Cientos de viajeros atrapados en la estación de autobuses de Guadalajara

29/11/2025 - 19:34 Paco Campos

Crisis en el transporte público de Guadalajara: largas colas, autobuses llenos y viajeros atrapados. La historia de Inés, esta mañana, en la Estación de Autobuses de Guadalajara, refleja una realidad que va a peor.

La mañana de hoy vuelve a mostrar un problema ya conocido por los usuarios del transporte público entre Guadalajara y Madrid: autobuses llenos, colas interminables y personas que no pueden subir porque la capacidad se desborda. El corte del Cercanías entre Azuqueca y San Fernando de Henares ha agudizado exponencialmente una situación que se repite periódicamente, sobre todo cuando hay alguna situación que, como esta, se puede prever. El caos se repite especialmente cuando coinciden obras, cortes ferroviarios o refuerzos insuficientes.

Inés resume la experiencia vivida esta mañana en la Estación de Autobuses de Guadalajara con impotencia: “Me dan ganas de llorar. Hay doscientas personas esperando y nadie hace nada. La gente tiene que ir a trabajar y no ponen soluciones”, decía mientras aguardaba la cola interminable. Gente llorando porque no puede llegar a trabajar. Ese era el panorama que describía Inés, uno de esos dos centenares de trabajadores y estudiantes. Y vuelve al clásico ejemplo muy ilustrativo: Quienes no tienen contrato indefinido viven el trayecto con ansiedad. Lo mismo les sucede a los estudiantes que tienen un examen, entre cientos de casos. Llegar tarde puede significar una sanción o incluso perder el empleo. El transporte deja de ser un servicio público y se convierte en una fuente diaria de estrés.

"Hay gente para cuatro autobuses, no lo entiendo, de verdad, me dan una impotencia y unas ganas de... no sé", concluye con amargura y hastío.

10 años dependiendo de un sistema que no funciona

Miles de ciudadanos llevan más de diez años haciendo el trayecto Guadalajara–Madrid. Según explica otro de los presentes, esta ruta “siempre ha sido una línea con carencias: poca afluencia de buses en horas punta, colas interminables y tiempo robado”.

La acumulación de retrasos y falta de plazas le ha hecho perder oportunidades laborales: “Vivir en Guadalajara sigue siendo una limitación para los que dependemos del transporte público”, lamenta.

Cuando el Cercanías falla, el autobús colapsa: un sistema sin red de seguridad

Los problemas del Cercanías en la zona Este de Madrid —obras, retrasos, cortes— añaden presión al transporte por carretera.

Pero la red de autobuses no tiene capacidad de absorción: no hay suficientes vehículos, ni frecuencia, ni planificación de contingencias.

El resultado es un embudo que afecta a trabajadores, estudiantes y familias que no pueden permitirse vivir en Madrid pero dependen de la capital para su empleo.