La Fiesta de los Populares ha llegado a arraigar tanto entre nuestros lectores que no podemos por menos que dar las gracias a cuantos la siguen y acompañan.
Hace mucho frío y el personal ha montado una cola de Jesús de Medinaceli para adorar zapatos. Cada uno de ellos es una joya, una lección de arte y diseño.
Los historiadores deben poner de relieve la dimensión religiosa de los hechos explicados, pero el docente de religión puede unificar en su asignatura los distintos aspectos de esa constante dimensión.
Hoy sería impensable la escena de aquella película donde José Luis López Vázquez piropeba a una espectacular Carmen Sevilla deletreando cada sílaba: mo-nu-men-to.
Dos noticias para el periodismo de Guadalajara, una buena y una mala.
El primer agente educativo o educador para el niño ha de ser la familia, los padres.
Son todos los que están pero no están todos lo que son, como siempre decimos para excusar las ausencias en esta difícil selección.
Estroncio no es una palabra regia. El realizador debería haber cortado y apuntarle a la príncesa: Platino.
Las informaciones sobre la pobreza en el mundo, del año 2017, no son buenas.
La versión-adaptación y dirección corrió a cargo del salesiano Santiago López Lara, gran persona, excelente educador y ejemplar religioso.
No es odio la antipatía, aunque lo diga el diccionario, como no es amor el sexo de fin de semana.
La mentira de los políticos ante la población es una de las mayores fuentes de corrupción.
Hoy ya todo el mundo sabe porque el Gobierno de Maduro no pudo proporcionar al pueblo el pernil subvencionado porque debía 40 millones a la empresa Raporal.
El verdadero regreso artístico del escultor a su ciudad natal se produjo en 1981 cuando se expusieron 25 piezas escultóricas suyas en la sala de arte de la añorada Caja de Guadalajara.
Algunos políticos contribuyen a difundir sus comportamientos ineducados y groseros, más relevantes si son en el escenario del Parlamento.
Dos mozos lumbreras de mi pueblo, que no habían ido a su clase, defendían que la ortografía “no sirve para ná, tontunas”.
lo importante es que la ciudad está hecha, sobre todo, por personas: actores de un teatro construido durante décadas o siglos.