CALEFACCIÓN GARANTIZADA: Guadalajara y Berlín ya no temen a Putin
La capital alcarreña fue pionera en el uso de energías renovables a gran escala para dar calor a vecindarios enteros. Dispone desde hace dos años de un gigantesco mallado que, gracias a la biomasa, provee a los vecinos que lo contraten de calefacción y agua caliente, mientras que el proyecto de la compañía Vattenfall, en Berlín, está a punto de concluirse, según AP. Se trata de un gigantesco termo para almacenar agua caliente y proveer calor a miles de hogares germanos.
Desde octubre de 2020, la central térmica del polígono de El Balconcillo, en la calle Méjico número 45, entró en funcionamientos. Con Putin restringiendo el gas a Europa, iniciativas como la Red de Calor con Biomasa de Guadalajara son una realidad, uno de los mejores ejemplos en Europa de cómo se puede y se debe democratizar el uso de las energías renovables.
La empresa REBI, Recursos de la Biomasa, dispone de un mallado compuesto por 28 MW de potencia, dos calderas de 7 MW cada una y otra tercera caldera de 14 MW -a lo que hay que sumar una más de 7MW de apoyo- que ya da servicio de calefacción y agua caliente sanitaria a través de energía térmica de biomasa a los vecinos, además de edificios públicos y no residenciales de la capital. REBI, tiene a disposición de los interesados una plataforma web de gestión energética que facilita al Administrador de Fincas la tarea de control de los consumos en tiempo real, gracias a la fibra óptica que incorpora la Red. Facilita una transparencia en el funcionamiento que ninguna otra energía fósil, ya sea gas o gasóleo, puede suministrar.
Esta herramienta permite controlar mejor y reducir el gasto energético. “No solamente el ahorro económico es la principal motivación de los guadalajareños para conectarse a la Red, sino que existe una gran conciencia sobre el medio ambiente, su cuidado y su sostenibilidad”, se asegura desde REBI.
En Berlín, el proyecto de la compañía Vattenfall está a punto de concluirse, según AP. Se trata de un gigantesco termo para almacenar agua caliente y proveer calor a miles de hogares germanos. Su finalidad es acumular energía calorífica para posteriormente usarla cuando sea necesario. La torre tiene casi 150 pies de altura y puede contener la asombrosa cantidad de 15 millones de galones de agua. El edificio mantiene el agua casi hirviendo calentada en todo momento mediante el uso de electricidad de repuesto eólica y solar que crean los parques eólicos y solares, y se puede usar este invierno si no hay gas ruso, sostiene AP. La instalación tendrá una capacidad térmica de 200 megavatios, suficiente para satisfacer gran parte de las necesidades de agua caliente de Berlín durante el verano y alrededor del 10% de lo que requiere en el invierno.
Ambos son pasos de gigante hacia el pleno aprovechamiento de las energías autóctonas, viento y sol, embalses, biomasa, pozos propios de geotermia y otros sistemas como bombas de calor. “Hoy por hoy la transición hacia el uso de las energías renovables no solo continúa, sino que ha pasado de ser un punto en el orden del día de las reuniones de los políticos al más alto nivel, a ser una exigencia de los ciudadanos que se ven ahogados por los precios de las energías, que aumentan la inflación, y cuyo gasto comienza a ser insostenible sumado a los pagos cotidianos, por no hablar de las grandes industrias y pequeñas empresas”, se prosigue.