50 aniversario del histórico ascenso del Deportivo Guadalajara a la categoría nacional en Huesca
Fue una temporada apasionante en la que el Deportivo Guadalajara estuvo en el liderato durante varias jornadas. Finalmente tuvo que conformarse con la segunda plaza tras el equipo del Carabanchel, lo cual le permitía jugar la promoción de ascenso frente al potente equipo de la Sociedad Deportiva Huesca. Foto cedida por Justo Yela.
Por Eduardo Díaz
En la temporada futbolística 1972-73 el equipo de fútbol representativo de la ciudad de Guadalajara competía en la categoría regional con equipos de la vecina provincia de Madrid.
Fue una temporada apasionante en la que el Deportivo Guadalajara estuvo en el liderato durante varias jornadas. Finalmente tuvo que conformarse con la segunda plaza tras el equipo del Carabanchel, lo cual le permitía jugar la promoción de ascenso frente al potente equipo de la Sociedad Deportiva Huesca.
El primer partido de la eliminatoria se jugó el domingo 10 de junio de 1973 en un Pedro Escartín que presentaba un lleno hasta en el Tendido de los Sastres de la terrera de la calle Méjico. Fue una tarde muy lluviosa y el equipo morado obtuvo una valiosa victoria por dos goles a cero, anotados por el jugar local Eusebio, que a la postre sería el héroe de la eliminatoria.
Foto cedida por Justo Yela.
Al día siguiente en las oficinas del campo de fútbol comenzaron a recibirse miles de solicitudes para conseguir una entrada para el partido de vuelta y de esa manera arropar al equipo morado en su visita al estadio Alcoraz en la capital oscense. El sábado anterior al decisivo partido, el semanario local Nueva Alcarria citaba a los aficionados a reunirse en el Bar Plaza de la calle Alcalá de Henares para salir todos juntos tanto en autocares como en vehículos particulares. La primera parada con la consiguiente fiesta morada fue en la localidad de Calatayud. En esta ciudad aragonesa las banderas moradas, las pancartas y los cánticos se hicieron dueños de bares y calles, ante el entusiasmo de las gentes que acogieron con mucho cariño a la afición arriacense.
En la mañana del trascendental partido, la directiva, jugadores y miles de aficionados alcarreños realizaron una emocionante ofrenda a la Pilarica de Zaragoza, solicitán-dole su providencia para superar la eliminatoria, ante la emoción de los feligreses que se encontraban en ese momento en el interior de la Basílica.
Antes de comenzar el trascendental partido de ascenso, la afición de Guadalajara obtuvo permiso gubernativo para pasear por el terreno de juego una pancarta en la cual saludaban a la afición del Huesca e igualmente señalaba que ‘Perdamos o Ganemos, con vosotros siempre estaremos’. El coqueto estadio de Alcoraz presentaba un lleno total e incluso momentos antes del partido funcionó a muy buen ritmo la reventa de entradas; la afición azulgrana se encontraba muy ilusionada por remontar el partido de ida e incluso contaban con el apoyo incondicional del famoso “ Manolo el del Bombo”, el cual no cesó de animar durante los noventa minutos del partido.
Las cosas no pudieron empezar peor para el “Depor”, ya que a los seis minutos el jugador local Ortega batía de un fuerte disparo al meta José Luis Sesma, provocando el delirio de la afición local en las gradas. Pero en el minuto veinte el jugador morado Eusebio, de tiro raso y colocado, batía al guardameta Justribó, desatándose la locura entre los aficionados deportivistas y los miles de oyentes que seguían el partido desde Guadalajara a través de las ondas radiofónicas.
Foto cedida por Justo Yela.
Cinco minutos antes del descanso el equipo local a través de Mendieta volvía a poner por delante a los de Huesca, llevando de nuevo la emoción a la trascendental eliminatoria. En el vestuario morado su entrenador Mielgo alentó a sus jugadores para que defendiesen el resultado con uñas y dientes, recalcándoles que lo importante era no encajar ningún gol más para evitar la maldita prórroga y la lotería de los penaltis.
La segunda parte estuvo llena de faltas por parte de ambos contrincantes e incluso el árbitro tuvo que intervenir varias veces para impedir auténticas batallas campales entre los jugadores. Cuando el colegiado del encuentro Javier Echevarria señalaba el final del partido, la emoción de los aficionados de Guadalajara se convirtió en lágrimas e invadieron el terreno de juego de forma pacífica.
Foto cedida por Justo Yela.
Por el contrario los jugadores de ambos equipos se enzarzaron en una triste batalla barriobajera, lo cual hizo que tuvieran que intervenir las Fuerzas del Orden Público. Dada la gravedad de los hechos el jugador morado Ferrer fue detenido en las dependencias policiales del estadio, por lo que tuvo que interceder el presidente de la entidad morada Juan José Laso para que el polémico jugador fuera puesto en libertad con la condición de que abandonara las instalaciones deportivas lo antes posible en compañía de su presidente para evitar males mayores.
En la tarde del día siguiente, el Ayuntamiento de Guadalajara recibió a los héroes del ascenso con una Plaza Mayor totalmente abarrotada de aficionados que por fin veían cumplido su sueño de ver jugar al Deportivo Guadalajara en la categoría nacional del fútbol español. El broche a la celebración fue la ofrenda a la patrona de Guadalajara la Virgen de la Antigua en su santuario por parte del entrenador Mielgo y del capitán Juan Manuel Montero.