Abriendo Fronteras: "Decretos, parcelas y racismo"
A finales del mes de octubre, concretamente el 20 de ese mes, el alcalde de Azuqueca de Henares firmó un decreto más de este periodo de alcaldía: en concreto, el perteneciente al expediente 18766/2022. Pasaron los días, las semanas, dos plenos municipales (octubre y noviembre) y casi dos meses después, el alcalde azudense concede una entrevista a un periódico provincial donde habla del citado expediente. En esa entrevista, habla de la cesión temporal de una parcela, de propiedad municipal, al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, para que este pueda construir un "Centro de Acogida para Migraciones" (término que nunca habíamos escuchado) similar al que hay en el municipio de Sigüenza.
No vamos a hablar del retraso que lleva la oposición en su labor de revisar los decretos que firma el regidor, sino del revuelo generado por la actitud adoptada por la oposición ante este decreto, y concretamente del Partido Popular y Vox. También de nuestra opinión al respecto.
Hagamos de entrada un repaso de quienes forman el Ayuntamiento: 11 concejales del PSOE, 3 de Unidas- Izquierda Unida, 3 del Partido Popular, 2 de VOX y 1 de Ciudadanos. Históricamente el municipio siempre ha votado a la izquierda y, excepto un breve periodo que no llegó a ser ni un mandato, el resto, desde la llegada de la democracia a este país, Azuqueca ha estado gobernado por la izquierda.
Ciertamente, nos alegramos, como colectivo, de que Azuqueca de Henares haya sido elegida y haya decidido ubicar un dispositivo de acogida y recepción de personas refugiadas e inmigrantes.
En su momento, el municipio creció y se desarrolló gracias a la aportación de mano de obra que trabajó en el polígono industrial que vemos desde la autovía, a los servicios que se crearon en torno a él y a la población que descongestionó otros municipios más habitados del Corredor del Henares.
Azuqueca prosperó y también acogió a población extranjera, llegando a superar en este aspecto los datos porcentuales provinciales, regionales y nacionales. Todo ello no supuso ningún problema para la ciudadanía, que veía con normalidad que sus vecindarios, sus centros educativos, sus supermercados, sus espacios de trabajo, sus lugares de ocio, tuvieran otros acentos que aportaban diversidad al municipio. También el trabajo del Ayuntamiento, de sus profesionales, de sus representantes públicos, de la entidad Guada- Acoge y de otras personas y entidades implicadas daban sus frutos de convivencia y participación.
A principios de este año, con la guerra de Ucrania y la huida generalizada de parte de su población, el municipio azudense ofreció unas instalaciones que no se usaban, para dar acogida a población refugiada ucraniana. Esto no supuso ningún problema porque se entendía como empatía hacia personas en situaciones de necesidad.
La propuesta objeto de este comentario es continuar y ampliar, con más estabilidad y con mejores condiciones, este servicio de humanidad y acogida. Pero una parte de la oposición municipal se siente vilipendiada y exige que sea tratado en Pleno, con el tufo que lleva detrás su comentario,
porque siempre va apellidada la cesión de la parcela con el apelativo "para Centro de Refugiados". Este dispositivo será utilizado para dar acogida a personas que huyen, del hambre, de la guerra, de la escasez, de la desigualdad, del no futuro; pero que huyen. Como huyeron en su día las personas de Ucrania, también de Palestina, de Venezuela, del Sahara, de Afganistán; y como también huía parte de la población española cuando terminó la Guerra Civil.
Nos encantaría una respuesta como la que ofreció la ciudadanía con la llegada la población de Ucrania: mira que lo tenemos fácil porque apenas ha pasado tiempo. Y sin embargo, ahí están una serie de personas, quejándose, haciendo ruido, pintando sedes, escribiendo en redes sociales, creando plataformas de personas "afectadas", para que se les oiga con algo que suena a racismo, aunque no lo quieran nombrar como tal.
Azuqueca está en el Corredor del Henares, está bien comunicada, es diversa, es amplia, es activa y participativa; también es solidaria y acogedora. Ojalá que ese centro pueda llegar a crearse, abrirse e integrarse. Ojalá tenga la trayectoria que tienen centros como el de Sigüenza, que ha aportado tanto a la ciudad y a la comarca, y que ha ayudado tanto a la gente que estaba dentro como a la gente que estaba fuera.