21.000 alumnos que han pisado sus instalaciones desde que fuera creada mediante una moción de la Presidencia a la Comisión de Gobierno. A este equipo humano se suman los trabajadores del Departamento de Administración, Javier Plaza y Margarita Blas.
A sus clases acuden 10 personas por aula. Desde allí, tras llevar a cabo sus estudios, que oscilan entre los cinco años de las disciplinas relacionadas con artesanía, y ocho las de música, salen titulados y preparados para abrir sus propios negocios, o contribuir a la difusión de la tradición de la provincia, a través de libros, conferencias, exhibiciones o demostraciones en centros educativos, culturales o asociaciones de nuestra provincia. El director de la Escuela, Miguel Ángel Fernández, y la diputada delegada de Cultura, Rosa María García, en la imagen, en el Aula de Canto y Púa.
“Notamos mucho el cariño de la gente cuando salimos a los pueblos pequeños, porque el hecho de que vaya la Escuela de Folklore da vida a un fin de semana de fiestas, a las fiestas patronales o a la semana cultural”, asegura la diputada de Cultura. “De hecho, nos pasa igual que con los alumnos, que tenemos lista de espera para entrar a las clases, nos ocurre con las peticiones de los pueblos” afirma.
Leticia Martínez, de pie, al fondo, profesora de indumentaria y labores, con sus alumnas. Ella forma parte de la plantilla conformada por 14 profesores en activo.
Aquella señora del final está aprovechando un lienzo antiguo de su madre para hacer un mantel”, señala. Comenta que las alumnas que regularmente acuden a sus sesiones llevan en la escuela cinco años de media.
Berta Bugallo da clases de cestería: “El abanico de nuestra labor es muy amplio, no solo lo que es una cesta en sí, por ejemplo, forramos garrafas, que en Guadalajara hay muchísimas, además de todo tipo de fibras”.
El director de la escuela, Miguel Ángel Fernández Auñón, explica que cualquiera que lo desee puede inscribirse:
“El periodo de matrícula se abre al finalizar el curso, en el mes de junio; tienen prioridad los alumnos que van cursando hasta que completan el ciclo y luego se ofrecen las plazas libres”.
Miguel Ángel tiene una perspectiva histórica, estratégica, que es la que prevalece en su gestión: “Quiero seguir la línea mantenida hasta ahora, que perdure, ampliar su proyección, tejido cultural y mejorar la estabilidad de los profesores, porque ello redundará en una atención más amplia para todos los pueblos, y podremos llegar a muchos más sitios divulgando nuestros valores folclóricos, etnológicos, culturales y artesanales a lo largo y ancho de la provincia”. Tiene en cartera un pensamiento muy especial que pretende que sea una realidad, basado en la idea de que “la cultura es algo que se va posando lentamente, que hace sociedad”. El director asevera que le gustaría poder incorporar “la narrativa de boca a oreja como un área más de trabajo en la escuela, para llegar sobre todo a la población joven”.
El responsable de la escuela quiere remarcar que estos proyectos y logros no serían posibles sin el respaldo del presidente de Diputación, José Luis Vega, y de la diputada delegada de Cultura, Rosa María García Ruiz.
Los directores
- Ignacio Simón dirigió los primeros pasos de la Escuela de Folklore, encaminados a detener la pérdida de la tradición oral, al romperse su correa de transmisión. De esta manera, el centro iniciaba su andadura impartiendo clases de cestería y bailes, a la par que visitaba pueblos donde se entrevistaba con gentes del lugar para recuperar toda la información posible antes de que su pérdida fuese irreparable. Poco a poco se fueron incorporando el resto de las disciplinas hasta que en octubre de 1995 comenzaron las clases de la última en llegar hasta ahora, el aula de Restauración Etnográfica.
Por el despacho de Dirección, durante sus 40 años de historia, han pasado además:
El etnógrafo, folklorista y cantautor guadalajareño José Antonio Alonso (d) en una de sus actuaciones en sala multiusos de la Biblioteca León Gil, Cabanillas.
- José Antonio Alonso (17 años);
Luis Manuel García (d) durante la entrega lde ua placa a la alumna más veterana, Purificiación Sotodosos (año 2010).
- Luis Manuel García (10 años);
- Javier Platas (dos años).
- Miguel Ángel Fernández, que es director desde diciembre del año pasado.
Diversos carteles históricos de las campañas de difusión del foklore.
A lo largo de estos años la formación que se ha impartido en la Escuela ha contribuido a la constitución de numerosos grupos de folclore en toda la provincia contribuyendo de manera específica a:
- Recuperación de instrumentos casi desaparecidos como la dulzaina y el tambor, el guitarrillo, las sonajas.
- Recuperación de numerosas técnicas artesanas; en bordados, incorporando elementos y formas que habían caído en desuso, técnicas alfareras históricas, decoraciones de temática tradicional, peinados tradicionales, labores en fibras vegetales como la sarga, enea, esparto o la paja de cereal.
- Recuperación de piezas etnográficas y de carpintería tradicional, además de una artesanía casi perdida como es el encaje de bolillos que la Escuela ha ayudado a revitalizar.
Aula de carpintería.
La preservación, custodia y divulgación a lo largo de estos años ha dado sus frutos, con la recuperación de partituras, grabaciones, objetos, instrumentos musicales, juguetes, indumentaria, paños y patrones. Algunos de ellos se pueden contemplar en la Casa del Cordón en Atienza, en el Castillo de Torija o en las propias instalaciones de la Escuela en el Centro San José. Igualmente, la escuela se encarga de la enseñanza de esta cultura tradicional castellana de Guadalajara mediante la impartición en las aulas de clases y talleres, de música popular y artesanía tradicional, complementadas por conferencias y ponencias en las que el profesorado imparte su especialidad.
Una de las actuaciones de los alumnos la Escuela de Folklore de Diputación de Guadalajara. Casa de Uceda, imagen, se encuentra entre los innumerables pueblos que visitan.
Además de estas actuaciones también se realizan durante el curso escolar las muestras de folclore tradicional, interpretando canciones y bailes de toda la geografía provincial, la Exposición de Artesanía y el concierto en el Centro San José, así como demostraciones de artesanía. También contribuyen a la divulgación las visitas de colegios, institutos y asociaciones. Esta actividad se desarrolla durante todos los jueves del curso, se reciben grupos de hasta 45 visitantes más sus responsables, lo que supone en torno a medio millar de visitas por curso escolar.
La Escuela de Danza visita cerca de medio centenar de colegios, institutos o centros de mayores, acercando el baile a aquellos colectivos que por tamaño, movilidad o distancia no resulta eficiente el traslado a las instalaciones de la escuela.
Con el comienzo del curso 2016/2017, la Escuela extendió su actividad a los pueblos de la provincia a través de la firma de convenios de colaboración con los ayuntamientos de la provincia. Comenzaron a impartirse las disciplinas de Alfarería y Técnicas decorativas en cerámica, en Molina de Aragón, y Dulzaina, en Sigüenza.
Desde el año 1996 Diputación viene realizando la convocatoria de esta línea de subvenciones, denominada “Nuestra Tierra, Nuestra Cultura”, para facilitar cauces y herramientas de apoyo a la acción cultural, una convocatoria con un marcado carácter con la que Diputación acerca, transmite y patrocina los oficios y la cultura tradicional.
Reconocimientos
Entre sus innumerables reconocimientos se halla:
- La Federación Española de Entidades Locales Menores reconoció a la Escuela Provincial de FolKlore por su destacada labor cultural y educativa.
- La Escuela Provincial de FolKlore obtuvo el Primer Premio en la Fiesta del Folclore Provincial. Este premio se otorgó en reconocimiento a sus 40 años de trabajo dedicados a la conservación y difusión del patrimonio cultural inmaterial de la provincia de Guadalajara. El galardón fue concedido por el Ayuntamiento de Marchamalo.
- X Premio Nacional de Folklore “Agapito Marazuela”.
- Popular Nueva Alcarria de 1990, en la categoría de Etnografía.
- Insignia de Plata “Melero Alcarreño”, concedida por la Casa de Guadalajara en Madrid, en el año 1994.
Placa de la provincia al Mérito Cultural en 2024, en el Día de la Provincia celebrado en Mondéjar.
Toda esta labor se ha visto complementada con la edición de publicaciones donde se recoge el resultado de las investigaciones desarrolladas, como el Anuario de Etnografía, Cuadernos de Etnografía, que edita la Diputación provincial de Guadalajara, el Museo Virtual de Ecología Humana de la Universidad Autónoma de Madrid, Museo Posada del Cordón, también perteneciente a la Institución, y la publicación de los resultados de las investigaciones realizadas durante estas cuatro décadas a lo largo y ancho de la provincia, una labor ingente, en muchas ocasiones de recompensa, de preservación de nuestra cultura.