Valdeluz inaugura la primera pista de parkour de Guadalajara con una exhibición
Se ubica en un pasillo de ocio y deportes urbanos y el diseño se ha realizado a partir de la combinación de más de una docena de elementos de hormigón armado y tubos de acero que hacen las veces de obstáculos.
Rotación, balanceo, tictac, rompemuñecas o dash, gato, retour, pasavallas, recepción, saltos de brazo, de precisión o fondo. Son algunos de los movimientos básicos del parkour, una modalidad deportiva que consiste en desplazarse de una forma rápida, segura y ligera mientras se superan obstáculos como vallas, muros o el vacío mediante saltos, agarres, escaladas o transiciones creativas. Esta difícil, hábil y exigente especialidad ya se puede practicar y entrenar en la pista de parkour que se ha construido en el pasillo de ocio y deportes urbanos situado en la confluencia de las Avenidas María Moliner y Asteroide Yebes del núcleo de Valdeluz. Que facilita a los menores y jóvenes un entorno al aire libre para la práctica del ejercicio físico y que se completa con el circuito de pump track, el Street Workout y la tirolina. ‘Y que sirve tanto para los neófitos que quieran dar los primeros pasos en este deporte como para los aficionados y asiduos a esta disciplina para mejorar su técnica y movimientos’, explica Miguel Cócera, alcalde de Yebes.
Desde desplazamientos y saltos hasta agarres, giros o aterrizajes. Todas estas habilidades motrices se pueden poner en práctica en la recién inaugurada pista de parkour de Valdeluz. Que cuenta con más de una docena de obstáculos, muchos provistos de barras superiores e inferiores, y todos ellos combinados para enlazar diversos movimientos a la vez. Así pues, los traceurs de Guadalajara y alrededores están de enhorabuena con la apertura de la primera pista de estas características que se construye en la provincia de Guadalajara. ‘Para hacer un uso responsable de la instalación conviene leer el cartel informativo para conocer los requisitos y buenas prácticas que se deben seguir una vez se accede para no correr riesgos innecesarios’, advierte Merche de la Rica, concejal de Deportes. ‘La calle es mi gimnasio’ es una de las expresiones que están asociadas al parkour, cuyos practicantes son capaces de llevar a cabo una serie de acciones para saltar, correr, trepar o lanzarse al vacío, ‘siempre con destreza, habilidad y seguridad’.
Porque el parkour no es solo una actividad física, divertida y variada, sino que proporciona una serie de beneficios para la salud que lo convierten en un deporte muy completo. No solo porque trabaja multitud de músculos de todo el cuerpo, sino que además garantiza una tonificación regular. Los expertos indican que se trata de un método de entrenamiento que incrementa la resistencia cardiovascular y la potencia muscular, facilita el gasto calórico y ayuda a desarrollar las capacidades motoras. Y mejora destrezas como la coordinación, el equilibrio o la percepción espacial dado que obliga al traceur a estudiar en cada momento la distancia, tamaño, disposición, anchura o altura del obstáculo para el salto, desplazamiento o aterrizaje. Por su significación como deporte colaborativo, esta disciplina basada en el equilibrio físico y mental y la libertad aporta una serie de ventajas sociales. ‘Porque promueve el equilibrio emocional y la práctica en grupo, con la consiguiente relación, inserción y sociabilidad de los practicantes’, enfatiza Juan Antonio Perojo, concejal de Juventud.
La inversión para la construcción del parkour park de Valdeluz ha ascendido a 49.143,77 euros y se ha financiado con cargo al Fondo de Inversión Municipal (FIM) de la Diputación Provincial. Se localiza en el Parque de la Concordia y ha contado con los informes técnicos favorables, que confirman que el proyecto cumple las directrices del vigente planeamiento urbanístico. Cuyas obras se han ejecutado en la parcela 2.8 del Sector 1 del Plan de Ordenación Municipal de Yebes sobre un terreno urbano con la calificación de ‘zona verde, zonas ajardinadas, áreas peatonales y juegos infantiles’ perteneciente al dominio público. Los trabajos realizados no han supuesto modificación alguna de la edificabilidad, por lo que se encuadran en el uso al que estaba destinada esta infraestructura, que es ‘dotacional, clase deportiva y categoría 16ª, espacios y locales para la práctica deportiva sin espectadores’.
El suelo del recinto ha sido acolchado con un piso de césped artificial de cinco centímetros de espesor en todo el perímetro y dispone además de una zona de arenero y una pequeña área estancial aledaña con mesas recreativas