Atienza, una escapada para vivir tradiciones
Muchos son los atractivos de la villa de Atienza, declarada Conjunto Histórico Artístico, para que merezca más de una visita turística. Esta se muestra al visitante como un museo histórico en el que convergen la ruta del Cid, la del Románico Rural y la del Quijote. Su castillo ejerce de vigía ante una demostración arquitectónica sin parangón, tanto en obra civil como religiosa. Aprovechando sus angostas calles castellanas, sus vestigios medievales y el tesón de sus vecinos, Atienza fija en el calendario de los visitantes varias citas a lo largo del año. Todas ellas presentan una gran puesta en escena y animación callejera que se complementan a la perfección con la arquitectura de una villa con identidad propia.
La primera es de calado nacional, reconocida como tal y con más de 850 años a sus espaldas. Cada Domingo de Pentecostés, la Cofradía de la Santísima Trinidad celebra La Caballada, Fiesta de Interés Turístico Provincial, conservada de generación en generación y de gran arraigo para todos los atencinos, que este año caerá en el 5 de junio. Se rememora así la liberación del rey de Castilla Alfonso VIII por los arrieros de la villa ante la amenaza de las tropas del rey Fernando II de León, tío del monarca, que había cercado Atienza. Camuflado como un jornalero más, el Rey Niño, como le llaman en la villa, fue trasladado en siete jornadas hasta la ciudad de Ávila. Con capa, sombrero y traje de pana, cabalgan hasta la ermita de la Virgen de la Estrella para bailarla y hacer la subasta de las roscas en celemines de trigo. Una romería multitudinaria que continúa con la carrera de caballos hasta la villa, por la tarde y el trago en el porrón. La víspera, el Sábado de las Siete Tortillas, va ganando entidad con la pequeña Caballada infantil, música y otros actos que realzan la fiesta castellana más antigua de la región.
La Semana Santa es otro buen momento para conocer las tradiciones de la villa, que llegó a contar con catorce parroquias. Se conservan cinco grandes reliquias como, por ejemplo: la Santísima Trinidad, San Gil, Santa María del Rey, San Bartolomé y Santa María del Val. Ese pasado clerical está recogido en cuatro museos, parejos a los templos.
Con la llegada del mes de octubre, Atienza celebra la feria medieval anual, la cual convierte la bella y bien cuidada localidad del siglo XXI en la importante villa que fue en la Castilla del siglo XV. Por un día, lugareños y visitantes podrán retroceder seis siglos para conocer el histórico personaje de Don Álvaro de Luna y la recreación del intento de tomar la villa atencina. Los asistentes al evento pueden presenciar desfiles y combates de caballeros, exhibiciones de aves rapaces, puestos artesanales, teatro en la calle, conferencias, espectáculos de fuego y magia, música medieval y muchas más actividades, organizadas por el Ayuntamiento atencino.