Yunquera comienza sus fiestas patronales
El Palacio de los Mendoza volvió a ser el escenario del inicio de las fiestas patronales de Yunquera de Henares en honor a la Virgen de la Granja. La jornada estuvo marcada por el pregón a cargo de Ramón Molina y por la coronación de los Quintos de Honor de 2025.
La gala de este año rindió homenaje a Cata por su extensa trayectoria como presentador. El acto fue conducido por su compañero Guillermo, junto a Luna, Rubén y Lucía, llamados a tomar el relevo en el futuro. El hilo conductor de la ceremonia fue un repaso por la historia del municipio.
El primero en intervenir fue el 𝗮𝗹𝗰𝗮𝗹𝗱𝗲 𝗱𝗲 𝗬𝘂𝗻𝗾𝘂𝗲𝗿𝗮, 𝗟𝘂𝗰𝗮𝘀 𝗖𝗮𝘀𝘁𝗶𝗹𝗹𝗼, quien subrayó la importancia de estas celebraciones, apelando a la unidad, recordando a quienes nos han dejado en el último año y resaltando la necesidad de transmitir el legado de generación en generación para mantener vivas las tradiciones.
Posteriormente, el 𝗽𝗮́𝗿𝗿𝗼𝗰𝗼, 𝗝𝗼𝘀𝗲́ 𝗕𝗲𝗻𝗶𝘁𝗼, animó a los vecinos a vivir las fiestas con devoción, a participar activamente en ellas y a disfrutar de estos días en los que la Virgen de la Granja se encuentra con su pueblo en la Iglesia de San Pedro Apóstol.
El acto continuó con la coronación de los nuevos 𝗤𝘂𝗶𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗛𝗼𝗻𝗼𝗿 𝟮𝟬𝟮𝟱, que representarán a la juventud yunquerana durante el próximo año: 𝗠𝗮𝗿𝗰𝗼𝘀, 𝗖𝗲𝗹𝗶𝗮, 𝗟𝗮𝘂𝗿𝗮, 𝗗𝗮𝗿𝗶́𝗼, 𝗧𝗲𝗿𝗲𝘀𝗮, 𝗛𝘂𝗴𝗼, 𝗠𝗮𝗿𝗶𝗼, 𝗦𝗼𝗳𝗶́𝗮, 𝗔𝗱𝗿𝗶𝗮́𝗻, 𝗔𝗻𝗮 𝘆 𝗗𝗶𝗲𝗴𝗼. Asimismo, se despidió con agradecimiento a los Quintos salientes: Aitana, Alba, Alejandra, Desiré, Eva, Inés, María, Miguel, Noelia, Patricia y Sergio.
El encargado de cerrar la velada fue 𝗥𝗮𝗺𝗼́𝗻 𝗠𝗼𝗹𝗶𝗻𝗮, 𝗽𝗿𝗲𝗴𝗼𝗻𝗲𝗿𝗼 𝗱𝗲 𝟮𝟬𝟮𝟱, quien cautivó al público con un discurso cargado de emoción. En su intervención evocó recuerdos personales y transmitió con intensidad la forma en que Yunquera vive y siente estas fechas tan significativas.
Ramón mantiene un estrecho vínculo con su pueblo natal, donde transcurrieron su infancia y juventud, forjando una identidad y unos valores que han marcado su trayectoria. Actualmente ejerce como vicario parroquial en la Concatedral de Santa María de Guadalajara, pero continúa regresando con frecuencia a Yunquera para visitar a su familia y sus templos. Se declara “hijo de Yunquera” y profesa una profunda devoción a la Virgen de la Granja, a quien dedica un afecto sincero y entrañable.








